Amazon Studios consigue un sentimental drama en toda su extensión,
bella en su cinematografía, caótica en su narrativa, con una humana dirección, recta
edición y esencialmente una poderosa entrega por Casey Affleck al interpretar a
Lee Chandler quien en un interminable duelo se pone al cuidado de su sobrino
tras la esperada muerte de su hermano mayor.
Los reconocimientos de Affleck están justificados, no que su interpretación
sea superior a los de sus competidores, simplemente se encuentra en la misma
liga por desenvolverse bajo un demandante y complejo rol emocional cuyo
melodrama no fue siquiera la base, sino la proyección misma de un hombre marcado
mentalmente por la tragedia.
En la silla del director, Kenneth Lonergan se toma su tiempo en
mostrarnos cada detalle de la vida de estas personas de las cuales a su vez desenvuelven
conforme reacciona el protagonista.
Sencilla y hasta espontáneamente humorística pero eficazmente seria, su
ritmo es pausado por lo que se requiere de atención porque tiende a profundizar
con escenas del pasado.
En ningún momento le resta el buen ritmo, al contrario, distribuyen la
tensión siendo un resalte la omisión de diálogos. Para depender de la música y
expresiones del elenco en ciertas escenas, es un gran mérito de Lonergan porque
suele ser de doble filo. Contagiarnos de ese dolor, silencio, culpa y
arrepentimiento, se requiere de tacto.
Con sólo un par de escenas y Michelle Williams recibe una nominación, y
con mucha razón al lado Affleck ya que comparten la mejor de todas, aunque para
Affleck, este mantiene muchas más al lado de Lucas Hedges quien tampoco se
quedó atrás viendo como también obtuvo la nominación como reparto. Cabe
mencionar a Kyle Chandler por su sutil desempeño.
Referida como un drama casero, tiene mucho valor sentimental del cual
te hará cuestionar sobre la vida misma, tu rol en esta y tu forma de percibir
ciertos riesgos. De qué tendrás una opinión, obviamente por su gran giro en el
intermedio. Quizás su única debilidad haya sido adoptar una especie de música
clásica-formal, en mi lugar lo hubiese aligerado con violines o acústica.
El tema principal es el cuidado de la juventud, la forma de lidiar con
las tragedias y aprender de ellas, ya que muchos tienden a quedarse aferrados
al pasado o hasta ponerse en fase de suicidio considerando la escena con la
pistola. No un relato de redención como quisiéramos pero si el de una
perspectiva no tan distante del sufrimiento humano.
Indudablemente sus seis nominaciones están justificadas: Mejor
película porque no veo una mejor manera a inspirar a los futuros guionistas o
directores a confiar en historias cuyo presupuesto sean inferiores a los $ 25
millones y donde los efectos especiales recaigan en actores de porte como
Affleck, Williams y Hedges.
Finalmente cabe señalar que además de director, Lonnergan también
lleva adherido el Mejor Guión Original y con buenas posibilidades. Con esto se
demuestra la buena mano que tuvieron John Kransinski y Matt Damon al atreverse
a producir este drama honesto que ha logrado dejar su huella entre las
nominadas.
Calificación: 4 de 5 estrellas
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