viernes, 1 de noviembre de 2013

Crítica de Riddick

 
Cinco años después de asumir el cargo de Mariscal, Riddick se encuentra insatisfecho entre la gente que gobierna, hasta la altura de crearse enemigos.  Teniendo en cuenta esta agravante realidad, decide hacer un trato con el Comandante Vaako para encontrar su viejo hogar. Desafortunadamente la palabra de un furiano no significa nada ante un necromano y mucho menos si éste nunca optó por hacer el juramento de fe. Por tanto, Riddick es abandonado a su suerte en un infierno incivilizado.    
 
Es grato ver que David Twohy todavía sigue a bordo de la serie puesto que él personalmente se ha hecho cargo desde su origen en el 2000. Pese a no ser masivamente taquillera, el director-guionista se dio su tiempo para fijar esta historia, la cual resultó más acorde a la original. Aun así mantuvo la continuidad de Las Crónicas de Riddick al involucrar brevemente a Karl Urban, pero los seguidores de Pitch Black encontrarán dulce alegría al percibir las referencias directas.
 
La nueva travesía de Richard B. Riddick se puede simplificar en tres actos: primeramente se nos reintroduce Riddick desde cero, después lo vemos interactuar con los nuevos participantes en un juego cambiante de al gato y el ratón para finalmente concluir en una gran pelea por la sobrevivencia. Cada uno de estos actos son acompañados de constante suspenso, escenas sangrientas y un interesante desarrollo de personajes.
 
Básicamente es una dirección pareja porque no sólo los humanos tienen sus perfiles establecidos sino las criaturas también. A pesar de contar con un horror estable, nunca llega a sacarte un susto, la musicalización te pone nervioso y te hace dudar del destino de Riddick pero de ahí en fuera, nos satisface por sus agresivas maniobras tácticas.
 
La cinematografía de este planeta desértico es impresionante, Twohy supo seleccionar las localizaciones y le sacó provecho porque las adiciones visuales le dieron un buen toque. Sacar al personaje de su zona de confort siempre ha brindado frutos por el riesgo que implica. Al final, no habrá innovado pero al menos le sacó punta a la franquicia.
 
Técnicamente la edición está limpia, obviamente por su formato digital es de esperarse mejor representación visual que las anteriores. Generalmente maneja un ritmo tranquilo y los efectos especiales nunca llegan a estar de más, ese aspecto de equilibrio viene estando presente desde el principio donde haber sostenido el misterio de la situación actual para engancharnos con las circunstancias introductorias fue magnifico.
 
Indudablemente esta película le pertenece a Vin Diesel de pies a cabeza. Este actor conoce a Riddick no sólo de nombre sino de sentimiento. Además le inyecta ese toque de adrenalina sin descartar sus puntos vulnerables, por tanto lo vuelve en una figura sugestiva ante nuestros ojos. Difícil de no compadecer a este antihéroe ya que sus acciones son justas.
 
El elenco secundario se defiende con carisma por contener sus roles específicos, sin embargo, no faltan quienes suelen atraer nuestra atención y entre ellos son Matthew Nable, Katee Sackhoff y sorpresivamente Dave Bautista, sabía de lo buen actor que era en WWE pero nunca anticipé un antagonismo rígido. Ya sea peleando ente sí, desatando el fuego o cazando al enemigo, Vin Diesel se compagina llanamente con ellos y viceversa.  
 
En conclusión, Riddick le hace homenaje a su nombre por regresarse a sus orígenes narrativos, hacer a un lado las batallas espaciales y simplificarse en acciones humanas de sobrevivencia. Es bastante ingeniosa al sacarle provecho a su contenido limitado y desenvolver a los personajes con nociones de un pasado inolvidable. La única razón por la cual no le entregó la última estrella completa es porque está travesía se siente incompleta, haciendo referencia al asunto pendiente de Krone. El tiempo dirá si en algún momento se retomará este tema, pero entretanto vale la pena verse.
 

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