Después de La Venganza de los Sith y mucho antes de la Rebelión, como
se originó en el primer episodio de la espectacular serie animada de Rebels, el
autor John Jackson Miller contó con la bendición del director, productor y
guionista Dave Filoni para llevar a cabo un relato que cualquier seguidor de la
Saga podría disfrutar desde la primera página.
Una fantástica novela de por sí, vuelvo a repetir dado que cuenta con
el primer encuentro entre Hera y Kanan. Me hubiese gustado un epílogo donde se
mostrará como conocieron a los demás integrantes como Zeb, Sabine y en especial
a Chopper ya que hizo falta este androide para esparcir una chispa de humor.
En hora buena me sorprende la estrategia militar empleada en un
Imperio que apenas comienza a adueñarse de la Galaxia pero a través de
renegados, por así decirse, que no le son de gran utilidad al emperador. Quizás
sea parte de Sidious a quien sentí hizo falta al igual que Darth Vader. El
villano quiso emular al segundo pero al final se quedó corto.
Al principio podrá resultar un poco confusa, por estar repartida entre
varios personajes de los cuales conforme se avanza en la lectura, se van
unificando. Dicho esto, la estructura es bastante similar a Aftermath con la
excepción de que el autor aquí se distingue con una magnifica prosa porque en
ningún momento paras de leer.
Si no fuese por el trabajo, la estaría terminando en una semana más si
hubiese sido eso, entonces me hubiera perdido de un sensacional y pausado viaje.
Las descripciones no son pesadas ni te cansarás de las acciones, el suspenso es
bueno no lo discute y rinde homenaje a los clásicos al recurrir a ciertas
referencias o estilos.
Me agradó ver a la Admirante Sloane como una capitana prometedora,
siendo manipulada por Vidian, un villano similar más a Grievous que a Vader
aunque con la escasez de ambas inteligencias. Sloane permanece como un
personaje importante y espero con ansías verla desenvolverse en la segunda
novela de Aftermath.
Las secuencias redactadas de acción son enganchadoras; se extrañó no
contar con el total poder de la fuerza de Kanan. Me gustó haber sabido poco de
su pasado, su relación con su maestra y la manera en la que vivía tras la
purga. Dejando en el ocaso el estilo de vida de los caballeros Jedi, se limita
por lo mucho que pudo haberse aprovechado.
En contraste la forma en que
conoce a Hera y se relaciona con el resto, es la clave por la cual aplaudo esta
novela. Tenemos a otros dos personajes: Zaluna y Skelly, pero no tiene el mismo
peso ni la atracción como los protagonistas. No que me contradiga, simplemente
se podía exprimir mucho sobre políticas a la precuelas.
El prólogo es uno de los mejores por contener la interrogación de
Kanan sobre Obi-Wan en base al mensaje de alerta en el Templo Jedi. Dicho primeramente
como una advertencia, esta cuestión profundiza en la tragedia de los eventos
del Episodio III que a su vez convida con el episodio piloto de la serie
animada de Rebels.
Cabe destacar que existen referencias al universo de Star Wars, en
especial a las precuelas como las Clone Wars. Lo cual resulta gratificante para
compensar todo el “daño” proclamado por los dolientes. Sin duda son otros
tiempos, un contexto familiar ya que la esencia sigue siendo la misma al
momento de ver a nuestros héroes hacer hasta lo imposible por salvar al mundo.
Tenemos un sentido de ser entre Hera y Kanan, en algún momento
supusimos que tenían una idea de sus respectivas agendas, pero no fue el caso.
Hera no le tenía cuidado, siendo exactamente la hija de su padre el General
Syndulla y Kanan alejado de las viejas costumbres, deseándola como un amor
pasajera porque al parecer era un Don Juan.
Skelly y Zaluna permanecen como personajes de fondo por estar
excluidos en el contexto oficial, pero de igual forma contribuyen mucho mejor
de lo que hizo todo el equipo conjunto en Aftermath. Insisto en que Sloane fue
lo mejor en aquella decepcionante secuela al Retorno de los Jedi y ya veo por
qué, desde aquí esta antagonista ha sido efectivamente descrita y coherente.
Confieso que no anticipaba ese giro al final, casi hace ver simpático
al Imperio, en lo que cabe. Honestamente que creatividad, ni idea de cómo se le
ocurrió al escritor llevarlo a cabo pero me da gusto que no se haya vendido
porque verdaderamente se trató de una buena novela que pone en alto el de por
sí nombre de Star Wars.
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