sábado, 4 de noviembre de 2017

Crítica de Thor: Ragnarok


10 años del MCU: Thor – Ragnarok

Dos años después de la batalla en Sokovia, Thor se enfrenta al demonio Surtur para impedir que la profecía de Ragnarok se cumpla. En su retorno a Asgard descubre que el mal está por todos lados, empezando con su hermano Loki con quien deberá trabajar de nuevo para encontrar a su padre y consecuentemente detener a una poderosa amenaza que ha resurgido de entre la oscuridad.

Similar a cómo Capitán América: El Soldado del Invierno transformó el universo de Marvel, se repite el mismo efecto con la tercera entrega de Thor la cual sobresale entre las mejores debido a su crudo humor, sarcasmo, giro en su mitología, creatividad visual, colores, nostalgia musical y elenco de primera clase.

Resultó un gran riesgo que el director Taika Waitiri pudo llevar a cabo ya que no sólo se trataba sobre el dios del Trueno y el pasado de Odin, sino elementos de la historia del Planeta Hulk fueron integrados para dar comienzo a quizás la travesía personalizada de Bruce Banner la cual se pretende desenvolver y concluir en las siguientes secuelas de los Vengadores.

Waitiri se regresa a lo básico y es el conflicto en la familia, similar a la original y descuidada en El Mundo Oscuro, el guión profundiza en el poder, la ambición y la mentira detrás de un reino. No podría ser tan distinta de los lazos culturales. Además de lucir a los veteranos, hace un gran trabajo en introducir a caras nuevas ya que todos brillan en sus respectivos momentos.

Chris Hemsworth adopta la extroversión y en gran manera, superhéroe y comediante que a simple vista parece retar a Ryan Reynolds en Deadpool. Todo el tiempo parece estar cómodo  pasándola a todo dar. Haber sugerido este cambio de dirección en trama, estilo y cinematografía fue sensacional y más que Marvel lo haya respaldado.

Como Loki, Tom Hiddleston sigue siendo el mismo aunque es evidente la madurez alcanzada al lado de Hemsworth. Ambos actores comparten una escena que muestra el mutuo entendimiento entre ambos hermanos e inclusive impacta al verlos al lado de Anthony Hopkins, quizás la mejor escena en conjunto con las de Cate Blanchett.

No sólo el vestuario de Hela sino la caracterización de Blanchett ponen en alto el concepto de las villanas que Hollywood debería considerar en insertar más porque Hela es sin duda un épico elemento en cuestiones de presencia, edición y efectos especiales. Ese rostro y cabello oscuro vuelven a uno loco.

Las nuevas adiciones de Tessa Thompson como Valquiria, Karl Urban como Skurge y Jeff Goldblum como el Grandmaster fueron geniales. Aportando algo nuevo al elenco que de por sí se beneficiaba de los retornos de Idris Elba y Mark Ruffalo, en especial Hulk que cada escena compartida con Thor fue suficiente para olvidarnos que se aproxima la Liga de la Justicia.

Tal parece Tony Stark sigue haciendo de las suyas, las referencias en la nave y los pantalones ajustados sin duda brindaron una carcajadas aunque siendo honesto, eso es poco de la gran gama de humor que se nos ofrece y desde todos los ángulos posibles. Bastante similar a Guardianes, aunque se diferencia de esta al volverse en la adaptación más definitiva de su trilogía.

Pudiéramos estar ante la conclusión de su legado como ha sido el caso de Iron Man 3 y Capitán América: Guerra Civil. Lo valió porque nada quedó desaprovechado, Thor Ragnarok es irreverentemente espectacular y ligeramente conmovedora. La creatividad en todo lo que va, incluyendo en su mitología. Altamente recomendable.

Calificación 4½ de 5 estrellas

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