domingo, 3 de julio de 2011

Crítica de Transformers: El Lado Oscuro de la Luna (Transformers: The Dark of the Moon)


La tercera parte de Transformers adopta el esquema X-Men: Primera Generación donde su premisa está sustentada por un acontecimiento histórico. La diferencia es que mientras X-Men lo desarrolla en ese mismo contexto, Transformers lo toma como un punto de sustento para desarrollar su trama en el presente. Desafortunadamente este hecho pierde relevancia por sólo utilizarse como un subtema de varios.

Es correcto asumir que la trilogía de Transformers no es continúa, claro contamos el pasó de los años y se recalca los eventos ocurridos en las anteriores, pero cada una de estas partes funciona por su propia cuenta y mantiene el mismo patrón de ejecución. El primer acto nos introduce las piezas del rompecabezas mezclándose con la vida cotidiana de Sam Witwicky; al final del segundo acto observamos el rompecabezas en su totalidad definiéndose los objetivos  y en cuanto entramos al tercer acto, nos encontramos con una serie de extensas e intensas secuencias de acción.

En momentos uno batalla en comprender la dirección de los acontecimientos, la línea que une el punto A al punto B parece demasiada delgada que en cualquier momento esperamos un desmoronamiento. Por fortuna no sucede, simplemente se opta por hacer giros inesperados y se decide por insertar largos lapsos de tiempos, especialmente durante la batalla. 

De nueva cuenta Sam Witwicky es el personaje central, en cierto modo hemos sido testigos del crecimiento de este adolescente hasta constituir su hombría. En la primera película lo vimos en sus días de colegio; en la segunda, está apenas ingresando a la universidad y en esta tercera parte, recién ha egresado y está en búsqueda de trabajo. Debo dársela, los segmentos de entrevistas y tales nervios son casi precisos. Incluso es interesante ver cómo quisieron complicarle la vida de este personaje y lo raro de este desorden es que funciona.

Se puede decir que esta película le pertenece a Shia Labeuf, desde sus gestos hasta las persecuciones. Su improvisación es natural en los momentos de acción y domina el drama con excelencia para estar frente a un objeto que será colocado digitalmente en la edición. Básicamente no tengo problema con este joven ambicioso, quizás sí con Rosie Hunting-Whiteley reemplazando a Megan Fox con un personaje totalmente nuevo pero de similar aspecto característico.

La ex modelo de Victoria Secret sirve como un elemento visual y graciosamente de ese modo es empleada. Comparte las secuencias de acción, pero requiere de constante protección lo cual me brinca porque su actitud es más dura. Esto no es su culpa sino de los guionistas ya que su inserción en este universo carece de un buen sustento. Por esta misma razón, causa una personalidad de sangrona porque no la conocemos. Estábamos tan acostumbrados de Megan Fox, que de la nada entra ella y sin pedir permiso, pero sobretodo sin una presentación formal.

La ausencia de Mikaela debía explicarse porque las terribles 2 horas y 40 minutos de La Venganza del Caído se trataron del concepto de fidelidad y de quién decía primero la palabra Te Amo entre Megan y Shia. Obviamente en nuestra realidad sucede, pero en el mundo cinematográfico permanece como un hueco. En todo caso, tampoco ayuda que quieras rellenarlo aplicando la misma cura de Te Amo entre la nueva pareja.

En cuanto al reparto, contamos con los retornos de Josh Duhamel, John Turturro, Tyrese Gibson, Kevin Dunn y Julie White. Cada uno de estos actores entrega actuaciones bien equilibradas pero básicamente sólo son contribuyentes más no protagonistas. Por ejemplo: en la primera parte, el personaje de Josh Duhamel había perdido comunicación con su hija y esposa, desde la segunda parte se ha reducido a un simple y reconocible soldado; John Turturro es ahora un excéntrico millonario gracias a un libro, esto nos suma más dudas; Tyrese Gibson es una clase de ingeniero; Kevin Dunn y Julie White siguen resplandeciendo en la comedia aunque sólo estén brevemente.

