Para quienes se quedaron en casa, existen dos títulos que podrían ser
interesantes por su naturaleza ya que son de un humor bastante especial.
Primeramente Michael Bay decide tomarse un descanso de Transformers para filmar
la controversial historia de Daniel Lugo, Paul Doyle y Adrian Doorbal.
Para la duda de algunos, Dolor y Dinero (Pain and Gain) se trata de un
hecho verídico que le da otro giro al concepto que tenemos del sueño americano.
Del mismo modo, crítica al mundo de los atletas obsesionados con la mejor musculatura.
El cuerpo perfecto no puede existir sin la involucración de ciertos agentes por
lo que es una adaptación autocrítica de los que se meten cosas a su cuerpo.
El guion está bien hecho aunque la conversión se siente un poco
tediosa por la dirección inusual de Michael Bay. Los encuadres están fuera de
enfoque y la edición es pesada por la minuciosa narrativa. El sarcasmo es
efectivo en el primer acto pero posteriormente se siente incómodo por tratarse
de una historia verídica. Exitosamente logra impactarnos por ver como las
autoridades no hicieron nada al respecto y nos hace desear que rolen los
créditos, pero desafortunadamente la travesía es demasiada larga y dolorosa.
Existe un mensaje pero tras el
terror simplemente se pierde porque la dirección se malinterpreta al tratar de
hacernos congeniar con estas caras simpáticas para después arrepentirnos de
haber simpatizado con estos monstruos. Dicho esto: Mark Wahlberg, Anthony Mackie
y Tony Shalhoub cumplen con las expectativas de sus personajes mientras la
verdadera estrella recae en Dwayne Johnson.
Interpretar las distintas capas personales de este conflictivo y
atormentado individuo, es sinceramente un triunfo en el currículo de Johnson
quien ha tenido el mejor año de su carrera. Sin embargo, no es una adaptación
para estar orgulloso y por ende la califico con 3 estrellas porque pudo haberse
desenvuelto desde otra perspectiva. De
lo contrario, hubiese cruzado los $ 100 millones mundiales.
Lo único que me quedó de El Gran Gatsby (The Great Gatsby) es que
todos me cayeron mal a excepción de Tobey McGuire y Leonardo Dicaprio. En
cierto modo concuerdo con los críticos, la trama simplemente carece de simpatía
por parte del reparto secundario. Constantemente se la pasa criticando el
status social de esa época de la cual no sale de mucho de cuadro si la comparando
con nuestra actual sociedad.
Visualmente es un triunfo para su género, sin embargo su formato 3D
era innecesario. Quienes hayan visto las películas de Baz Luhmann sabrán que no
es un director fácil de apreciar debido al contraste musical y la pronunciación
de muchos detalles históricos. Indudablemente es una obra artística pero su
estilo metódico causa peso de más. Pese a su núcleo sentimental, no se siente
de tal modo por el desenfoque humano.
Básicamente el desarrollo de personajes carece de definición y es una
pena considerando su duración de poco más de 2 horas. Tobey McGuire es estable
y aunque resulte siendo el verdadero protagonista, su historia nunca llega a
consagrarse. Leonardo Dicaprio conquista con encanto y le da justicia a Gatsby,
sin emabrgo carecemos de su directa narración. Carey Mulligan está siendo
encasillada como la arpía mientras Joel Edgerton sorprende con un magnifico
antagonismo.
En pocas palabras, es una tragedia romántica con cuestiones sociales
de las cuales se pudieron haber reestructurado para darle un sentido lineal.
Debido a la existencia de un auténtico protagonista y un reparto escrito de mal
gusto, es difícil conectarnos por lo que su potencial recae en su cinematografía
y vestuarios. La calificación sería de 3½ de 5 estrellas pero no esperaría otro
destino similar a Moulin Rouge.
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