Si quieres tener un panorama claro del proceso socio-político-científico que abarca una epidemia, entonces Contagio es la película que has estado buscando y más por enfocarse en nuestro entorno actual. Existe mucha conciencia de por medio y los datos estadísticos son tan realísticos que nos causaran un poco de tensión o dolor de cabeza debido a que este asunto es bastante intenso de observar y difícil de digerir.
Esta obra de suspenso está correctamente adaptada y podría tratarse de documental por su veracidad contextual en el guión. Excluyendo su trabajo confuso y delimitado en El Informante, Scott Z. Burns se apoya en su éxito de El Bourne Ultimato y le inyecta esa misma dosis de adrenalina haciendo que este evento viral se convierta en una imparable travesía dentro de todos sus aspectos narrativos. Precaución, se requiere de absoluta atención porque cualquier distracción y date por descarrilado.
El esquema está dividido en seis puntos de vista protagonizados por un personaje clave en cada uno. Entre estos se encuentran víctimas, políticos, investigadores, científicos, reporteros, civiles, etc. El elemento que tienen en común es el miedo a lo desconocido, en otras palabras, al virus la muerte. Desde el inicio, la trama arranca apoyándose en un esquema sistemático de días con la infección, omitiendo inteligentemente el día 1.
No se preocupen por la ausencia prematura del punto de origen, les garantizo que esta película no deja cabos sueltos. Sin embargo, es bastante emocional y propensa ante los individuos con fobias a las enfermedades. Después de verla, querremos no tocarnos tan frecuentemente ni siquiera entre nosotros mismos. Tampoco pudieron faltar los errores humanos que conducen al pánico y la reacción de la gente ante el peligro inminente.
El director Steven Soderbergh no es extraño en cuanto a esta clase de temas controversiales y de estilo crítico. Es más, muchos le han de tener aprensión porque este hombre no teme mostrar las cosas como son. En veces suele no hallar el modo correcto y la decepción se encarga de anular ese desempeño, mas este no fue el caso ya que contamos con una magnifica ganadora.
En parte a su gran experiencia al tratar con reparto estelares, Soderbergh aplica la misma dirección y flexibilidad a sus actores porque cada una de las actuaciones se ven tan naturales y seriamente creíbles. Bajo ninguna circunstancia se emplea el melodrama, al contrario, lo sentimental se desenvuelve en momentos delicados siendo opacados al instante por la frialdad de los protagonistas ante el escenario infinitos de decisiones.
Cabe destacar que los diálogos están dentro del contexto y no son complicados de entender debido a que este género es más común por más técnico que suenen los conceptos. Lógico e ilógico como creíble o no creíble. Esa es la magia del director, hacernos cuestionar sobre el sistema médico en caso de una epidemia global. Asimismo cuestionarnos a nosotros mismos por las posibles acciones que podríamos ser capaces de hacer por nuestra propia salvación.
Básicamente se requirió de mucha psicología, movimiento colectivo y estudio viral, algunos de los actores de este filme contó con las tres características mientras otros sólo requirieron de una sola. Aun así no fue una tarea fácil debido a que cada personaje es complejo y esto es un logro difícil para un tiempo limitado de 30 minutos. No obstante, el elenco cumplió con los requisitos y por ello, hablaré de cada uno por orden de apellido.
La ganadora del Oscar Marion Cotillard se nos muestra fría y directa, su objetivo es entretenido porque trata de la búsqueda de cómo surgió el virus. A veces ahí yace la clave para descubrir un antivirus si es que el virus viene de un animal o alimento como suele suceder. No que sea el caso necesariamente. Este relato se desvía de su curso por un giro inesperado y esto provoca que su recepción sea dudosa porque depende de nuestra moral. En este sentido, Cotillard da mucho más con lo poco que se le concede.
