En víspera del lanzamiento de Frozen: Una Aventura
Congelada en Blu-ray/DVD, creo que nos caería muy bien revisar el pasado de las
animaciones de Walt Disney. Probablemente muchos jóvenes lo recuerden en
conjunto con sus respectivos padres. Todos sin excepción sabíamos que antes de
la revolución tecnológica de Toy Story y Shrek, no existía ninguna caricatura
de calidad como las que hacía el equipo de Disney. Simplemente no había tal
inversión y las pocas, nomás no llegaban a tal reconocimiento.
Obviamente cuando se desató el 3D, todos los estudios
destrozaron a Disney por sus historias atípicas y su demografía encaminada a
los adultos a través del doble sentido y tópicos maduros. No había cavidad para
las princesas ni los príncipes, siquiera el aspecto musical había sido ignorado
por Disney como lo observamos con Bolt y Ralph: El Demoledor. Si no fuese por Pixar,
quien sabe que hubiese sido de ellos pero afortunadamente la magia culminó
regresando a casa.
De hecho El Rey León sigue siendo hasta la fecha la
animación más taquillera con $ 422.7 millones en los Estados Unidos y pese a su
relanzamiento en 3D, se desplazó a segundo de su catalogo con unos fuertes $
987 millones globales. Creo que nadie podrá olvidarse de ese año 1994, tanto
canciones, historia y voces, incuestionablemente una obra maestra que me tocó
verla con máxima seguridad.
Antes de Up y Toy Story 3, la primera animación
verdaderamente en recibir la nominación a La Mejor Película en los Premios
Oscar fue La Bella y La Bestia. Originalmente en 1991 recaudó $ 145 millones
pero a través de varios relanzamientos fue ascendiendo hasta llegar a los $
218.9 millones domésticos y $ 424.9 millones. No sólo las niñas la seguían sino
los niños la encontraron fascinante por el reloj y el candelabro.
Aladdin, una de mis películas predilectas cuando era
niño, encantado por los personajes y las exóticas localizaciones, la música y
el excelente humor de Robin Williams. Incluso me acuerdo tener los juguetes,
echándole un extra vistazo a la lámpara del genio. Para quienes no sabían, Aladdin
fue la película más taquillera de 1992 recaudando $ 217 millones en los Estados
Unidos. Además obtuvo $ 286 millones internacionalmente y a su vez se hizo
acreedor de dos Oscares por Mejor Soundtrack y Canción Original, las mismas
estatuillas del Rey León y La Bella y la Bestia.
A mis padres les da risa está anécdota con referencia
a Tarzan ya que de pequeño por el año 1999, bueno no tan pequeño, digamos por
esa fase semi-rebelde, hice corajes y estuve hablando mal porque no quería
verla, simplemente no me sentía atraído hacia esta historia y ahora menos con
lo que se supo de Lucero, viendo que ella presta su voz. En fin, terminó
gustándome y he ahí la diversión. Ganadora del Oscar por Mejor Canción Original
y un candidato taquillero con $ 171 millones de dólares domésticamente y $
448.1 millones mundialmente.
Sin importarle el avance tecnológico, Disney siguió
fija en sus lineamientos aunque rompiendo un poco el tradicionalismo al
involucrar alienígenas en su contexto familiar-emocional. Lilo & Stich
estuvo nominada al Oscar por Mejor Animación y aunque no lo ganó, quedó reluciendo
con $ 145.7 millones en los Estados Unidos y $ 127.3 millones alrededor del mundo.
Vaya personaje simpático. Debo confesar que la mercadotecnia fue ingeniosa
aunque se nota la influencia de Shrek.
Fascinante escuchar a Mel Gibson y Christian Bale en
Pocahontas ($ 141.5 millones domésticamente). Nuevamente se continuó la racha
de dos premios Oscar por Soundtrack y Canción. Indudablemente existe mucho
corazón en este relato y tanto mensaje que forma parte de mis favoritas con
Mulan ($ 120.6 millones), otra del mismo núcleo cultural. Ambas excedieron de
los $ 300 millones mundiales y sinceramente su música como diálogos son
ingeniosos por darle un fuerte protagonismo a la mujer y asimismo concientizar
a través del respeto por estas tribus, etnicidades o culturas.
No creo sea la película favorita de los varones pero
de las pequeñas, La Sirenita sí. No parecen mucho sus $ 111.5 millones en
Estados Unidos y $ 211.3 millones mundialmente, pero para haber sido en 1989,
es más de lo que uno piensa sencillamente por tratarse de otra economía. Recuerdo
que en mi adolescencia recurrí a pedirla prestada en VHS y me gustó por su
música, elemento que resultó premiada junto con la canción Debajo del Mar, lo
cual hubiese creído sería la balada.
La Princesa y El Sapo fue la última animación
tradicional de Walt Disney debido a que no obtuvo los resultados que buscaba. $
104.4 millones en Norteamérica y $ 267 millones a nivel mundial, muy bajo
comparado con Río y Como Entrenar a Tu Dragón. Del mismo modo estuvo nominada por
tres Oscares pero los perdió.
Lo recuerdo como si fuese ayer, Hércules, nunca
comprendí porque su fracaso eminente en la taquilla. En serio $ 99.1 millones
en los Estados Unidos, terrible perderse la frontera, un daño crucial para
Disney considerando su comedia y contagiosos números musicales. Tampoco le hizo
quedar bien sus $ 153.9 millones foráneos.
Quizás por estar fuertemente encaminada al género masculino.
Entre algunas menciones: La Dama y El Vagabundo,
Bambi, Dumbo, Blanca Nieves y los Siete Enanos
como La Bella Durmiente son éxitos de hace décadas. Curiosamente se
caracterizaban por insertar en momentos elementos tenebrosos y música tétrica que
nos ponían nervioso hasta la altura de pensarla dos veces en subirse a un juego
infantil del Parque Disney.
Rara vez se suele recurrir a estas animaciones, pero
es en sí a sus melodías debido a que el número de readaptaciones en vivo han
ido almacenándose pero creo que la única en finalmente cumplir con las expectativas
será la de Maléfica la cual está sujeta a estrenarse en este verano.
Digan lo que digan, doble sentido, mensajes subliminales
o referencias diabólicas, estas animaciones formaron parte de nuestra infancia,
vida juvenil o en nuestro rol de padre de familia. Algunas para bien oras
quizás no tanto, pero encontrárnoslas en nuestro televisor, tenerlas en nuestro
librero o escuchar aquellas canciones que solíamos conocerlas de memoria, nos
hace regresarnos a una mágica niñez de la cual nunca está de más. Todo sea
parte de nuestro crecimiento emocional y maduro.
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2 comentarios:
Disney nos ha regalado mucho: El rey león, la sirenita, La bella y la bestia... Hércules es divertida y tiene algunas de las mejores del estudio, pero imagino q fracasó por la temática y un guión algo irregular. Un saludo.
Que tal Juan, hacía mucho que no escuchaba plática de Disney pero con la novedad de Frozen, otra vez se puso a la moda.
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