Es algo inesperado y poco común seleccionar un tópico de lucha libre
americana. Obviamente hay cosas nuevas por venir entrando el próximo año de las
cuales tendré la oportunidad de contárselos durante el siguiente aniversario.
Después de todo, es un blog de entretenimiento y aunque tenga meses que abandoné la lealtad
hacia este deporte, debo admitir que la razón es simplemente porque Adam “Edge”
Copeland se retiró.
Edge es un luchador profesional extremo e innovador que he seguido
desde hace 12 años. Hubo tiempos en que lo detestaba por ser el típico protagonista
pero en cuanto cruzó la línea de la villanía como el Superestrella de
Clasificación R, fue desde entonces que me volví su fiel seguidor. Siempre en
las buenas y en las malas lo apoyaba haciendo enojar a mis familiares, amigos y
compañeros del trabajo. Inclusive me tocó verlo coronarse como Campeón Mundial
en San Diego en una de sus especialidades: TLC.
Hace un par de meses se estrenó su Blu-ray/DVD donde por primera vez
se manejaba un documental especial sobre su vida, profesión y post-retiro.
Además de un material adicional valioso, unas luchas clásicas y la exclusiva
Noche de Apreciación solamente disponible en el formato de alta definición.
Para cualquier seguidor de Edge, este producto se debe tener en casa porque hoy
en día, la innovación ya no se encuentra presente en esta decadente industria.
Primeramente el documental abarca toda su carrera en sus dos horas de
duración y te mantiene en asombro. Nunca aburre porque la travesía es bastante
genuina, Edge nunca la tuvo fácil, usualmente batalló por alcanzar sus sueños y
no siempre la gente le respondía adecuadamente. Por ello se volvió un
superestrella al demostrar su potencial como antagonista e independientemente
de la opinión social, enfrentó sus problemas personales con estilo. De ser una
de las personas detestables pasó a ser un campeón retirado, respetado y aclamado
por los conocedores y aficionados de este mundo. Además de que nadie en la
historia ha ganado tantos cinturones y ni ha logrado regresar de múltiples
lesiones como lo hizo Adam.
Los extras son fascinantes especialmente el segmento de los perros, la
Verdadera Emoción cuando ascendió como una superestrella al confrontar a Matt
Hardy sobre el asunto de Lita, el momento en que da el discurso de su vida
mediante su inesperado retiro, la espectacular
lucha con Jeff Hardy de No Descalificación en Royal Rumble y finalmente
la épica Noche de Apreciación. Esta última verdaderamente la joya de este
paquete y la razón por la cual se debe obtener en este formato porque es un
programa llevado a cabo a la perfección.
Nadie en la historia de la WWE había tenido una Noche de Apreciación,
ni siquiera Shawn Michaels y uno puede darse cuenta del por qué. Simplemente
desde los primeros veinte minutos, te enganchas con la humildad de Edge y
experimentas diversas emociones con las palabras de su mejor amigo Christian.
Además de ver a Brett Hart llamarle el Mejor Luchador es honestamente fenomenal
y por tanto es una tragedia que no haya nadie que llegue a dar lo máximo como
lo hizo Edge en su tiempo.
Entre las luchas épicas se encuentran: la impresionante lucha callejera
contra HBK, el evento estelar de Wrestlemania 2008 con The Undertaker, la
última y entretenida lucha técnica con Christian, el retorno triunfante al
formato TLC en 2010, la maestra participación con Rey Misterio en La Cámara de
la Eliminación 2011 y sin olvidarnos de su última lucha en Wrestlemania 2011
con Alberto del Rio por el Campeonato Mundial.
En conclusión, es un recorrido emocional de aventuras y contraventuras, de humildad y mucha
oportunidad, de dinamismo, madurez e innovación y repito especialmente
innovación porque la historia de Edge es básicamente la fórmula que hace falta
hoy en día en la WWE para verdaderamente contagiarnos de esa grandeza emocional
que ha dejado de existir desde su retiro hace más de un año.
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