Disney no se quiso quedar atrás tras haber readaptado la versión Belleza Negra de 1994, pero cambiando de caballo a yegua. Posiblemente la haya visto pero no tengo recuerdo alguno, impresionante que la novela de Anna Sewell haya sido escrita en 1877 y los productores hayan logrado ambientarla en la actualidad.
Nunca me hubiese imaginado tal transición y por un momento creí sería un poco aburrida, lo cual me fascinó haberme equivocado porque desde el primer minuto, es imposible no dejarte llevar ante la extraordinaria narración de Kate Winslet (a quien he amado desde The Holiday) y la respetable dirección de Ashley Avis.
Desconozco si la historia sea similar pero no me importa porque esta nueva aventura resultó lo bastante conmovedora en manos de McKenzie Foy e Iain Glen. La jovencita Foy quien es reconocida por su papel de Renesme en La Saga de Crepúsculo nos sorprende con un carisma y protagonismo por la forma en que conecta con los cuatro caballos porque todos esos se necesitaron. Conflictiva y simpática, logra generar una química con Kate a pesar de no haber compartido escena.
La sorpresa aquí sería Glen quien no me lo podía quitar de Dr. Isaacs en las secuelas de Resident Evil. Yo creo que deberían darle esta clase de dramas familiares porque además de su presencia, ayuda bastante a levantar al elenco conforme se desenvuelven los escenarios. Aquí la odiosa fue Claire Forlani y pues era su papel, muy bien logrado ese antagonismo y necesario para mantenernos a la deriva con nuestras reacciones. Uno que otro coraje, no pasa nada.
No suelo apostarle a películas narradas, previamente creí que Caballo de Guerra había sido la mejor de su género ante la ausencia de personajes fijos pero con Belleza Negra es quizás lo opuesto porque en la voz de Winslet, es maravilloso escuchar y conmovernos con esta Belleza Negra conforme la vemos a travesar por diferentes periodos. En otras palabras, Vida.
Su travesía nos sirve de lección para aceptar que también los animales tienen sentimientos y que al igual que ellos también sufrimos y experimentando toda clase de situaciones. No me queda más que recomendarla y de antemano, advertirles de llevarse una caja de pañuelos por si tienen un corazón sensible. Lo van a necesitar...
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