El Director,
guionista y productor David O. Russell nos impacta por tercera vez consecutiva
con esta adaptación basada en la operación ABSCAM de la FBI realizada cerca de
los años ochenta. Se requiere un poco de paciencia especialmente en el primer
acto debido a que los protagonistas se desenvuelven individualmente hasta
entrelazarse los caminos con el resto de los integrantes y dar rienda suelta a
la historia principal la cual nunca deja de sorprendernos por las intensas y
magnificas actuaciones de los cinco involucrados.
Si no fuese por la
limitante de cuatro categorías, Jeremy Renner estuviera también nominado ya que
su interpretación es maravillosamente convincente. Incluso nos pone a pensar en
la naturaleza misma de gobernar limpiamente pero a su vez estar expuestos a la
corrupción mediante un propio engaño del mismo sistema. Las escenas compartidas
con Christian Bale prenden algo en el interior de este personaje haciendo adquirir
un golpe de conciencia.
Algunos en los medios
se atrevieron a referirse a Bale como el entrometido en las nominaciones a Mejor
Actor en los Premios Oscar. Honestamente este actor se la merece al igual que
el resto por desenvolverse de manera distinta a sus interpretaciones pasadas. Con
esa subida de peso y calvicie es irreconocible, pero sobretodo su
comportamiento es lo que nos intriga y a su vez nos genera compasión porque descubrimos
que esta persona no tiene más que buenas intenciones reservadas en su interior.
Reuniéndose con Amy
Adams, la química difiere de El Peleador, no son la pareja ideal pero de alguna
forma nos demuestran lo opuesto aunque la mayor parte del tiempo, se encuentren
apostando sus jugadas. La seguridad de Adams es impresionante en aquellos
atuendos reveladores que la hacen relucir como una diosa. Mas su
caracterización de mujer inteligente y provocativa, nos mantiene al acecho de sus
propias tácticas.
De aquí la escena que
comparte con Jennifer Lawrence en el baño de mujeres podría señalarse como el
mejor momento dramático de la película y a su vez el justificante por si alguna
de estas dos excepcionales mujeres se lleva la estatuilla. Divertidamente Lawrence
se adentra a un clásico estereotipo logrando llamar la atención del público,
probablemente nadie se la esperaba verla así y por tanto se comprende su
retorno a la contienda de nominaciones.
Interesantemente el
año pasado Bradley Cooper y Lawrence nos robaron el corazón con sus errores,
ahora sus errores nos hicieron detestarlos por su excesivo egoísmo. Desafortunadamente
no comparten ninguna escena juntos lo cual hubiese sido sugestivo. La nueva
faceta de Cooper nos desatiende con su impulsividad y nos mantiene en suspenso
por las acciones desatadas por su egocentrismo.
Enhorabuena contamos
con la presencia de Robert De Niro quien es excelente en este papel, siendo el
actor favorito de Cooper ya van tres colaboraciones que realizan juntos. Cabe
destacar que los gestos que se intercambia con Bale denotan potencial por si en
un futuro deciden trabajar juntos. Tampoco descartemos a Michael Peña, quien la
hace de árabe apoyándose en su descendencia mexicana.
Quien esté
familiarizado con el estilo de David O. Rusell, a estas alturas debe saber que todo
recae en los conflictos personales ya sea por sí solos o dentro de un grupo en
particular. Las decisiones, las discusiones, los actos, el vestuario, la música,
la cinematografía y el arte deben estar relacionados entre sí pero no sólo enfocándose
a las cosas buenas sino considerando lo malo de aquél ambiente. La familia disfuncional
y los errores humanos son nuestro enganche y O. Russell no decepciona en lo
absoluto.
De hecho, si alguna
vez los cuatro actores, actualmente nominados al Oscar, llegaron a tener una
figura estereotipado, oficialmente aquí se quebró. Cualquiera merece ese
primero o segundo reconocimiento porque sin ellos la adaptación hubiese
fracasado. Se requiere de un grado de identificación individual y una colaboración
colectiva que O. Russell echó a andar gracias al esfuerzo y dedicación de su
elenco favorito.
En conclusión, merece
estar nominada en esas diez categorías aunque las posibilidades de triunfar no
estén a su favor por estar vinculada a la comedia. Además su contenido es anti-americanista
pese a contener un buen mensaje y promover algunos valores. Indudablemente te
pone mucho a pensar en el arte de sobrevivir y de adaptarse que es imposible
dejarla desapercibida. Escándalo Americano es una de esas joyas cuya inusual belleza
resplandece entre el resto.
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