sábado, 19 de octubre de 2013

Crítica de Gravedad (Gravity)

 
Mientras el veterano Matt Kowalski se encuentra supervisando alrededor de la nave espacial Explorer, la Dra Ryan Stone está tratando de transferir unos datos desde la consola espacial hasta la base en Houston. Inesperadamente unos residuos en alta velocidad interrumpen la misión poniendo en riesgo la vida de los astronautas. Quedando expuestos en pleno espacio e incomunicados, el par de sobrevivientes debe encontrar una manera de regresar sanos y salvos a la Tierra.   
 
Esta adaptación lleva el nombre descrito de Alfonso Cuarón por todos lados. Desde las tonalidades oscuras, el rígido suspenso en las prolongadas secuencias, la interacción dinámica de los protagonistas y la espectacular edición en los efectos visuales. Sin duda se nota el trabajo en equipo gracias a que Cuarón siempre estuvo atento a los detalles. Inclusive se puede observar su respeto hacia Apolo 13, WALL-E y Alien, porque el director retoma ciertos elementos  fusionándolos con su estilo dinámico, tenso y personal.  
 
No creí que tan rápido superará su actuación ganadora en Un Sueño Posible, pero un drama después y Sandra Bullock nos entrega la mejor interpretación de su carrera. De por sí la película se sostiene por sí sola que Bullock pudo haberse ido con la gravedad; al contrario, la actriz optó por ajustarse a las medidas y en su proceso, posicionó a la Dra. Stone con un asombroso grado de caracterización.    
 
Por su parte, George Clooney demostró ser un conmensurable soporte principalmente por su carisma. La química con Bullock fluye con naturalidad debido a sus roles opuestos: introversión contra extroversión. Interesantemente se trata del último viaje de Kowalski mientras para Stone apenas es el primero. Clooney saca a relucir estos contrastes y cumple con su objetivo de efectuar el desarrollo de los personajes.   
 
Desde el aspecto psicológico, la historia recurre a temas como la sobrevivencia humana, catástrofes espaciales, leyes gravitacionales, la muerte y la espiritualidad. Cada uno de estos se va revelando conforme la protagonista avanza en la trama. Los objetivos son claros por lo que la narrativa nunca se vuelve una carga pesada. La estructura parecerá metódica pero resulta espontanea por como suceden los escenarios.
 
Además el guion está perfectamente balanceado porque Alfonso Cuarón y Jonás Cuaron supieron distribuir el tiempo entre cada área en específico para no saturarlos con diálogos pesados sino entremezclarlos con intrépidas secuencias de acción donde el suspenso simplemente se desata generando una profunda sensación de tensión que cada vez más va en incremento hasta rolar los créditos.  
 
No es tarea fácil simular buenas escenas en el espacio ni muchos menos en primera persona por riesgo de asumirse como un videojuego, más la dedicación del equipo técnico lo hacen ver tan real que en cuanto comienza la primera escena, en la tradición de Star Wars en 1976, al instante sabemos que estamos siendo testigos de algo extraordinario. Y conforme se da la trama, más lo aseguramos puesto que nos encontramos constantemente al borde de nuestros asientos con nuestras mentes intranquilas.      
 
No tiendo a ser un fanático de la Tercera Dimensión, pero Gravedad es fácilmente una de las mejores películas filmadas en este formato. Por tanto sería terrible perdérsela por no hacer el extra gasto, ya que no sólo los efectos especiales te dejaran sin aire sino hasta el más mínimo detalle en su cinematografía te dejará boquiabierto.  Tampoco descartemos la atmosfera tétrica generada por la edición del sonido y la composición musical.  
 
En conclusión, Gravedad es una obra trascendental, emotiva e impactante que posiblemente termine siendo nominada por la Academia en las categorías de Mejor Película, Director, Actriz Principal, Actor Secundario, Guion Original, Edición, Sonido, Música, Cinematografía y Efectos Especiales.
  

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