Reuniéndose por quinta vez con Soderbergh, Matt Damon adopta el ser humano común y padre de familia. De una escena para otra, debe poner la trama en el mapa y lo logra con sutileza ya que sus escenas en el hospital son conmovedoras. Por otra parte, ser padre le ayudó mucho porque ejerce esa costumbre de sobreprotección que en momentos tendemos a ver mal pero bajo estas situaciones extremas, parecen ser las indicadas. Desafortunadamente su clímax está al inicio porque de ahí en adelante es recto. No que sea malo, pero simplemente no va en ascenso comparado con los otros.
El subtema céntrico y mi favorito sería el frecuentado en los Centros de Control y Prevención de las Enfermeras. Este liderazgo le pertenece a Laurence Fishburne y es grato no verlo tan dominante o prepotente como suele hacerlo. Todo lo opuesto, es la excepción de la manada por su humanismo lo cual se me hace inusual imaginar tal existencia en esa clase de bases. Más todo es posible al igual que los errores humanos. Este personaje se encarga de los asuntos administrativos, políticos y de investigación. En resumen, nos da todo el panorama y lo procesamos adecuadamente gracias a su esfuerzo en adueñarse del conocimiento del oficio.
El periodista que interpreta Jude Law es uno de los personajes que no formulé química y es inusual debido a mi cercanía con ese campo de trabajo. Bueno, mejor dicho carrera en los medios de comunicación. La palabra lo es todo y más cuando se es digital. Escéptico y demasiado cuestionador, sus puntos de vistas no son nada nuevo del mundo pero la forma de referirse a ellos son su sello personal. Law ignora su carisma y emplea la inconformidad y por ende entrega una caracterización poco ortodoxa que como muchos apreciaran otros la detestaran. Honestamente, esa es la belleza de su sendero.
El personaje de Gwyneth Paltrow básicamente aparece para morirse, no se enojen por esta supuesta revelación, claramente lo podemos ver en los avances. Creo que es la que menos tiempo goza de los seis, pero aun así esta actriz entrega una de las mejores muertes en la historia del cine. Esta sola escena te pone de nervios, incluso, hubo una persona en el cine que tosió durante esas escenas así que más paranoico no me pude haber sentido. Sorpresivamente Paltrow define a esta mujer en lo absoluto. Contemplado el accidente y la escasez de su presencia, no llegamos a crear un lazo.
A diferencia de la elegante Kate Winslet quien a pesar de estar un poco desaliñada y sin sonrisa alguna, nos enlazamos con ella generando un sendero de armonía. Su estilo profesional es impresionante al igual que sus discursos estadísticos. Creo que este fue mi segundo subtema favorito y curiosamente también se ejecuta con insensibilidad y polémica. Así es, muchos factores y métodos se reprenden. Es una pena el giro que adopta esta historia, pero no puedo negar su sobresaliente historia gracias al talento de Winslet. No pude haberme imaginado a otra actriz capaz de desarrollar tales sentimientos y expresiones.
No puedo dejar pasar tampoco la composición musical, la vibración de los tonos electrónicos cumplen con ocasionarnos estrés o prepararnos para enfrentar la realidad, especialmente en la parte conclusiva. La cinematografía por más limitada que sea, sigue siendo extraordinaria por todas las localizaciones filmadas. Entre estas: Atlanta, Chicago, Minneapolis, Dubai, Japón, Suiza, Reino Unido, Brazil, Malasia, Japón y Hong Kong. Aprovechando este último ¿por qué será que Hong Kong tiende a ser un punto de origen epidémico?
En conclusión, este filme multifacético sobre la salud pública y respuesta científica contiene muchos escenarios cuya aproximada veracidad causa un impacto psicológico-emocional. Cosas tan sencillas son capaces de crear una pandemia y alterar el balance de la vida. A su propio modo, es un paquete completo sujeto a crítica social y científica, aunque su debilidad recaiga en una ejecución directamente fría y anticlimática. No obstante, habrá mucho de qué opinar e inclusive adoptar de ahora en adelante.
¡Recuerda lavarte siempre las manos!
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