miércoles, 29 de mayo de 2024
Especial Fuerza Rebelde: Comentario últimos estrenos y lo que está por venir de #StarWars!!!
domingo, 26 de mayo de 2024
Entre Reinos e Imperios
domingo, 19 de mayo de 2024
Bokken Order Recargado
sábado, 18 de mayo de 2024
La Guerrera, La Geisha y El Samurái
En
víspera de la gran sensación que resultó la serie de Shogun: La Primera
Temporada; me vi en la necesidad de adentrarme en la era feudal de Japón por ahí
en sus últimos días. Para ser sincero, podría equivocarme dado mi
desconocimiento del contexto. En lo que podría dar justo en el clavo sería en
cuanto a la calidad cinematográfica y narrativa con las que se ejecutaron el
siguiente trio de éxitos que decidí visitar ante la inevitable necesidad
desatada como algunos comprenderán.
Dicho
eso, no pude esperarme más, no cuando sentí la necesidad de volver a reproducir
El Último Samurái por lo mucho que me hizo recordar la serie; hasta resulta
increíble que hayan pasado 21 años desde su controversial estreno en verano de
2023.
Desde el
primer minuto quedé fascinado por la visión del tigre que tuvo el General
Katsumoto, además de la mención de las flores y la forma de justificar el honor
mediante acciones violentas que nos cuesta trabajo entender y aceptar por no
comprenderlas. Es importante subrayar
que nuestra lógica a veces no va con la lógica de otros y es en este tipo de
relatos donde podemos aprender a abrir nuestras mentes y cuestionar lo que se
nos presenta, ya sea tomar o desechar.
Obviamente que en cuenta entra a escena Tom Cruise como el Capitán
Algren, se nos facilita interpretar este viejo mundo y a su vez nos conmovernos
con el pasado de todos los involucrados. Mucha cultura, contexto y una historia
que nos golpea duro en la cabeza por ponernos a pensar en cómo a veces la
modernidad termina por destruir todo eso que nos hace únicos y humanos.
Las leyes
sólo sirven para enriquecer y darles poder a los corruptos mientras que quienes
de verdad buscan defender los valores de una nación, ayudar al prójimo y ser
devotos sin cuestión alguna de la autoridad, son lo que más salen heridos o
terminan siendo asesinados. Hoy en día se necesita levantar la voz, defender lo
que de verdad importa y ser una persona honorable.
Con
aquellas palabras describiría esta inolvidable experiencia, y no sería el único
en decirlo ante su sobresaliente taquilla global de $ 456.7 millones, a pesar
de referírsele como una típica producción hollywodesca porque por ahí la agarraron
en los Estados Unidos por lo de la venta de armas.
Ni
al caso teniendo como director a Edward Zwick (Diamante de Sangre, Coraje Bajo
Fuego) y no se diga de la tremenda composición cultural en manos de Hans
Zimmer, escuchar cada una de sus melodía nos pone los pelos de punto. Y es que
cualquiera que haya visto una película de Zwick sabe que su estilo va más allá
de presumir sino de inspirar y conectar con la humanidad mediante la fragilidad
del corazón de los personajes, personajes que cumplen con los requisitos como
lo hicieron Koyuki Kato, Timothy Spall e Hiroyuki Sanada de quien este último no recordaba
que aquí había aparecido y hasta se lució en las secuencias de acción.
Desde
entonces ha permanecido como una de mis películas favoritas de Tom Cruise y de
la cual sigo sin saber la o las razones por las cuales ni siquiera fue nominado
como Mejor Actor en los Oscares porque es una de sus mejores actuaciones. No
que lo necesite porque son de los veteranos contados que siguen impactando la
taquilla a pesar de ya no ser un jovencito.
Yéndonos
al panorama infantil, aproveché para reproducir Mulán, no la
terrible y contradictoria adaptación de 2020 que mejor se la hubiesen confiado
a Ridley Scott. Me refiero a la versión animada de 1998 que se ganó mi corazón y la de muchas familias por resultar contrario a lo que era de esperarse por Disney en esos años.
26 años
han pasado y nunca me he animado a ver la segunda parte por miedo a
decepcionarme porque el estudio solía destruir las continuaciones, aunque creo que lo sigue siendo incluso... Siendo tan sólo un pequeño de 11 años, bien recuerdo habérsela pedido a mis padres de regalo para esa navidad. Me arrepiento de haber regalado el VHS, a sabiendas
de la joya que era.
Ming-Na
Wen me encantaba por su voz tan cálida y sensible como Mulán, esa mujer que
fuera de Wen, no han podido hacerle justicia en interpretarla y darle su merecida
historia. Eddie Murphy como Mushu es quizás considerada su mejor actuación y BD
Wong aporta una respetable seriedad como Li Shang. En verdad fue un tremendo horror la omisión del carismático dragón en el live action.
Mulan se
mantiene compleja a pesar de simplificarse para el fácil entendimiento del
público infantil. Su mensaje sigue siendo fuerte y necesario incluso para las generaciones
de hoy en día por darle el lugar y empoderamiento a la mujer en conjunto con el
amor a la cultura y el respeto. Logró convertirse en un éxito global de $ 300
millones de dólares y con su debida razón.
La
canción Mi Reflejo de Christinas Aguilera estuvo nominado pero perdió por la
fuerte competencia. Sin olvidarnos de Honor to Us All donde vemos el papel de
las mujeres para conseguir el honor a la familia, I´ll Make a Man Out of You
que seguramente la quieran destrozar por la actual situación de los géneros y
True To Your Heart es cálida y perfecta para cerrar.
