Después de una sensacional primera temporada donde el determinado desarrollo
de personajes rindió frutos justo en el acto final, había un poco de
nerviosidad con las entradas de Elektra y El Castigador a este formato
televisivo ya que tomaría mucho más riesgos en extender la historia que desde
un principio se apoderó de cada uno de nosotros.
No creí que volvería a sentir la emoción debido a que en ningún momento
la serie baja sus defensas. En cada uno de sus frentes sean legales, política,
violencia, mitología y heroísmo siempre están a la ofensiva. Muchas cosas están
sucediendo en Hell’s Kitchen y la incapacidad de Daredevil por controlar la
situación nos hace tensarnos por él y sus allegados.
Es un golpe de adrenalina que nos mantiene mentalmente activos porque
no pasa ningún momento en que no estemos tratando de comprender o adivinar el
futuro. Es tan fácil desconfiar como analizar los diversos dilemas que se nos
presentan en especial entre Frank, Elektra y Matt. Cada uno tiene su agenda y
sus propias razones están justificada desde su punto de vista.
De nueva cuenta ubicó similitudes con El Caballero de la Noche y El
Caballero de la Noche Asciende. Con respecto a las temáticas y el gran dilema
de matar demostrado en el cuarto episodio del cual podría considerarse como uno
de los mejores por el intercambio de diálogos entre Daredevil y El Castigador.
Asimismo la secuencia conclusiva en la terraza me recordó mucho a
cuando Batman y Gatubela pelearon juntos. Me desagradaba la presencia de Elodie
Yung por tener muy en mente a Jennifer Garner pero después me ganó el corazón
por su simpatía, tácticas y lo impredecible que puede resultar en esa modalidad
de guerrera cuya finalidad termina sorprendiéndonos.
En contraste con Charlie Cox quien sigue siendo el resalte de esta espectacular
serie, Jon Bernthal contribuye como su enemigo, aunque esta relación cambia en
un sentido que nos deja a todos boquiabiertos por las similitudes.
Prácticamente debía empezar con todo y por ello, no decepciona en lo absoluto.
Gracias a la personificación de Berthal, El Castigador tendrá su propia serie.
Tampoco podemos ignorar a Elden Henson y Deborah Ann Woll. Es terrible
observar su distanciamiento conforme avanza la complicada trama, pero a su vez
nos intriga su madurez adoptada ante las ascendentes circunstancias, en
especial a Ann Woll. Agradecemos la aparición de Rosario Dawson aunque no
pudimos zafarnos de un buen coraje a manos de Vincet D’Onofrio.
Las secuencias de acción siguen cumpliendo las expectativas, sin
embargo tuvimos unos métodos de tortura que fueron muy incómodos de ver. Mis
respetos al equipo de edición y sonido porque la hacen sobresalir incluso entre
el género de horror. Del mismo modo, los guionistas merecen un fuerte aplauso
por sus sensacionales diálogos y escenas descritas.
La oscuridad es fascinante dentro de su cinematografía como los
vestuarios de las distintas facciones, en especial La Mano. De Verdad es un
mundo que Marvel debería mencionar en sus películas; agresivamente directo porque
pese a sus elementos sobrenaturales, sigue siendo lo más cercano a la realidad
visual, tal como la Trilogía de El Caballero de la Noche.
He estado viendo uno que otro capítulo de Jessica Jones, y la verdad
Daredevil sigue siendo hasta el momento la mejor adaptación televisiva no sólo
de Marvel sino de todos los superhéroes. Ya quisiera DC Comics tener está
masiva aceptación y sobretodo continuidad porque así se quedó uno enganchado
con el épico final que no nos queda más que esperar otro año más.
Sí nunca has visto la serie y decides lanzarte, podrías no entenderla
del todo ya que trata de simples aventuras, aquí las circunstancias no difieren
del resto sino evolucionan en conjunto con los personajes porque al final nadie
está completamente a salvo, ni siquiera nuestros héroes. Así que si verdaderamente
quieres disfrutar esta Segunda Temporada, inicia con el principio.
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