Cuando las cosas se salen de control en un operativo, la analista Susan
Cooper decide aventurarse en el campo del espionaje con el objetivo de rastrear
una bomba nuclear cuya ubicación yace en manos de Rayna Boyanov, la hija del
objetivo a quien accidentalmente fue asesinado por uno de los agentes
encubiertos de la CIA.
En cierto modo puedo sentirla como una sátira y a su vez como un
homenaje a James Bond, especialmente por la grandeza sinfónica detrás de su
composición musical, la entrada con la canción, los gráficos, la elegancia, los
vestuarios, las herramientas de alta tecnología, las persecuciones, las
ubicaciones y en parte, las secuencias de combate.
La dirección de Paul Feig va acorde a Kingsman: El Servicio Secreto, posicionándose
así el buen sentido del humor. Debo confesar que encontré satisfactorio que no
se haya excedido en sus efectos especiales, ya que el maneja de la cámara lenta se dio más
para puntualizar la comedia, pero en sí, debo admitir que las coreografías lucen
por su agresiva y real ejecución.
Se cuenta con una edición limpia, recta y dinámica. En comparación con
las pasadas, ésta supera las expectativas en su cinematografía y montaje
artístico. Indudablemente se percibe como parte del clásico mundo de Bond porque
sus encuadres en resumen, captan no sólo la belleza de las ciudades sino su
esencia tanto en arquitectura, cultura e historia.
Aunque no lo parezca, hay mucho por apreciar en su guión. Para
tratarse de una comedia de acción, el desarrollo de personajes resulta eficaz
en conjunto con sus brotes de sucesos imprevistos. La trama sufre varios giros
de los cuales se compensan con la constante oleada de risotadas que te dejan
con buen sabor de boca tras emerger del cine.
Su contenido en sí nunca llega a ofender, al contrario, se torna una
excelente distractor para quienes tuvieron una semana complicada. Básicamente
tenemos de todo: romance, drama, acción, suspenso y suficiente humor para
mantenerte enérgico durante sus casi dos horas, lo cual no tiende a ser una
duración acostumbrada para este género.
La tercera contribución con Feig le benefició aún más a Melissa
McCarthy porque en lugar de recurrir a sus harapientas costumbres, McCarthy
aprovecho para darle un aspecto casual a su personaje. Todo lo referente a
Susan Cooper es creíble gracias a la espontaneidad en la que se desenvuelve
McCarthy.
Todos a su alrededor brillan dado a que es fácil de congeniar. De por
sí el elenco en general es magnífico, ahora al lado de McCarthy y del Feig,
simplemente agarran vuelo. Tal parece este dúo no sólo saca lo mejor de ellos
mismos sino también sacan lo mejor de los demás porque se ve claramente que se
la pasaron divirtiéndose durante todo el recorrido.
Obviamente Jude Law anda en los pasos de Bond y lo hace tan
increíblemente elocuente, Rose Byrne encajó
como la hermosa y malcriada antagonista, Jason Statham finalmente rompe el
encasillamiento con una comiquísima interpretación y tanto Miranda Hart como
Allison Janney nos roban un par de risas a su propia manera.
Posteriormente de Damas en Guerra, The Heat y ahora Spy, empiezo a
darle el beneficio de la duda al nuevo reinicio de Ghostbusters porque no
esperaba pasarla tan bien. Tal vez en cuestiones de vacilada sí más en ningún
momento anticipé su guión llegase a ser mejor que Kingsman y Comando Especial.
1 comentario:
Divertida película :) tienes que ver
spy pelicula completa
Publicar un comentario