miércoles, 11 de febrero de 2015

Crítica de Alma Salvaje (Wild)


Cheryl Strayed decide recorrer cientos de millas del Pacific Crest Trail con el objetivo de superar su divorcio, aceptar la muerte de su madre y ponerle fin a su comportamiento autodestructivo. Difícil de creer, se trata una travesía personal llena de emoción, tristeza, conocimiento y valentía. Todos lidiamos nuestro sufrimiento de diferentes maneras e inesperadamente esto le funcionó a Cheryl.      

Más que el viaje a pie, la esencia en sí venía del corazón de la autora. Sus pensamientos en sintonía con su delicada personalidad. Algo de lo cual Nick Hornby debería sentirse orgullo por haberlo extraído de la novela biográfica de Cheryl. El tiempo aquí jugó un papel primordial en la forma de desenvolverse la trama, ya que el recorrido es intercalado con varios vistazos al pasado.  

En ningún momento se siente que se alenté el ritmo, al contrario, esas pausas nos hacen conectarnos con el personaje y el ambiente a su alrededor. Seguramente habrán varios que se sentirán identificados mientras otros pudieran encontrarla fascinante por la espontanea sobrevivencia puesto que Chery no tenía la más mínima idea de cómo hacer senderismo.

Las diversas temáticas encontradas nos despertarán el interés no sólo hacía Cheryl sino hacía nosotros también con respecto a nuestra posición hoy en día, ya sea tomando en cuenta nuestras desgracias y errores. El autoanálisis es inevitable lo cual nos asegura que al final habremos aprendido a quizás ver las cosas con otra perspectiva.        

Hubiese parecido fácil para el director Jean-Marc Vallée, pero desde la primera escena en el desierto, uno se da cuenta de la excesiva presión por transmitir ese tono de interés en la novela. No sólo era grabar a una mujer caminando, era dirigirla como si de verdad se tratase de la misma Cheryl de 1995. Inexperimentada, conflictiva, pérdida y angustiada en medio de la nada.   

Por tanto hizo una buena mencuerna con Reese Whiterspoon quien en el proceso consiguió su mejor actuación. Desde que ganó el Oscar por Walk The Line, había desaparecido del radar pero gracias a su iniciativa en interpretar a Cheryl, logró su merecedora segunda nominación. Es obvio que tampoco fue fácil, la misma actriz lo confesó y el esfuerzo es evidente en la pantalla.

Lo que ayudó bastante a esta adaptación era que tanto Vallée, Whiterspoon y Hornby estaban en el mismo canal. Mandaron al olvido el esquema de Hollywood y se tornaron hacía una edición directa. Encuadres un poco temblorosos, libre de maquillaje a excepción de las heridas y sobretodo mostrar la naturaleza de las locaciones tal como son.   

Tampoco descartemos a Laura Dern como la madre Bobbi, la veterana parece haber agarrado su segundo aire con Bajo La Misma Estrella porque hasta obtuvo una nominación por Actriz de Reparto. Una sorpresa de último momento pero igualmente merecedora porque pese a su brevedad, cubrió cada una de las facetas demandantes del papel.  

Concluyo en que Wild es un drama de sobrevivencia y superación personal que se toma su tiempo en desenvolverse. Nunca cansada, siempre intrigante. En ningún momento puedes separarte de esta extraordinaria travesía, especialmente por Whiterspoon quién te roba la atención desde el primer instante en que comienza a caminar.

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