sábado, 31 de agosto de 2013

Crítica de Chicas Armadas y Peligrosas (The Heat)

 
¡Paul Feig, Sandra Bullock y Melissa McCarthy lo hacen de nuevo! Posteriormente de triunfos taquilleros como Damas en Guerra, La Propuesta y Ladrona de Identidades, el trío cumple con las expectativas clásicas de este género y sin importar su clasificación R, logra entretenernos con secuencias divertidas y de acción explosiva.
 
Primeramente la mayoría de los elementos definidos de Paul Feig están presentes y por tanto las escenas vulgares no se sienten de mal gusto. Contamos con groserías, señas obscenas y sangreríos que terriblemente hacen reír a uno gracias a su inversión espontanea. Además de mantenerse fiel a los parámetros de su subgénero criminal, Feig inyecta un poco de los conceptos y teorías de la serie Mente Criminales.
 
Se requiere de mucha inteligencia para mostrar esta faceta profesional dentro de un contexto prosaico y por lo visto la guionista Katie Dippold sabía lo que estaba haciendo porque el contenido es genuinamente personal. Indudablemente Feig fue la elección perfecta para dirigirla porque respetó la identidad de las protagonistas y en su proceso acertó con la evolución característica de cada una de ellas.    
 
Por lo visto Fox le ganó la partida a Universal Studios porque The Heat es fácilmente la comedia del año y difícilmente cualquiera que la haya visto podrá decir lo opuesto. Como siempre, es cuestión de relajarse para situarse dentro de este ambiente que podría no diferir de la realidad. El propósito es hacernos reír a como dé lugar y exitosamente lo logra siempre y cuando estemos abiertos a aceptarla por lo que es.
 
Como siempre Sandra Bullock es perfecta para el rol de mujer apretada como dirían algunos. Su movimiento corporal, dicción y vestimenta no difieren de su clásico estereotipo; no obstante, es imposible  no amarla por lo bien que lo hace. Además debe sorprendernos por verla explayarse en la borrachera, durante la arrastrada en el Hospital y al momento de sacar el dedo, hacer gestos obscenos o decir grosería tras grosería. En ninguna forma se ve mal, al contrario, se le aplaude porque hasta en eso, brilla esta mujer.
 
Del mismo modo, Melissa McCarthy continúa con su estilo reconocido en Damas en Guerra y se comporta como la clásica rebelde. En cada diálogo expresa palabrotas, se la pasa golpeando a las personas y hasta en los sucesos calmados, denota cierta madurez pero de un modo sarcástico que nunca para de bromear. En este año, la actriz ha resultado una revelación tras liderar dos comedias taquilleras, además de haber estado nominada al Oscar por una participación cómica.  
 
En conjunto, Sandra Bullock y Melissa McCarthy comparten una excelente química que la risa simplemente está constante. Se nota el disgusto al principio y su modo de cambio al ponerse en los zapatos de su compañera. Gozan de tantas escenas memorables como sus diálogos irrespetuosos que probablemente haya planes para una segunda entrega porque este equipo debe reunirse de nuevo aunque sea para una distinta producción.
 
Cabe destacar a Demián Bichir, su presencia mexicana sigue siendo fascinante por sus quejas en español. De por sí con bastante festivas las referencias que recibe con la cultura como también Bullock haciendo práctica de su español al momento de entablar una conversación con éste. Tampoco ignoremos a Marlon Wayans quien contribuye al buen humor pero sorpresivamente desde un tono serio.   
 
Las localidades son infinitas como las bromas, las actuaciones prestigiadas y la dirección provienen de un verdadero maestro del humor. Nadie está exento a reírse, por lo menos una escena o frase te sacará una risa porque es inevitable. En conclusión, este trío entrega la mejor comedia del verano y probablemente terminé siendo incluso la de 2013. Sería imprudente no acudir a verla, porque es una terapia necesaria de experimentar.        

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