El día de las Madres se acerca en un periodo donde varios grupos se
encuentran en relaciones conflictivas con sus respectivas parejas, hijos o
padres. Tenemos a una divorciada aferrándose a sus hijos por no compartirlos
con la esposa de su ex, un viudo en un interminable duelo, un comediante
ansioso por casarse y una escritora-presentadora sin vida de por medio.
En cuestiones de guión resulta una mejor experiencia que Día de los
Enamorados y Año Nuevo por reducirse el elenco estelar solidificándose así el
tiempo entre las historias. Esta vez se profundiza en los aspectos
sentimentales por lo que con uno de los personajes te identificas y en
conjunto, captas la finalidad del mensaje por su efectivo desarrollo, edición y
dirección.
Garry Marshall es sin duda uno de los directores más desvalorados de
Hollywood y lo mejor de todo es que no le importa que su previo trabajo no haya
sido el gran éxito anticipado. Esto no lo detuvo de continuar con su franquicia
festiva por así referirnos. Lo mejor de este director yace en la frescura de
las circunstancias y la libre espontaneidad con la que gozan sus actores.
Como tal uno puede darse cuenta de lo bien que se la están pasando, en
especial Jennifer Aniston, Kate Hudson, Julia Roberts y Jason Sudeikis. Siendo
promovidos como los esenciales del guión, cada uno de ellos aporta no sólo
dinamismo y sensacionales interacciones entre sí, sino nos hacen profundizar en
temáticas o problemáticas no tan distantes de la realidad.
Tampoco descartemos a Britt Robertson, Timothy Olyphant, Hector
Elizondo y Cameron Esposito, estos yacen en el fondo pero de igual forma logran
llamar nuestra atención en algún momento debido a su genuina caracterización.
Cabe señalar que Jennifer Garner cuenta con una breve aparición que no es fácil
de ignorar ya que de por sí, esta actriz es maravillosa de ver.
Entonces con una trama enfocada en su aspecto sentimentalmente humano,
también me encuentro sorprendido de verla tomar una postura mucho más humorística
que las antecesoras. Aquella referencia
a Mujer Bonita con lo del tenedor no tiene precio como el stand up comedy. Lo
mejor aún de todo es verla adoptar un lenguaje sano dentro de un esquema
familiar.
Cualquiera puede verla, disfrutarla, analizarla y reírse, sobre todo
si tuviste una semana dura en el trabajo o una mala relación, pleito o simple
amargura por la época, uno siempre busca la forma de desestresarse y créanme que
esta es la clase de comedia que uno debería de ver en orden de olvidarse por un
par de horas de la situación y en sí, terminas haciéndolo al salir.
Obviamente me criticaran por mi supuesto mal gusto en esta clase de
comedia “soñadora”, pero reitero, no lo
hago por dinero aunque tampoco estaría mal ser patrocinado; lo hago porque me
gusta el cine y siempre que acudo trato de no ir con expectativas para así
darme la oportunidad de al menos divertirme y es exactamente lo que obtuve con
Día de las Madres.
Pura y genuina diversión familiar.
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