Seis meses después de los eventos de Inframundo: Evolución, Selene es capturada durante la purga, una exterminación global de los vampiros y lycans llevado a cabo por los humanos, puesto que la identidad de ambas especies ha sido expuesta. En un abrir y cerrar de ojos, Selene se encuentra en otro mundo distinto al de hace 12 años y con una revelación que debe lidiar para la sobrevivencia de su clan.
A diferencia del resto, la acción predomina en su totalidad mientras que la historia es reducida a suspenso y constante tensión emocional. Es grato contar con una introducción sobre los sucesos ocurridos en la trilogía pasada. En cierto modo nos ayuda a recordar para quienes llevan tiempo sin verlas en televisión. Debo confesar que el estilo se enfoca más a lo tecnológico en lugar a lo artístico, mas se siente novedoso y actual.
Inframundo en sí mantiene una especie de arte gótico y relatos trascendentales, toda una mitología invertida y manipulada que esta vez se maneja como un destello del pasado. Cierto que este nuevo mundo es más épico y diverso en escala de acción/cinematografía. Descubrir verdades ocultas es sensacional porque parecía que seria la excepción de la saga. Los guionistas, especialmente Len Wiseman, siempre han encontrado el modo de darle originalidad e innovación a esta guerra moderna.
La ausencia del personaje Michael se compensa con la adición de una niña que podría ser su hija. El villano principal no se destaca como en las dos anteriores, simplemente se adopta el modelo original donde su identidad y la de un segundo son de las menos anticipadas por su disfraz. Aun así está justificado con el constante movimiento de escenarios. A pesar de ser un guion estructuralmente básico, entrega una profunda travesía tanto emocional como espectacular.
En primera instancia se debe celebrar la participación de los humanos en esta guerra infinita, ya que la secuencia de la Purga es fenomenal junto con la inclusión del segmento noticiero. La narración de Selene se retoma y su participación es más brutal. Sangre por doquier y algunos sustos son inevitables gracias a la edición del sonido. Las explosiones de las granadas se escuchan y se distinguen con gran dimensión.
Aprovechando lo anterior, el formato 3D beneficia extraordinariamente los efectos especiales. Si eres fanático de esta franquicia, entonces haz el extra pago porque lo vale. Durante una de varias huidas, un hombre lobo destroza el vidrio de una camioneta y este pedazo sale volando hacia nosotros que podría provocar un buen susto por su calidad de animación. Las transformaciones son más eficaces y la luz resalta junto con las consecuencias de una explosión. En la misma tradición de Resident Evil: La Resurrección 3D, esta franquicia acaba de descubrir su verdadero potencial.
La música de catalogo sigue siendo estable como las composiciones originales instrumentales. La mayoría de las canciones reciben el tratamiento de remix, lo cual va de acorde con la atmosfera apresurada del filme. De nueva cuenta se emplean los tonos oscuros aunque las localizaciones internas abundaron en blancos, ya que es un color contrastante dentro de este formato. Curiosamente el aspecto es más urbano y revelador. Dado su inspiración en las pasadas, se adoptan unos cuantos espacios ocultos, entre el más significante es el sitio de las cascadas.
Tal vez la ejecución del 3D en las escenas dramáticas no sea tan detallada, ya que te podías quitar los lentes y ver la escena semi-clara, pero en cuanto abarcaba el panorama de la ciudad, el edificio Antigen o las calles de la ciudad, los elementos en el contexto sobresalían con respecto a su ubicación en los correspondientes planos visuales.
El vestuario no varía mucho de lo común, es básicamente el mismo con referencia al de Selene, la gabardina gris se le ve bien pero mucho mejor la capa de piel negro. Sin embargo, estos adornos son empleados fugazmente. En cuanto al poco arte gótico, éste se ve reflejado en uno de quizás diversos escondites de los vampiros.
Me da mucho gusto contar con el retorno de Kate Beckinsale en el papel de Selene. Hubo miedo en un inicio porque la actriz inglesa claramente especificó que no quería volver a hacer otra película de Inframundo. No obstante, su esposo Wiseman la impresionó con el guion que inmediatamente aceptó. Usualmente es fría como una muerta, pero esta vez la notamos sentimental ante los descubrimientos pero en ningún momento se nota el calentamiento humano.
Sus habilidades son más sobrenaturales y sus golpes más letales, pero ello está justificado y es bueno que nos lo recuerden con el comentario de un “regalo de Alexander Corvinus”. Es impresionante como se transfiere de lugar a lugar, el uso de las dos pistolas y el combate mano a mano. Una de las mejores partes de su imagen son esos inmortales ojos azules. Entre sus mejores escenas están: la purga, el cuarto de ventilación y la batalla final.
India Eisley como una híbrida y última descendiente de Corvinus es una revelación. La joven actriz debe mostrar diversas actitudes emocionales por causa de sus estados de transformación, las cuales son realísticamente ejecutadas. Lográndose este objetivo, el resto es estable especialmente al lado de Beckinsale. Cabe destacar que contribuye excepcionalmente en la acción.
Theo James no es reconocible por su currículo limitado, pero seguramente de aquí en adelante obtenga atención puesto que es un personaje interesante a pesar de ser de reparto. Me extraña ver el elemento detectivesco en esta serie, pero Michael Ealy lo hace bastante bien y en sentido común la da el siguiente avance a la historia. Entre otros a mencionar por su notable labor son: Charles Dance, Stephen Rea, Kris Holden-Ried y Sandrine Holt.
En conclusión, los directores Mans Marlind y Bjorn Stein en conjunto con el productor Len Wiseman, entregan una travesía tecnológica-emocional con imparable acción. Acompañada de algunos elementos artísticos, sorpresas inesperadas, localizaciones interesantes y estables actuaciones, Inframundo: El Despertar lleva a la franquicia a su máximo potencial gracias a su formato 3D.
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