Una experiencia cruda, real y con mucho suspenso.
Ahora comprendo las nueve nominaciones otorgadas por la Academia y toda la publicidad por parte de los críticos. Después de verla, es sin duda una experiencia única y aterradora de tan sólo imaginar estar en los papeles de los personajes o vivir en ese contexto de vida o muerte por una simple acción.
Debo felicitar en primer lugar a la directora Kathryn Bigelow, por su magnífica labor de dirección, no es una película fácil de dirigir aunque lo parezca; filmar a temperaturas altas, vientos arenosos, desierto, el sol y la ausencia de comodidades. Le sacó mucho a está producción independiente que sólo tuvo un presupuesto de 11 millones. Valioso, ¿tan poco se necesitó para un excelente película?
La respuesta también son las actuaciones, Jeremy Reener (SWAT) nos entrega una extraordinaria interpretación como el Sargento William James, hombre misterioso, intrépido, valiente, suicida que no le teme a nada. Extrovertido y con iniciativa, el alma de la película recae en él y cumple, provocando que sus demás compañeros Anthony Mackie (Golpes del Destino) y Bryan Geraghty (El Guardián) luzcan todavía más. Junto manejaron muchas emociones, realizaron muchos obstáculos y tuvieron que vender la idea de la situación en que se encontraban. Ahí yacen los verdaderos efectos especiales, en crear ese ambiente y suspenso esencial.
Es una lástima que Jeremy Reener no haya ganado algunas nominaciones, lamentablemente Jeff Bridges está fuerte y es el favorito a ganar el Oscar. Pero de igual manera, todavía tiene futuro.
Las secuencias de acción son crudas, pero en cada escena predominan el suspenso y la imprevisibilidad, desde la llegada a la bomba hasta el desarme, todo se desarrolla lentamente y después se suelta. La edición de sonido es maravillosa, tan realística y exacta, la música oscura para integrarte a los sentimientos del ambiente. La escenografía, frustrante, incluso tras la vista de los lentes de las armas, confusión al intentar ver como en una imagen clara y nítida.
Son secuencia tan exactas que tiene potencial de robarle a Avatar, algunos premios técnicos; aunque la anterior haya contado con 300 millones y el apoyo de la tecnología, The Hurt Locker contó con una mínima fracción de lo anterior y nos entregó efectos especiales de calidad, por lo que será una lucha constante en el momento de la ceremonia.
El único problema es la taquilla, sólo acumuló 12 millones en total, lo cual es poco decepcionante porque le puede evitar la credibilidad de ganar mejor película o dirección, y otro lanzamiento en cine es tarde porque ya se encuentra en DVD desde hace semanas. Pero supongo que encontrará éxito en el mercado gracias a las nominaciones y a las recomendaciones.
Para finalizar, la historia es de guerra pero desde el punto de vista de dos soldados y un desarmador de bombas, un tema que no había sido llevado de forma compleja. También contamos con la breve participación de tres actores de nombre. Vale la pena conocer está experiencia ya que es una de esas película donde se aprende algo.
Ahora comprendo las nueve nominaciones otorgadas por la Academia y toda la publicidad por parte de los críticos. Después de verla, es sin duda una experiencia única y aterradora de tan sólo imaginar estar en los papeles de los personajes o vivir en ese contexto de vida o muerte por una simple acción.
Debo felicitar en primer lugar a la directora Kathryn Bigelow, por su magnífica labor de dirección, no es una película fácil de dirigir aunque lo parezca; filmar a temperaturas altas, vientos arenosos, desierto, el sol y la ausencia de comodidades. Le sacó mucho a está producción independiente que sólo tuvo un presupuesto de 11 millones. Valioso, ¿tan poco se necesitó para un excelente película?
La respuesta también son las actuaciones, Jeremy Reener (SWAT) nos entrega una extraordinaria interpretación como el Sargento William James, hombre misterioso, intrépido, valiente, suicida que no le teme a nada. Extrovertido y con iniciativa, el alma de la película recae en él y cumple, provocando que sus demás compañeros Anthony Mackie (Golpes del Destino) y Bryan Geraghty (El Guardián) luzcan todavía más. Junto manejaron muchas emociones, realizaron muchos obstáculos y tuvieron que vender la idea de la situación en que se encontraban. Ahí yacen los verdaderos efectos especiales, en crear ese ambiente y suspenso esencial.
Es una lástima que Jeremy Reener no haya ganado algunas nominaciones, lamentablemente Jeff Bridges está fuerte y es el favorito a ganar el Oscar. Pero de igual manera, todavía tiene futuro.
Las secuencias de acción son crudas, pero en cada escena predominan el suspenso y la imprevisibilidad, desde la llegada a la bomba hasta el desarme, todo se desarrolla lentamente y después se suelta. La edición de sonido es maravillosa, tan realística y exacta, la música oscura para integrarte a los sentimientos del ambiente. La escenografía, frustrante, incluso tras la vista de los lentes de las armas, confusión al intentar ver como en una imagen clara y nítida.
Son secuencia tan exactas que tiene potencial de robarle a Avatar, algunos premios técnicos; aunque la anterior haya contado con 300 millones y el apoyo de la tecnología, The Hurt Locker contó con una mínima fracción de lo anterior y nos entregó efectos especiales de calidad, por lo que será una lucha constante en el momento de la ceremonia.
El único problema es la taquilla, sólo acumuló 12 millones en total, lo cual es poco decepcionante porque le puede evitar la credibilidad de ganar mejor película o dirección, y otro lanzamiento en cine es tarde porque ya se encuentra en DVD desde hace semanas. Pero supongo que encontrará éxito en el mercado gracias a las nominaciones y a las recomendaciones.
Para finalizar, la historia es de guerra pero desde el punto de vista de dos soldados y un desarmador de bombas, un tema que no había sido llevado de forma compleja. También contamos con la breve participación de tres actores de nombre. Vale la pena conocer está experiencia ya que es una de esas película donde se aprende algo.
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