sábado, 30 de mayo de 2015

Crítica de Terremoto: La Falla de San Andrés (San Andreas)


La Falla de San Andrés es imprevistamente activada ocasionando que el Jefe Rescatista Ray Gaines se reúna con su hija y ex-esposa haciendo todo lo posible para mantenerlas sanas y salvas conforme el mundo se colapsa ante los terremotos más altos registrados en la historia de la humanidad.   

Debo confesar que sentía nervios de acudir a ver esta adaptación de desastre, primeramente porque tiendo a sugestionarme con el fin del mundo, aunque posteriormente del 2012, ya no tanto. De vez en cuando se antoja una típica película de acción con infinitas explosiones y para nuestra sorpresa, San Andreas nos cumple con eficacia.

Existen algunas rupturas en el guión, ya que de las tres historias presentadas solamente la principal con Ray Gaines sobresale mientras la de Blake Gaines se torna redundante y no se diga la del Dr. Lawrence Hayes la cual pierde peso al carecer de un impacto científico. Presiento que si se hubiese eliminado esta tercera, la de Blake hubiese tenido un mejor desenvolvimiento.

El corazón de la película recae indefinidamente en Dwayne Johnson como el Jefe Ray Gaines, desde su primera escena logra posicionarse como un auténtico héroe militar aunque ahí no radica su fortaleza, oh no señor, su vulnerabilidad como padre de familia nos hace conectarnos en un tono humano logrando así captar nuestra plena atención en estas casi dos horas de tensión.

Carla Gugino como Emma, la ex-esposa de Ray, se beneficia del profesionalismo de Johnson y en cierta manera termina sintiéndose como la acompañante en lugar de la protagonista. Lo opuesto de Alexandra Daddario quien en el papel de Blake, lidera a los simpáticos Hugo Johnstone-Birt y Art Parkinson. Este trío compensa la ausencia de un tratamiento profundo en sus personajes con su tierna química en pantalla.   

Desafortunadamente los grandes desaprovechados fueron Paul Giamatti y Ioan Gruffudd. Su presencia no aporta ni resta importancia a las temáticas principales. Claro está que existe una referencia clave en un diálogo de Gruffudd conforme presume de una de sus construcciones, mas el no hacerle caso, provoca que se pierda.

La política no estuvo presente lo cual se los aplaudo. Asimismo lo científico estuvo pero no del todo claro, lástima porque la introducción de los terremotos en conjunto con algunas menciones históricas nos hace concientizar sobre este devastador fenómeno. Aun así terminan debiéndonos algunas explicaciones, sobre todo con respecto a la medición de sus predicciones.

Previamente Brad Peyton atrajo la atención de Hollywood con Viaje 2: La Isla Misteriosa, no sólo logrando una colorida secuela familiar de acción y aventura sino un éxito taquillero de $ 325 millones de dólares a nivel mundial. Aquí retoma aquella formula y nuevamente se apoya en las tablas de su protagonista Johnson dejándolo brillar exactamente como debería.

Justamente lo que necesitamos, una adaptación digna de su género. Superior a 2012 aunque genérica por reciclar la estructura de El Día Después del Mañana. En ocasiones es cursi pero visualmente lo compensa con secuencias masivas de destrucción que te dejaran sin aliento dada la enorme magnitud de su detallada edición, balanceada dirección y profesionalismo de Johnson.    

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