Si hubiesen optado
por apoyarse en Jack Ryan Jr., no sólo contarían con el respaldo de la trilogía
clásica sino también el propio Harrison Ford podría haber regresado momentáneamente
como el icónico Jack Ryan que todos conocemos y queremos. Apoyando en el
proceso a su hijo quien de acorde a las últimas novelas de Tom Clancy, andaba
detrás de los pasos de su padre.
Sé que he insistido
bastante en este tópico pero tras ver esta readaptación basada sólo en los
personajes de Clancy, honestamente no sé por qué no se les ocurrió a los
productores. Obviamente estaban pensando en Casino Royale, Misión Imposible,
Protegiendo al Enemigo, Identidad Desconocida y hasta Agente Salt; de lo
contrario no tuviéramos todas estas referencias durante su duración de 105
minutos.
Pero esto es un
borrón y cuenta nueva, aunque me duela aceptarlo debo poner mi mente en blanco
y eliminar la franquicia existente en orden de poder analizar este nuevo giro
de eventos. Primeramente a uno se le dificulta crear esa conexión emocional con
Jack Ryan por la forma en que fue motivado a luchar por su país, además de
tomarle todo un proceso de 10 a 13 años de los cuales sólo estuvimos presente
en un par de segmentos.
El contexto geopolítico
y el análisis de la información siguen en pie pero retransmitidos desde el
segundo plano. La involucración de Rusia, las Naciones Unidas y Wall Street
carecen de fortaleza narrativa por un respeto excesivo. Tal parece el guionista
no quería meterse en problemas con los territorios foráneos al instante de
estrenarse. A pesar de ello, es una historia decente con un buen ritmo.
Kenneth Branagh asume
la dirección y en cierto modo me sorprende que haya simplificado la relación
entre Jack y Cathy Muller. Previamente hizo un excelente trabajo al definir el
conflicto familiar en Thor, pero en esta ocasión el tiempo es demasiado corto
para evolucionarlos y anti-climático por la comicidad de las problemáticas.
La edición pone en prioridad
al suspenso y a la propia acción la cual sirve de motivadora en el desarrollo
de los personajes de los cuales no llegan a sentirse complejos. La música es
pasable, la tecnología atrae como siempre y básicamente el sello de este
reinició reside en las secuencias de acción debido a que están apropiadamente coordinadas
y ejecutadas.
Todavía noté verde a Chris
Pine, haciendo referencia al personaje que Harrison Ford puso en el mapa y que
el ganador del Oscar Ben Affleck lo interpretó dichosamente a su propia manera.
No cuestiono el esfuerzo de Pine, es sólo que su actuación está en la liga de
Ryan Reynolds en Protegiendo al Enemigo. Lamentablemente le pasó lo mismo que a
Alec Baldwin en La Caza del Rojo Octubre,
me lo opacaron por el talento veterano.
Es grato contar con
la bellísima Keira Knightley quien se le da la oportunidad de actuar en lugar
de quedarse sentada en su casa o en el hospital. De hecho sus dos escenas con
Kenneth Branagh son fácilmente los mejores momentos dramáticos en mayor parte a
la postura expresiva del Señor y Director Branagh.
Kevin Costner volverá
a interpretar a Thomas Harper en una película oficialmente basada en una de las
novelas de Tom Clancy, lo cual me da mucho gusto porque éste se roba la función
y ello que ni siquiera llegamos a saber nada de su personaje. Podría estar mintiéndonos
con esa inexpresividad pero no nos importa porque a pesar de estar mayor y verse
mayor, nos demuestra su capacidad de ejecutar correctamente el trabajo.
En conclusión, Jack
Ryan: Código Sombra no hará felices a las personas que crecieron o estuvieron cuando
los clásicos se estrenaron. Asimismo le costará trabajo conseguir nuevos
seguidores dado los fenómenos mundiales de Misión Imposible: Protocolo Fantasma
y 007: Skyfall. No obstante, es una buena adaptación de espionaje que pudo
haberse pulido bajo los antecedentes ya establecidos.
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