sábado, 6 de octubre de 2012

Crítica de Búsqueda Implacable 2 (Taken 2)

 
 
Sentía un poco de nerviosismo ya que cada medio crítico ha tendido a referirse a esta secuela como una gran decepción. Aun así la primera recibió un ligero positivismo del 60% y concluyó como un éxito sorpresa del 2008 al recaudar $ 145 millones en los Estados Unidos y poco más de los $ 200 millones mundialmente. Por lo tanto una secuela fue confirmada y la espera de cuatro años valió la pena.  
 
La premisa es bastante sencilla en la tradición de la original: fijada un año después del secuestro/rescate, uno de los padres de los secuestradores fallecidos jura vengarse del responsable con el absoluto apoyo de sus familiares o miembros de la mafia. Tras el doloroso entierro, inmediatamente ponen en marcha un plan para descubrir la identidad del agente retirado y desatarle el infierno no sólo a él  sino a toda su familia.
 
Nuevamente se emplean tres actos: el primero consiste en desarrollar a los personajes y comprender sus asuntos, el segundo sucede lo inesperado dando comienzo a una batalla tensa y el tercero, un poderoso clímax acompañado de una satisfactoria catarsis. Retomando el primero acto, me da gusto ver cómo la relación familiar creció entre Bryan y su hija Kim. Siendo también una grata sorpresa la inclusión y extensión de Leonore, la esposa de Bryan.
 
Sin duda las lecciones de manejo entre Kim y Bryan no sólo fueron insertadas por pretexto narrativo, sino se justificó en probablemente una de las mejores e inquietantes persecuciones desde La Supremacía Bourne. Asimismo los problemas matrimoniales de Leonore le dan ese giro necesario a una emergente franquicia. Innegablemente se puede mostrar la influencia de El Imperio Contrataca ya que no sólo el protagonista sino el trio familiar son llevados hacía el limite de sus vidas.
 
En la antecesora, Bryan Mills estaba en la búsqueda de forma discreta. Además el villano consistía en el propio comercio del secuestro. Esta vez, el antagonista es notorio y no existe lugar para sorpresas o secuencias de reconocimiento. El constante suspenso evolucionó a una exquisita tensión, en otras palabras, uno se encuentra al borde de sus asientos anticipando lo peor.       
 
El enfoque del guion de Luc Besson es mucho más personal y me da gusto experimentar la ampliación de los papeles de la madre e hija. Asimismo aplaudo la presencia del antagonista porque ahora vemos un aspecto controversial en las mentes criminales de esta nefasta industria. No sólo son criminales despiadados sino incluso poseen sentimientos entorno a los caídos.   
 
Sin embargo, Besson no sólo fue el responsable de redactar esta admirable continuación sino se hizo cargo de dirigir impresionantes secuencias de acción, actuaciones de primera clase y una edición de acorde a la brutalidad de la temática tratada. Inevitablemente la inspiración de las secuelas de Bourne está presente en la inestabilidad de los encuadres y su elegancia en los combates personales.
 
¡Liam Neeson cumple con las expectativas! Así  es, muchos descalabrados, brazos rotos, caídas brutales, disparos, explosiones y una interesante secuencia de rastreo durante el secuestro. Gracias a sus papeles en Batman Inicia y Cruzada, este actor recibió la oportunidad de dominar este género con esta franquicia la cual residirá en una tercera parte porque Neeson oficialmente se posiciona en la élite de Matt Damon (Bourne), Tom Cruise (M:I) y Daniel Craig (007).    
 
Esta vez Maggie Grace no juega el papel de la víctima sino adopta un carácter defensivo sin descuidar sus limitantes como una jovencita inexperimentada. Su personaje es más cálido y la principal fuente de diversión por su etapa de adolescencia. Su momento de oro es fácilmente la persecución en la ciudad de Estambul. Entre otros actos sobresalientes se encuentran: el escape en los techos, la búsqueda en el Hotel y las escenas con las granadas.   
 
Asimismo Famke Janssen no sólo se observa al principio y al final de la película, sino se encuentra presente en toda la duración de la trama. El aspecto emocional es justo lo necesario para mantenernos en un estado de desesperación ya que nos encontramos deseándole lo mejor. Indudablemente posee una excelente química con Neeson y a la vez, cuenta con el mejor diálogo de la película.   
 
¡Rade Serbedzija es un sublime villano! Sólo se necesitó de una escena con Neeson para verdaderamente detestarlo como ser humano. Cada diálogo lo ejecuta con una poderosa malicia física y perfecta pronunciación. Realmente es una ofensa verlo llorar por su hijo sin importar la terrible maldad detrás de sus acciones.   
 
En conclusión, Neeson demostró más superioridad que todo el elenco de Los Indestructibles 2 y en el proceso, devastó la secuela de El Legado Bourne. Indefinidamente esta secuela debe verse por su infinito sufrimiento, cinematografía urbana, edición de sonido y sobretodo, más palizas entregadas personalmente por el Sr. Neeson.
 

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