Será la épica conclusión a la nueva trilogía reiniciada con Primera
Generación aunque pese a referenciarlas, no se siente del todo un cierre
considerando su visión hacía el futuro. Así es, Fox se inspiró bastante en el
esquema de La Era de Ultrón pero aun así desencadenó una sólida secuela que
cumple con las expectativas en el campo visual.
El obstáculo de no aterrizar en su máxima capacidad se concentra en su
título debido a que Apocalipsis no sólo está en el centro sino en cubre desde el
principio hasta el final. Las interacciones como motivos de los mutantes así
como los sucesos históricos de la época permanecen descuidados en el fondo.
No hubo tiempo de explorar la geopolítica como en las anteriores. Más
bien el enfoque radica en el ascenso de Apocalipsis mediante la búsqueda de los
Cuatro Jinetes lo cual conlleva a la visualmente intensa confrontación anticipada
donde fácilmente Quicksilver termina robándose la función aunque otra vez más haya sido retenido
en su desarrollo personal.
Tal es el caso de las nuevas versiones de Cyclops, Jean y Storm, las
cuales sirvieron como una introducción no sólo a Los Nuevos Mutantes sino
incluso a una futura adaptación de La
Saga del Fénix. Tampoco descartemos el vínculo directo con Wolverine III y quizás Gambit, pero para ello deberás esperar
hasta después de los créditos.
Se me figuró bastante extensa en su duración, eso sí inicia con una
cinematografía creativa, se nivela con una drama general cuyo respaldo se da fuertemente
con las anteriores y finalmente se desata en el tercer acto. Hay como dos
sorpresas que te sacudirán el mundo y para tu dicha, suceden antes de rolar los
créditos.
Me gustó la referencia a Dios y Jesús, en cierto modo les dio su
lugar. Aunque no me agradó la referencia que hicieron al Retorno del Jedi ya
que podría ser su equivalente desde cierta perspectiva. De ahí en fuera, perdió
la complejidad por una premisa más sencilla y no tan distante de lo visto en
las dos entregas de Los Vengadores, omitiéndose la comedia claro.
En cuestión de guión, Michael Fassbender y James McVoy no logran lucir
como deberían pese a la tremenda madurez obtenida, especialmente en McVoy.
Parecía indicar que Lawrence sería la protagonista y tampoco fue el caso ya que
su relación con Nicholas Hoult es desaprovechada. Estas dos relaciones
introducidas en Primera Clase, se descuidan en absoluto.
Tal fue la vasta confianza en lo establecida en Primera Generación,
que los guionistas se conformaron con reciclarlo para enfocarse enteramente en
la gran batalla de Apocalipsis. No es malo, pero eso contrarresta su elemento
de nostalgia ante una profunda falta de conexión emocional como en El Caballero
de la Noche Asciende y La Venganza de los Sith.
No logrará tener la presencia o el malévolo carisma de Tom Hiddleston
(Loki), pero Oscar Isaac se esfuerza por entregarnos un sugestivo e interesante
villano. Fueron bienvenidos los retornos de Rose Byrne, Lucas Till, Josh Helman
y Evan Peters. Por otro lado, Tye Sheridan y Sophie Turner lograron llamar la
atención como Cyclops y Jean Grey.
Lamentablemente Olivia Munn le robó estatus a Alexandra Shipp. Storm
necesita un mejor desenvolvimiento en la futura entrega porque a diferencia de
los clásicos, Halley Berry se mantiene como la mejor interpretación de Storm.
Kodi Smit-McPhee brinda algo de humor mientras Ben Hardy luce más de lo que
lució Ben Foster como Angel.
No será tan compleja ni históricamente impactante como Días del Futuro
Pasado, pero se aplaude la valentía del director, productor y guionista Bryan
Singer en compañía de Simon Kinberg, porque no cualquier se atreve a tocar esta
mitología y menos con Los Vengadores y La Liga de la Justicia rondando de
cerca.
Es seguro decir que X-Men: Apocalipsis cumple con su propósito de
entretenernos en grande aunque se sienta contextualmente aislada en sus 145
minutos. Se quedará a un nivel por debajo de Capitán América: Guerra Civil pero
es seguro decir que le da una buena paliza a BVS. Aunque en el sentido del
humor, Deadpool sigue siendo la campeona.
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