Basada en el bestseller de Paula Hawkins, nos sumergimos en el punto
de vista de tres mujeres cuyos destinos se ven vinculados antes la desaparición
de una de ellas. Como testigo, Rachel Watson teme no sólo por su futuro sino
por su pasado ya que debido a sus problemas de alcoholismo, no logra recordar
exactamente lo que sucedió aquella noche.
Como lector de la novela, debo confesar que encontré satisfactoria la
adaptación por mantenerse fiel no sólo a la formula sino a los sucesos
descritas eficazmente por la autora. Hubo una exageración entorno a su
negativismo porque no encontré absolutamente nada malo en su esquema, siempre y
cuando saquemos a Pérdida de la ecuación, y como debería hacerse.
Amabas producciones por más similares que sean, resultan totalmente
distintas y únicas por sí solas. Considerando que aquí las mujeres interpretan
roles más impactantes que los hombres, esencialmente Emily Blunt con quien
muchos estarán de acuerdo en que ella se adueña no sólo de su personaje sino de
la película entera.
Desde su primera escena abordo en el tren, su físico demacrado, sentimentalismo
y confusión nos agarra desprevenidos. El papel de Rachel es demasiado complejo
y en el proceso complicado de llevar a cabo y Blunt no titubeó en cumplir con
la demanda. Indudablemente una de sus mejores actuaciones hasta el grado de
recibir una nominación, si se es posible claro.
De ahí le sigue Haley Bennet cuya conducta también logra su fin de ser
el centro de la atención, en contraste con Rebeca Ferguson que quizás podría
sentirse la menos relevante hasta el acto final. Luke Evans se defiende con su
impulsividad lo cual no es de extrañarse, Edgar Ramirez es comprensivo para
variar y Justin Theroux es decente dentro de lo que cabe.
Quizás Lisa Kudrow, Allison Janney y Laura Prepon fueron
desaprovechadas, pero en sus escenas contadas, se agradece su esfuerzo por
poner en alto su participación. Básicamente el elenco es lo que intensifica
esta sugestiva adaptación que en manos del director Tate Taylor, el suspenso de
por sí te consume a fuego lento porque hasta de la misma protagonista se
sospecha y con razón.
Bien actuada y adecuadamente desenvuelta en su estructura narrativa,
no puedo evitar sentir el gran respeto por parte de la guionista Erin Cressida
Wilson por mantenerse fiel al material aunque haya omitido ciertos elementos de
violencia. Tal vez, innecesarios o redundantes, de igual forma no afecta en lo
absoluto porque de por sí su contenido sigue siendo lo suficientemente
agresivo.
Pese a su sencillez, creo que es una buena adaptación porque resulta lo
bastante efectiva en su proceso de edición a diferencia de lo que dicte el
conceso general. Con la excepción de algunas modificaciones, La Chica del Tren
atrapa al espectador con su talentoso elenco sin importar que su giro sea descubierto
como fue el caso de algunos lectores, incluyéndome.
Calificación: 4 de 5 estrellas
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