La readaptación del cuento popular de Rudyard Kipling regresa a la
pantalla en una aventura más oscura, madura y de constante suspenso. Respaldado
por un elenco estelar de voces, Neel Sethi interpreta a Mowgli, un cachorro
humano criado por una manada de lobos que ante una acechante amenaza, debe
abandonar la jungla e ir a la villa humana para lograr estar a salvo.
No quiero indagar en el drama ni especificar sucesos que podrían ser
familiares por quienes hayan visto la caricatura clásica de 1967. En sí no
quiero restarle de la emoción que sentirán porque el guionista Justin Marks
hizo un gran trabajo en pulir esta obra mediante con un profundo desarrollo del
personaje principal.
Cuestión de dejarse llevar por la experiencia de este pequeño Mowgli y
créanme que una vez que Sethi entra en acción, al instante nos convence que no
hubiese existido otro actor capaz de transmitir esa tremenda caracterización.
Sensible, valiente, temeroso, irónico, estas y más son las expresiones que
destacamos conforme nos adentramos al corazón de la jungla.
Claro que el mayor beneficio viene de las contribuciones de Bill
Murray, Ben Kingsley e Idris Elba. Tanto dramatismo en sus voces hacen eco
durante los 105 minutos de duración. Tampoco nos olvidemos de Idris Elba,
Scarlett Johansson, Giancarlo Esposito y Christopher Walken. Así es, dos actores
nos sorprenden con dos canciones que inevitablemente brindaran nostalgia.
Estoy impresionado con la cinematografía, una edición bellamente
fluida en mi sincera opinión considerando la rectitud de los encuadres
seleccionados. Los paisajes lucen no sólo por su textura visual sino por la
extraordinaria ejecución del sonido. En
pocas palabras se cumple con el contexto selvático y el misterio se realza con
la fascinante ciudad en ruinas y la Flor Roja.
Inclusive la iluminación empleada beneficia a esta de por sí
espléndida atmosfera de Jon Favreau. Disney debe sentirse orgulloso de contar
con una mente creativa como la de este actor y director, cuya segunda labor se
aplaude por hacer lo mismo de Ang Lee cuando se decía que filmar La Vida de Pi
sería imposible y he aquí Favreau hizo lo imposible posible y de gran forma.
Se nota el respeto que tiene Favreau al libro y quizás a la versión
animada, aunque siendo honesto, no la recuerdo en su totalidad dado que no me
gustó cuando era niño. Tampoco puedo evitar sentir ciertas similitudes lo cual
me ayuda a hacer la transición a este mundo similar al Planeta de los Simios: Confrontación
y Avatar.
Lo lamento por Andy Serkis y su propio recuento de la misma historia
bajo el subtítulo de Orígenes. Con el reciente anuncio de una segunda parte
para ese mismo año 2018, me temo que Warner Bros deberá pensarlo dos veces
antes de seguir porque Disney le ganó la partida y lo hizo con estilo, calidad
y grandeza taquillera.
Por ende concluyó en que El Libro de la Selva es una película que no
tiene límites cuando se trata de edad o estado. Seas padre de familia, soltero,
joven, adulto o por supuesto un niño, podrás disfrutar de su exquisita
narrativa, toque emocional, estilo clásico-musical, constante acción, aventura
y de los personajes inolvidables.
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