Hace tres años Illumination Entertainment y Universal Studios nos
robaron el corazón con el tierno y divertido relato original de Mi Villano
Favorito. Ahora la secuela cumple con los mismos parámetros pero quizás situado
en un tono ligeramente inferior. El detalle radica en su cambio de dirección
previamente sellado en el clímax de la antecesora, pero eso no implica que no
se disfrute de este renovado superhéroe en conjunto con los minions, a quienes
se les consideran las verdaderas estrellas de este fenómeno popular.
La historia de Cinco Paul y Ken Daurio es perfecta para todas las familias,
sin excepción. Del mismo modo que Monsters University, la secuela carece de
aspectos emocionales convirtiéndose en un medicamento sano para combatir el
estrés. Tanto Gru como Lucy comparten una química balanceada y se relacionan
adecuadamente con las niñas. Por otra parte, los minions siguen robándose las
escenas con cada vagancia que realizan. Honestamente ¿quién puede disgustarse
de estas criaturas?
Es interesante notar el gesto materno, el mensaje radica hacía esta
estabilidad familiar pero dándole su lugar al instinto paternal. Me hubiera
gustado ver más el estrago de Gru sobre abandonar su puesto de villano mas la
narración simplemente lo colocó como un reemplazo, quizás podría desenvolverse
para una tercera. Obviamente el elemento sorpresa está ausente pero aun así Mi
Villano Favorito 2 se acerca a nuestro corazón con gran sentido del humor.
No esperaba la inclusión de festividades mexicanas como el 5 de Mayo,
como es bien sabido, los americanos lo festejan más que nosotros. Considerando
la situación política con la reforma migratoria y el reciente boom latino por
el ambiente musical, debe aplaudirse esta consideración. Entre sus innovaciones:
el sombrero con guacamole, la salsa secreta y los pasos de baile, son
sugerencias extrovertidas.
Dentro del doblaje, sigo prefiriendo la voz original de Steve Carrell
especialmente por su acento carismático, lo que sucede es que difícilmente logré
quitar a Andrés Bustamante del papel de Mike Sullivan, por más nefasta que
traté de hacer su registro de voz la similitud es inevitable. En cuanto a los
nuevos integrantes: Andrea Legarreta encajó con excelencia como la espía Lucy
Wilde y Alejandro Fernández es decente como El Macho.
No estará a la altura cinematográficamente de Toy Story 3 pero creo
supera a las animaciones de Monsters University en conjunto con la franquicia
de Shrek. Los efectos especiales son disfrutables porque no se requiere de
perfeccionismo cuando los Minions están en cuadro. Si estas figuras amarillas
son la razón por la cual acudiste a verla la función, tomaste la decisión
correcta porque no decepcionan ni en lo más mínimo.
En conclusión, una buena secuela que garantiza pasar un buen tiempo
con la familia.
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