miércoles, 12 de octubre de 2011

Crítica de Gigantes de Acero (Real Steel)


Debo admitir que nunca esperaba tanto de esta producción de ciencia ficción al estilo Transformers + Rocky con la actitud de Wolverine. Para ser sincero, me arrepiento de no haber aplaudido con el resto del público y vaya que tuve mi oportunidad alrededor de cuatro veces. Hace tiempo que no me tocaba escuchar la emoción en una sala de cine, la última vez fue en el 2005 con el capítulo final de Star Wars.

Después de haberme sacado eso del pecho, puedo proseguir a analizar el filme con un poco de frialdad aunque me temo que me será imposible porque aún sigo cargando el sensacional espectáculo que ni siquiera la mismísima WWE puede darnos con sus dos programas semanales y pagos por eventos.

La mayoría de las críticas se enfocaron en la trama llamándola simple y exagerada, por mi parte es absolutamente más que simple, es un relato ficticio que tiene corazón y te cautiva desde la primera escena. Exagerada, quizás pero funciona porque es parte de nuestra imaginación. Inclusive no podemos descartar la posibilidad de ver luchas entre robots en un futuro no muy lejano. Sin embargo, me quedo con la duda de que si estos robots podían sentir o eran realmente como avatars. Lo pregunto porque cuando el niño Max le gritaba a su robot Atom que se levantará, éste se levantaba casi al instante.

Me sorprende la gran variedad de temáticas desarrolladas: primeramente me gustó observar el contexto de 2020 más cercano a nuestra realidad a gran diferencia de Regreso al Pasado II y otras; los robots reemplazando a boxeadores da mucho de qué hablar y meditar al respecto, de ahí el elemento climático; la ambición a toda costa, para vender a un hijo, eso sí esta grave; el mundo de las luchas de los robots es totalmente impresionante y me quedo con ganas de saber más; la relación conflictiva entre un padre y un hijo, me encanta las similitudes y su modo natural de acoplo a pesar de su predictibilidad; por último, debo aplaudir la gran creatividad de los animadores y editores en darles a los robots una personalidad acompañada de un modo de interacción con los humanos.

Este majestuoso y completo guión fue llevado a cabo por John Gatins bajo su inspiración en la novela de Steel de Richard Matheson. La imagen o esqueleto por así decirse, se apoyó en Dan Gilroy (Dos Por El Dinero) y Jeremy Leven (Diario de Una Pasión). No descartó que la intrusión del niño haya sido sugerencia de Steven Spielberg debido a que al modo de Transformers, a los niños les fascinan los robots.

Como se miró en George Clooney en Escala de Amor, sucede lo mismo con Hugh Jackman en su interpretación como Charlie Kenton. Un hombre desobligado, apostador, endeudado e impulsivo. Es imposible caernos mal a pesar de su mala esencia pero su carisma es una salvada segura y más cuando choca con Dakota Goyo, quien actúa del hijo. Me sorprende ver una excelente química entre los dos, posiblemente pasaron un buen tiempo antes de la filmación porque se nota un sobresaliente desempeño actoral entre ellos.

Aunque no lo crean, Dakota Goyo ha participado en varias películas a pesar de contar con sólo 12 años de edad. Una en especial se centra en el papel del joven Thor en la versión reciente de Marvel. Este niño tiene mucho carisma al igual que Jackman y hasta puede bailar. Es quien nos causa la nostalgia especialmente en una escena que tiene con Atom. También nos hace reír mucho con sus comentarios directos e inteligentes. De tal padre, tal hijo.

Entre el reparto debo mencionar que Kevin Durand aporta un buen antagonismo sin importar su brevedad. Para quienes no sepan, ya había actuado anteriormente con Jackman en X-Men: Wolverine. La actriz famosa de Lost, Evangeline Lilly, hace a un lado el sufrimiento y la suciedad, y adopta por revelar una hermosa figura en su personaje de Bailey Tallet combinado con un agradable carácter. Conocer el pasado del principal y estar presente en la secuencia final, contribuyó mucho al sentido fílmico y por ende, surgió el momento conmovedor.

Coexiste una gran serie de locaciones ya que no se concentra en interiores como el auditorio y el Gimnasio, sino se incluyen un basurero de partes mecánicas, pueblos, zoológico y viajes por carreteras. Se puede notar la mano del editor debido a que supo aprovechar cada escenario ejecutándolo con cualidad y color. Como lo mencioné hace poco, los robots muestran un perfil en base a su nombre y se aplican desde la entrada hasta su pelea en el ring.

Tratándose de una original, tiene muchas oportunidades de recibir nominaciones en las categorías de efectos especiales y edición de sonido. Fueron tan emocionantes, realísticamente visuales y llenas de sentimiento que causaron el aplauso de la gente. Otro resalte recae en los movimientos corporales entre el robot y el niño o padre. El proceso de imitación no es fácil pero pareció serlo por la exactitud en los movimientos. La inserción de los comentarios no pudo haber quedado mejor de lo que ya estaba. Hablando de un buen condimento.

No es de extrañarse la exquisitez de Shawn Levy, detrás de todo se especializa en esta clase de películas familiares y cómicas como lo hemos visto en Recién Casados, La Pantera Rosa, Más Barato por Docena, Noche en el Museo, Noche en el Museo 2 y Una Noche Fuera de Serie. Dirigir a un niño no es nada fácil y más al lado de un producto de imaginación o todavía un hombre vestido completamente de azul. Por ello, cumple con los requisitos sacando lo mejor posible del elenco en general.

Para quienes no han visto la películas, les advierto que el siguiente párrafo contiene una idea con respecto al final por lo que procedan sólo si no quieren sorprenderse o no tienen planes de acudir a mirarla.

No puedo evitar sentir el desenlace similar con el de Rocky, no tengo nada en contra, pero desde un punto de vista amplia, era lo más lógico aunque mi mayor temor es que la secuela podría tomar el rumbo y destino de Rocky II y ello podría perjudicarle bastante. Esperemos y no sea el caso. Para concluir, esta película no recibe la calificación perfecta de 5 estrellas por su predictibilidad en la relación padre-hijo y su conclusión tipo Rocky.

¡Da Mucho Más De Lo Que Esperas!

2 comentarios:

sebastian dijo...

estoy estudiando para critico de cine. Lei la tuya, de la pelicula que vi anoche en el cine, Gigantes de acero, y me encanto (tanto la peli como tu critica) yo cfreo que le tendrias que sumar la media de media estrella que le sacaste por lo de "rocky", imagino, creo, sueño, que pudo haber sido una especie de homenaje mas que copia...bueno, soy fanatico de rocky, tengo un restorant que se llama BALBOA, asi que bueno..te lo imaginaras que defiendo esa peli como nadie!! por eso me parece que fue con mucho respeto y un giño..gracias..seria un honor tu opinion de lo que te escribo, gracias (mdpsebas@hotmail.com)

Adrian Andrade dijo...

Saludos Sebastian, para serte honesto sólo soy un simple joven a quien le gusta escribir de cine, por lo que aprecio mucho tu interés y comentario que de hecho, no se me había ocurrido verlo de ese modo como un homenaje de Rocky, inclusive soy un fan de todas excepto por la quinta pero la acepto por lo que es ahora con la sexta parte. Sin más por agregar, espero ahí leerte en el futuro.

P.D. Qué suave lo del restaurante!!!