Situada en uno de los más atrevidos rescates en la historia de la
Guardia Costera, esta adaptación relata la peligrosa travesía por la cual pasó
Bernad Webber y otros tres compañeros con el fin de rescatar a la tripulación del
SS Pendleton del cual se partió en dos debido a las fuertes mareas desencadenadas
por una impactante tormenta.
Inspirada en hechos reales, me entristece que no haya recibido la
atención que se merecía en cartelera ya que su trayectoria se quedó lo bastante
distante de su presupuesto. Es inusual que no haya encontrado un público pero
independientemente de ello, la película hallará el modo de recomendarse hasta volverse
un fenómeno en televisión o en línea.
Lo digo de ese modo porque el nivel de calidad es impresionante por
parte del director Craig Gillespie. Olvídense de El Renacido o Gravedad, esta
travesía si resultó una experiencia díficil de filmar tomando en consideración
los encuadres en pleno mar. Simulación o no, se requiere mucho tacto y sentido
para captar tal realismo en pantalla.
No cualquiera puede hacerlo y pese a que en momentos se nota un poco
borrosa la imagen, esto se justifica porque las navegaciones de tal magnitud no
suelen ser lindas. Cualquier marinero, pescador o aventurero podrá coincidir en
lo cuan traicionero puede volverse el océano y más bajo la influencia del clima
cambiante.
Hablando de temperaturas, vientos, mareas, lluvia y hasta nieve, los
efectos especiales realmente son de apreciarse como el sonido en los momentos
cruciales en que el barco comienza a colapsarse. Obviamente no podemos sólo
aclamar los aspectos técnicos sino el guión de Johnson, Silver y Tamasy
contribuyeron con el suspenso y la constante tensión visual.
Ciertamente la debilidad yace en el desarrollo de los personajes, en
especial la relación entre Bernie y Miriam a quienes sólo los vemos juntos en
el principio. Entiendo que no quisieron recaer en el estilo de Pearl Harbor. Aún
así debieron haber recibido un mejor tratamiento al igual que los personajes
secundarios de Richard, Sybert y Cluff.
Fuera de eso, la historia cumple su propósito de darnos a conocer un
evento histórico que ha quedado en el olvido. Además de inspirarnos, nos ayuda
a brindarle respeto a cada uno de estos rescatistas porque se requiere de mucho
valor para hacer lo que tuvieron que hacer y que hasta la fecha se sigue
haciendo.
El elenco es liderado satisfactoriamente por Chris Pine y Casey
Affleck, Ben Foster y Holliday Granger los respaldan con tensas emociones y
podría decirse que a Eric Bana le faltaron muchas escenas o mejores diálogos
para darnos una idea clara de su personaje ya que no se ve nada bien en lo
absoluto. Desconozco si haya sido intencional.
En conclusión, Las Horas Contadas merece valorarse y analizarse desde por
la profesión de estos rescatistas sin importar que los personajes no estén
desenvueltos en su complejidad. En esta ocasión valen más sus actos que sus
biografías y concordarán conmigo en cuanto rolen los créditos.
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