viernes, 10 de mayo de 2024

El Planeta de los Simios: Rebelión, Amanecer y Guerra

 

   Difícil de creer que hayan pasado ya 13 años desde que los Simios se rebelaron a la par de que la humanidad comenzaba a extinguirse y todo por garantizar la cura del Alzheimer. Como diría David abordo del Prometeo: ¨Grandes cosas tienen pequeños inicios¨ o, mejor dicho: "Las peores cosas que te puedas imaginar, fueron hechas con las mejores intenciones", parafraseando al Dr. Grant durante su terrífica estancia en Mundo Jurásico y con mucha razón.

   Es evidente la inspiración que tuvo el director Rupert Wyatt con respecto a la trilogía clásica de Star Wars y subsecuentemente de El Caballero de la Noche, para tomar la misma estructura de ejecutar una introducción, desarrollo y desenlace a la de por sí popular saga de El Planeta de los Simios.

   Una trilogía desvalorada en mi humilde punto de vista porque tratándose de ciencia ficción, la encuentro superior a todo lo que Marvel nos ha entregado. Sobre todo en efectos especiales y no se hable de la actuación, la cual en general es inigualable y a su vez un horror de que no logre el mismo alcance en Taquilla dado que a duras penas llegó a ser reconocida por la Academia.

   Sólo espero que con la reciente cuarta entrega que está por estrenarse, se aviva el interés como fue mi caso al volver a aventurarme a este reinicio del cual terminó por conmoverme en aquel verano de 2011.  Y es que al igual que muchos, nos cuesta trabajo entender ¿por qué diablos Andy Serkis no fue nominado por su poderosa caracterización como César?

   ¡Alguien qué me explique por favor!

   En fin, El Origen del Planeta de los Simios como fue denominada allá en España a diferencia de (R)evolución en Latinoamérica, nos conquista el corazón por enfocarse en esta inusual familia en donde el químico Will Rodman está tratando de encontrar la cura del Alzheimer para ayudar a su padre y temporalmente logra provocando a su vez la propia exterminación de la humanidad.

   Las escenas entre Will y César son bastante conmovedoras que es inevitable no derramar una lágrima justo en el desenlace, o inclusive en el intermedio cuando César es encarcelado y hace un berrinche del que debía ameritarle la nominación a Serkis, eso o su intensa línea de ¡No!  Sin duda a muchos nos hizo brincar de nuestros asientos.

   Pese a ser un drama, primeramente, sus secuencias de acción no decepcionan, muy en especial la ruta del puente de San Francisco. A parte de que los antagonismos de Brian Cox, Tom Felton y David Oyelowo nos ayudaron bastante para preocuparnos de los papeles interpretados por Freida Pinto, John Lithgow y del pobre James Franco, cuya carrera hoy se encuentra en mal estado a gran diferencia de este  designado ¨segundo aire¨. 

   Con una recaudación de $ 172.4 millones de dólares en Estados Unidos y $ 481.8 millones a nivel mundial, es más que suficiente para declararse un éxito por su presupuesto de $ 93 millones. Nadie sabía lo que pudiera venir en la secuela la cual tardó 3 años en estrenarse. Tiempo necesario viendo la obra maestra que se tornó El Amanecer del Planeta de los Simios o simplemente referida en México como Confrontación.

   Verla en el cine fue una experiencia poderosa porque se posiciona a la misma altura de El Imperio Contrataca al desarrollar a los personajes y ponerlos en su punto de quiebre, en especial la rivalidad entre César y Koba, este último lo vemos dispararse con un tremendo antagonismo por parte de Toby Kebbell.

   Honestamente, nunca me cansó de verla por la fascinante y profunda que llega a ser su narrativa y por cómo terminan las cosas. Me temo que la barra quedó en alto y se notó en su taquilla al quedarse en los $ 700 millones. A parte de que tuvimos nuevos personajes humanos y el tiempo transcurrido fue de una década (¿inspirado en El Ataque de los Clones?) y no se diga que fue acreedora de la categoría de efectos especiales. Categoría bien merecida por parte de la Academia que a su vez no tuvo vergüenza en descartar a Andy Serkis como Mejor Actor.

   Me sorprendió bastante el nivel de calidad interpretativa en la que se desenvuelve Jason Clarke, un actor a quien considero desvalorado y con mucha razón tras haber suplantado a James Franco con éxito. A parte de que Gary Oldman nunca falla en convertirse en ese anti héroe mientras que Keri Russell y Kodi Smit-McPhee tienen una buena presencia en pantalla.

   Me hubiese encantado verlos de nuevo en La Guerra del Planeta de los Simios, pero entiendo que nomás no podía ser porque esta trilogía le pertenecía a César y justamente debía terminar con su muerte, una muerte justificada y potente a pesar de haberse quedado por debajo de las anteriores por no cumplir con las expectativas que generaba su título.

   Para tratarse de la guerra prometida al final de la antecesora, yo hubiese creído que Koba volvería para un segundo round posterior de su enfrentamiento memorable, pero sólo lo tuvimos en los sueños muy oscuros de César como parte de su remordimiento al haber decidido romper su regla de que un simio no mata a otro simio.

    Woody Harrelson hace lo posible por hacerse odiar y medio lo cumple, lo que pasa es que sentí que le hizo falta más a su personaje de Coronel. La pequeña Amiah Miller nos conmueve con sus expresiones, es lo que nos sumerge a ese tono emocional, pero si se me figuró un descuido la participación de Gabriel Chavarria porque por un momento creí que sería el Jason Clarke o el James Franco de esta película, y nada que ver.

   Lo más cercano que tuvimos a una guerra fueron los primeros 15 minutos, de ahí es tragedia, drama, venganza, esclavitud y finalmente concluir con una batalla que te deja sin aliento, mas carece del tono emocional de las otras. Si no fuese por el final, esta entrega se hubiera colapsado, pero no fue al caso. Sino hasta le dejaron espacio para retomarse con una nueva generación como lo veremos con El Reino del Planeta de los Simios la cual ahora si se sitúa en el contexto original de la producción de 1968. 

    Y tomando en cuenta su taquilla de $ 490 millones a nivel mundial, entonces fue evidente que el interés declinó, aunque no lo suficiente para detener su continuación, y me da gusto porque esta reciente trilogía se percibe como de esas joyas extrañas y desvalorada en la industria del cine ya que a duras penas suele escucharse o siquiera recomendarse.

   Hasta cierto grado podría compararse en el nivel artístico de Dune por su ciencia ficción sólida y visualmente de acción a la Avatar. Fue un gusto volver a visitar esta franquicia, incluso la original, en preparación de la cuarta entrega porque presiento que lo vale y bastante.

   Sigan atentos porque seguiremos viajando en el tiempo…

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