martes, 23 de septiembre de 2014

Crítica de Cantinflas


¿Cómo está la primera adaptación biográfica de Cantinflas? Debo admitir que para una película mexicana resultó bastante decente. Se puede percibir un nivel de calidad y profesionalismo en la cinematografía, la edición, sonido, el vestuario y el arte.

Como era de esperarse, el actor español Óscar Jaenada es el foco de atención y la verdadera razón por la cual esta función termina entreteniéndonos de buena manera. No que el resto del elenco no cumpla con los requisitos, simplemente fueron tratados como extras.

A excepción de Michael Imperioli cuya presencia consiste en atraer al público americano a través de su personaje Michael Todd, las actuaciones de Bárbara Mori, Adal Ramones, Joaquín Cosio, Eduardo España, Anna Layevskaya, Luis Arrieta y Luis Gerardo Méndez son sólo apariciones.   

El reparto es pasajero como el aire a excepción de Ilse Salas quien en su interpretación de Valentina Ivanova, obtuvo un poco más de tiempo. No obstante, encuentro desaprovechado que haya sido empleada mayormente para los momentos de tensión, que a su vez no logran conmovernos.

La personificación de Jaenada merece reconocimiento pese a su comportamiento poco popular con los medios. No cualquiera puede interpretar a Cantinflas y mucho menos alguien de sangre española. Quienes hayan visto las películas, saben que Jaenada lo conquistó.

Mi desacuerdo se basa en el guión, algo superficial para mi gusto y demasiado cuidadoso ¿Para qué tocar partes sensibles sino se pensaban desarrollarse? Por otro lado, Jaenada y Méndez compartieron una maravillosa química como Shilinsky y Cantinflas pero nunca llegamos a saber los motivos de su separación.

Me quedé sumergido con esta relación que me hubiese gustado verlos interactuar en más de tres escenas; incluso en cuestiones de amistad, no tanto de teatro. Esto hubiese dado peso a la escena de confrontación entre ambos porque se es difícil sentir algo cuando se carece de un fundamento narrativo.

Todo parece indicar que Mario Moreno prefería que se le dirigieran como Cantinflas, pero de mi lado me hubiese gustado haber visto ese estrago entre su identidad y la noción del público ¿Realmente estaba satisfecho con ser recordado de esa manera? ¿Nunca intentó romper el encasillamiento?

El director y guionista Sebastián del Amo fue rígido y frío en tanto al guión como en el desenvolvimiento fílmico. Quizás eran muchos acontecimientos por contar en 106 minutos. Lo ideal hubiese sido extenderlo a 180 minutos. Siendo honestos, la historia lo acreditaba.

Esta adaptación debió haber adoptado un estilo artístico y no comercial. 100% mexicana pero al final la percibo mayormente dirigida para la audiencia estadounidense, principalmente por la presencia de Michael Todd a quien se nos describe lidiando con su mega-producción de La Vuelta al Mundo en Ochenta Días.

Para los conocedores, saben que aquella adaptación significó bastante para nuestra figura internacional, pero yo hubiese puesto los pies firmemente en México. En otras palabras, la historia de Mario Moreno debió haber estado en primer plano y no siendo opacado por la filmación de Todd.

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