domingo, 3 de junio de 2012

Crítica de Blanca Nieves y El Cazador (Snow White and The Huntsman)


Nunca imaginé que el cuento de Blanca Nieves pudiera convertirse en una adaptación oscura, intensa y llena de acción. En el estilo de El Señor de los Anillos, debo admitir que su ejecución es mucho mejor de lo esperado. Obviamente existen unas cuantas fallas en el desarrollo de los personajes y carece de profundidad en los subtemas por siempre estar en movimiento. Sin importar estos detalles, Universal Studios cuenta con un producto innovador y entretenido.

El guion logra definir la atmosfera medieval y fija una introducción hacia los acontecimientos causados por la Reina Ravenna. El contraste entre las protagonistas es impresionante debido a las similitudes entre maldad-bondad como inocencia-trastorno. El factor en común yace en que ambas son físicamente atractivas ante la vista ajena. La vanidad es empleada con regularidad pero se hace un esmero por darle relevancia a la belleza interna.

Encontré satisfactoriamente el cambio de un reino embrujado hacia un santuario divino. La temática del bien y el mal nunca deja de ser novedoso en este mundo de magia inspirado en algunas ideologías o elementos utilizados en Stardust y Las Crónicas de Narnia. El robo de la juventud y el retorno de la naturaleza majestuosa son manejados con excelencia y gracias a la música, sobresalen por llenarnos ese vacío con esperanza. Asimismo se rompen los estereotipos y la narrativa obtiene dos cambios esenciales donde se convierten en sorpresas gratificantes por su giro inesperado.

Entre el desarrollo de personajes, se cumple en definirnos a Ravenna, Blanca Nieves, el cazador y hasta inclusive al duque William por más simple que sea su propósito. Lo esencial es que el trio estelar aporta un buen sentido a la obra. La preocupación recae en los siete enanos debido a que son muchos personajes secundarios para tratarse en la segunda hora. Sin embargo, los críticos no deberían ser duros con este aspecto, puesto que juegan el mismo papel de los animales el cual consiste en brindarle ese soporte a la protagonista.

Aunque no lo crean, esta película representa el debut direccional de Rupert Sanders. Previamente no contaba con experiencia en este género ni mucho menos en el cine. No tengo la menor idea de cómo fue a dar a Universal Studios pero alguien probablemente notó su potencial en sus comerciales del videojuego de Halo ODST. Y no se equivocaron en lo absoluto. Con el reparto, Sanders coordina y los deja ser ya que los actores no están esforzándose por ser los mejores sino están desenvolviéndose exactamente como esos personajes.

Sanders sigue el ritmo de la historia explorando las localizaciones, pausando con escenas dramáticas, constantemente juega con los tonos de intensidad, invierte comedia, nos conmueve y no se le escapa un par de sustos. Debido a su compatibilidad también con los responsables de la edición, no me extrañaría verla nominada en el futuro porque sus encuadres, coreografías de acción, sonido y efectos especiales son de primera clase. Tampoco se descartan el vestuario, la cinematografía y la dirección de arte; no estarán a la altura de Alicia en el País de las Maravillas, pero se defienden por su propia creatividad.

 
La composición musical de James Newton Howard juega un papel primordial porque nos impacta durante sus dos horas de duración. Nos hace sentir toda clase de emociones y nos pone ante la presencia de que estamos frente a un suceso épico. Los efectos especiales nos enganchan desde el inicio. Cada una de las escenas de la Reina Ravenna usando su magia es contagiosa, la psicología del Bosque Oscuro es inquietante mientras la visita al Santuario nos llena de grandeza. Más no nos podemos olvidar de la batalla conclusiva y el duelo personal en el palacio.

Kristen Stewart se ve preciosa como Blanca Nieves y podría decirse que actúa similar a Bella cuando enchueca esos labios en señal de nerviosidad. Honestamente no me molesta porque podría ser su firma. Por otra parte, su inocencia es su gran predominio y es un personaje que evoluciona de princesa a guerrera. Sabe expresar el miedo, apreciar la belleza y combatir la maldad aunque deba derramar una lágrima. Como podrán ver, se le exigió un poco más que la frialdad mostrada en La Saga de Crepúsculo.

La primera media hora le pertenece a Charlize Theron y la provecha al máximo como Ravenna . No puedo evitar saborear cada minuto de su interpretación porque no sólo es una villana por naturaleza, su pasado es mostrado brevemente y su trastorno se evidencia en sus gestos faciales. Cuando alza la voz, nosotros estamos al pendiente de cada palabra pronunciada. No sólo nos provoca repudio sino sentimos lástima por su forma negativa de ver y tratar al mundo.

Con esa cabellera café, Chris Hemsworth es irreconocible como Thor. Ello es bueno porque finalmente podemos verlo como un simple hombre con errores y falta de fe. Fácilmente entrega el mejor diálogo en compañía con la mejor risa. Este actor posee una cualidad y es la de ganarnos su simpatía. A simple vista parece una buena persona y no sé si se deba a su carisma ya que como lo hizo en Thor, Los Vengadores y brevemente en Star Trek, nos deja una muy buena impresión.

Sam Claflin, a quien anteriormente reconocerán por su participación en Piratas del Caribe: Navegando Aguas Misteriosas, se destaca como el hijo del duque William. Tiene cierta presencia y contribuye a las secuencias de acción. Curiosamente vuelve a actuar al lado de Ian McShane (También Piratas del Caribe 4) quien en conjunto con Bob Hoskins y Ray Winstone, son estables como algunos de los enanos.

En conclusión, no será la versión perfecta del cuento aclamado pero es un inicio sólido para una era oscura, épica y aventurera en el mundo de Blanca Nieve que inevitablemente inspirará a otras adaptaciones de princesas o brujas como está sucediendo ahora mismo con la filmación de Maléfica.

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