Un año después de haber desenmascarado a
fraudulento Tressler y haberse vengado de su enemigo Thaddeus, los Cuatro
Jinetes permanecen ocultos esperando las indicaciones de su líder Dylan.
Finalmente llega el momento de impartir justicia abordando de nuevo el
escenario, sin embargo su retorno sufrirá un imprevisto que pondrá su mundo al
revés.
Debo dárselas, la secuela se esfuerza en
entregarnos una continuación digna de seguir aunque sólo opte por un par de
trucos en conjunto con una interesante revelación. No hace mucho escuché que la
idea era crear una gran historia entre dos películas por lo que oficialmente,
tendremos que esperar una tercera parte.
Por supuesto que esta crítica, mejor
dicho análisis, no consiste en una queja, me sigue gustando este acercamiento a
la mitología de El Ojo pero me siento defraudado de que no nos cumplan lo
prometido. Así es, si esperabas conocer el trasfondo contextual, te
decepcionarás al menos que estés esperando otra gran e innovadora presentación
ilusiva.
Eso sí, los efectos especiales no
decepcionan gracias a la calidad técnica en la edición, sonido y cinematografía.
El clímax sigue dejándote sin aliento porque por más que quieras adivinarlo, no
te lo ves venir porque nada es tan simple como parece, cuestión de no dejarse
distraer mas he aquí donde todos tendemos a fallar.
Todo el tiempo parecen tener un As debajo
de la manga o eso parecen venderte, lo cual no es malo pero hubiese sido mejor
atacar directamente el núcleo narrativo de la original en vez de desviarse por
otra aventura vinculada a lo familiar. Tampoco ayudó mucho la ausencia de
Henley, pero se agradece su mención y misteriosa salida.
La dirección de Jon M. Chu se mantiene
fuel a los lineamientos de Louis Leterrier, el detalle fue el guión de Ed
Solomon porque prefirió en rellenar el suspenso con nuevos elementos. Como bien
dije, esperaba un cierre o un desarrollo contextual de El Ojo , pero al menos
nos entretuvo en la misma tradición a pesar de en momento hacernos caer en una
sutil confusión.
Y menciono sutil porque hasta eso no
pierden la elegancia en atraparnos con su telaraña lo cual probablemente se
deba a su talentoso elenco. Jesse Eisenberg y Dave Franco contribuyen con
elocuencia mientras Woody Harrelson impone su dramatismo mediante sus tablas y
de forma doble ya que hace doble papel.
A excepción de Radcliffe, la nueva
integrante Lizzy Caplan trata de hacerse la cómica pero carece de la simpatía de
Isla Fisher y le falta química con el resto del equipo. Probablemente se deba a
su inserción de último momento. No obstante, los cuatro brillan en una escena
que implica el intento de robo de una
tarjeta de seguridad.
Podría decirse que Mark Ruffalo sube de
nivel al volverse en el enfoque central. Esta es su película aunque no lo
parezca. Esta vez, tuvo la secuencia de acción más espectacular durante una
pelea en un barrio chino. Por otro parte, siento desaprovechadas las
involucraciones de Morgan Freeman, Jay Chou, Sanaa Lathan y Daniel Radcliffe.
En conclusión, Los Ilusionistas 2
continúa donde se quedó y sin importar que haya pasado el tiempo, las mismas
problemáticas se prolongan con el fin de hacernos esperar quizás otros dos años
para conocer la verdadera existencia de El Ojo y sus Cuatro Jinetes. Vale la
pena irla a ver y más si te gustó la primera, aunque no esperes encontrarla en
el mismo nivel.
Calificiación: 3½ de 5 estrellas
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