No nos olvidemos de los nuevos y atrayentes integrantes, por mencionar primeramente a Patrick Dempsey, este actor de televisión está mostrando mucho potencial en esta clase de papeles; sinceramente no hay nadie como John Malkovich para sacarnos unas buenas risas, Frances McDormand asume el rol de Joan Allen en las secuelas de Bourne mientras Ken Jeong parece ser el único en Hollywood en atreverse a realizar las escenas más sucias.  

En cuanto a las voces, Peter Cullen sigue ennobleciendo la personalidad de Optimus Prime, pero detesto que Hugo Weaving como Megatron se haya reducido para darle tiempo a Leonard Nimoy. Como se puede observar, el reparto de esta ostentosa producción es talentoso mas solamente permanecen en un tono superficial, excluyendo a Shia Labeuf.

La dirección de Michael Bay es anticlimática y desproporcional, comenzamos con 1 hora y media de drama saturada continuada de 1 hora de imparable acción. Las actuaciones están perfectamente coordinadas pero no sobresalen por estar situados en tercer plano. En cuanto al tipo de comedia, se arriesgaron en emplear el doble sentido, sarcasmo y lo surreal. En veces esta cura tiende a romper el suspenso y la emoción generada por algunas escenas frías y sádicas.

Haciendo a un lado el negativismo, la combinación de estos elementos inusualmente funciona en este esquema imperfecto. No voy a mentir, me gustó mucho esta tercera parte, ahí se da con la original. Un factor que tienen en común es que ambas tienen corazón a pesar de sus incongruencias. En cuanto a la segunda, no tiene salvación. Por este motivo, El Lado Oscuro de la Luna es la verdadera secuela que nos debía Michael Bay.

Una de las preguntas que muchos harían antes de verla sería: ¿Vale la pena pagar de más para verla en 3D? De acorde a Labeuf, James Cameron aseguró que es la mejor película 3D desde Avatar, pero su comentario lo encuentro difícilmente acertado puesto que la batalla se desenvuelve hasta el tercer acto. Quizá la combinación del colapso del edificio, la llegada a la luna, los combates entre los Autobots, Cybertron y las secuencias aéreas, lo valgan pero de igual forma la disfrutas sin los lentes. 

En cuanto a la conclusión de la saga, no se siente de tal modo y esto no lo hago para despertar inquietudes de un final en continuación. Sino que su desenlace sucede al instante que no nos deja meditar en los eventos vistos. A futuro presiento que Paramount podría distanciarse de esta trilogía y comenzar una nueva aventura con personajes nuevos o quizás basarse en la guerra de Cybertron.   

Por último, si te gustó por lo menos la primera de Transformers, entonces la tercera parte te va a fascinar. Obviamente formarás tus dudas con respecto a la sarcástica trama, pero ello se compensará con las espectaculares secuencias de acción, explosiones y maniobras tácticas que solamente Michael Bay puede darte.

*EL TERCER ACTO FASCINA POR SU AMPLIA E INTENSA ACCIÓN*

3 comentarios:

Marisa dijo...

Hola tengo un blog de cine y a veces gracias a la diosa fortuna puedo asistir a algunas funciones de prensa el miercoles al asistir a la funcion de Cars 2 escuchaba las criticas de Transformers 3 y sinceramente eran deplorables aun no pude verla pero supongo que lo hare esta semana ........veremos si me gusta este tanque !

Anónimo dijo...

Es buena en cierta parte la pelicula transformers 3 lo malo es que la pelicula es muy larga...si hubieran editado la pelicula con todo lo mejor de la trama en unas 2horas 10 minutos les hubiera quedado fantastica....pero hay algunas secuencias que son muy alargadas que no gustan.

Adrian Andrade dijo...

No nos olvidemos del final inmediato. Sin duda es un gran constraste del Senor de los Anillo: El Retorno del Rey donde tenemos como 13 finales y en TF3 ni a uno llegó. En cierto modo estoy de acuerdo, hubieran cortado unos 20 minutos y la secuela hubiera quedado bien.