La película
estelarizada, escrita y dirigida por Kuno Becker consiste en un intenso
suspenso donde cuatro paramédicos americanos se ven atrapados en la frontera
mexicana tras decidir rescatar a un herido de bala. Esto a su vez nos despierta
el interés por saber cómo proceden los equipos de rescate en cuanto al infame código
referido como Pánico 5 Bravo.
Para tratarse de la
primera vez como director, debo confesar que Becker entrega más de lo que se esperaba.
De por sí ha sido un buen actor, quizás uno de los más devaluados en el sentido
en que tienden a ignorarlo en Hollywood; a diferencia de Michael Peña quien
comienza a arrasar tanto en el mercado latinoamericano como estadounidense.
Mi conflicto con
Becker radica en su guión, sencillamente es demasiada información para un
relato de 80 minutos. Aquí es donde curiosamente debo señalar que el desarrollo
de personajes es excesivo debido a que cada minuto se nos bombardean secretos
extremistas que no coinciden con los estereotipos presentados. Un par de
minutos y todos se tornan ¡psicópatas profesionales!
Entiendo la intención
de mantenernos con tales giros pero esto son contraproducentes porque evitan
que disfrutemos la película. Sólo uno de los cuatro actores nos gana nuestra
simpatía y curiosamente se trata del más limitado. En cuanto al resto, se nos
describen como bipolares, comprendo que bajo esas circunstancias todo puede
suceder, pero en sí ¿Cuál era el mensaje?
Desde otro enfoque, la
narrativa es sugestiva, me intriga tanto haber escuchado las intenciones del
Gobierno Estadounidense sobre nuestro sistema de seguridad corrupto. Quizás no
de quién vino. Eso de las narco-ambulancias no tuvo precio y a su vez nos pone a pensar en su disponibilidad
en los cines. Realmente se manejan temáticas tan fuertes que podrían llegar a
ser ciertas.
Como es de esperarse,
esta película es antipatriótica y quizás a muchos mexicanos no les guste para
nada escuchar algunas de nuestras terribles verdaderas. No todos somos así,
pero me temo que la tendencia general ha ido posicionándonos como los más incivilizados
del mundo. Tampoco descartemos los carteles y el mundo de las drogas los cuales
ya comienzan a cansar por no salirse de lo mismo.
Otro punto a favor
del actor de Gol, es notar que después de todo sigue firme a sus raíces.
Recurre al idioma español en algunas escenas y tiende a recordarnos de sus
vivencias. En momentos nos defiende pero debido a su dirección extremista, su
personaje termina dejando mucho por desear. No lo niego, hace su mejor esfuerzo
pero para ser el protagonista, terminé enfurecido por su estilo tomado.
En conclusión, Becker
tenía una poderosa historia, un suceso original con demografía tanto americana
como latina cuyo error radico en haberse dejado influenciar por las reglas
típicas del género de horror a pesar de haberla desenvuelto en un notable
suspenso que nos puso el borde de nuestros asientos. Emocionalmente es una
travesía conflictiva porque al final no sabemos qué pensar al respecto.
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