Citando a
Katsomoto: ¨Es simplemente perfecta¨… y todas las son porque tenía que cerrar
con Memorias de Una Geisha en donde también aparece Ken Watanabe aunque en
breves e importantes momentos.
Para quienes leyeron la novela Arthur Golden, encontramos esta adaptación con gran satisfacción por mantenerse fiel a su esencia narrativa como cinematográficamente. La controversia era inevitable, y no le importó a la Academia tras hacerla acreedora a las estatuillas por Mejor Dirección de Arte, Cinematografía y Vestuario. Premios bien merecidos al igual que sus nominaciones como Música Original, Sonido y Edición de Sonido.
No tenía la menor idea de que John Williams
había estado a cargo de las melodías, en especial la de Sayuri que nos conmueve
desde el primer minuto que se nos presenta. Teniendo a Steven Spielberg como
productor, el director Rob Marshall se dejó llevar por el espíritu de la propia
historia y aunque sólo haya conseguido $ 162 millones a nivel mundial, sigue
siendo un fuerte referente que solemos acudir cada que nos topamos con series a
la Shogun.
El
próximo año se cumplirán dos décadas desde su estreno en los cines, y recuerdo
haberla rentado, usando mis 5 rentas gratis que tenía por semana cuando
trabajaba en Blockbuster ahí en el 2006. En ese entonces había títulos
divertidos como Virgen a los Cuarentas o Yo Put*… había un juego entre mis compañeros
por elegir el título que se asemejara a nuestra situación en esa época.
Aquellos
días en que los clientes me hacían enfadar al desacomodarme la pared de estrenos y hacer un
cochinero en la tienda. Cuando ingresé, los VHS se encontraban en sus últimos
días, recuerdo comprar La Casa del Lago en las usadas y durante la liquidación,
despedirme con la de Invictus. Orgullosamente era Socio Distinguido y no me
perdía los martes a precio especial.
Regresando con Sayuri y su rivalidad con Hatsumomo en una pequeña okiya donde
con la inesperada ayuda de Mameha, la travesía por la que pasa Chiyo hasta
convertirse en Geisha es tan fascinante, honorable y respetable por ser
consideradas como artistas vivientes. Incluso los sacrificios de tanto
protagonistas como antagonistas nos dejan un hueco en el estómago porque al final de cuenta estamos hablando de mujeres que no pudieron ser libres de elegir su camino.
Obvio que la esperanza nunca puede faltar y para eso la vemos en el presidente Ken Iwamura, que como cualquiera, tenemos el poder de cambiarle la vida a una persona con un par de minutos que le prestemos atención. En este caso, se trato de una niña que había sufrido la separación de sus padres y cuya hermana la abandonó con tal de sobrevivir.
Una lección esencial que hoy en día hemos dejado pasar por enfocarnos en nuestro egoísmo y no querer
ponernos en los zapatos de los demás. Estamos tan metido en desacreditar al prójimo para justificar nuestra injusticia cuando también estamos siendo injustos al ser indiferentes a sus necesidades o pensamientos.
Escuchar
y observar es lo que se necesita para apreciar esta adaptación fuera de la
común, cuyas mujeres como Zhang Ziyi, Michelle Yeoh y Goin Li captaron desde su
primera aparición en pantalla. Lo mismo podría decir de Lady Mariko, la cual
fue interpretada gloriosamente por Anna Sawai al confesar que sigo sin superar
su trágico destino.
En conclusión: El Ultimo Samurái, Mulán y Memorias de Una Geisha pudieron haber inspirado a Shogun dadas las similitudes entre sus elementos artísticos, desarrollo de personajes, circunstancias, vestuario y estilo visual. Por ende, era inevitable que no recurriera a estos títulos tras verla.
domingo, 12 de mayo de 2024
Emoción y Lágrimas
viernes, 10 de mayo de 2024
El Planeta de los Simios: Rebelión, Amanecer y Guerra
Difícil
de creer que hayan pasado ya 13 años desde que los Simios se rebelaron a la par
de que la humanidad comenzaba a extinguirse y todo por garantizar la cura del
Alzheimer. Como diría David abordo del Prometeo: ¨Grandes cosas tienen pequeños
inicios¨ o, mejor dicho: "Las peores cosas que te puedas imaginar, fueron
hechas con las mejores intenciones", parafraseando al Dr. Grant
durante su terrífica estancia en Mundo Jurásico y con mucha razón.
Es
evidente la inspiración que tuvo el director Rupert Wyatt con respecto a la
trilogía clásica de Star Wars y subsecuentemente de El Caballero de la Noche,
para tomar la misma estructura de ejecutar una introducción, desarrollo y
desenlace a la de por sí popular saga de El Planeta de los Simios.
Una
trilogía desvalorada en mi humilde punto de vista porque tratándose de ciencia
ficción, la encuentro superior a todo lo que Marvel nos ha entregado. Sobre todo en efectos especiales y no se hable de la actuación, la cual en general es inigualable y a su
vez un horror de que no logre el mismo alcance en Taquilla dado que a duras penas llegó a ser reconocida por la Academia.
Sólo
espero que con la reciente cuarta entrega que está por estrenarse, se aviva el
interés como fue mi caso al volver a aventurarme a este reinicio del cual
terminó por conmoverme en aquel verano de 2011.
Y es que al igual que muchos, nos cuesta trabajo entender ¿por qué
diablos Andy Serkis no fue nominado por su poderosa caracterización como César?
¡Alguien
qué me explique por favor!
En fin, El
Origen del Planeta de los Simios como fue denominada allá en España a
diferencia de (R)evolución en Latinoamérica, nos conquista el corazón
por enfocarse en esta inusual familia en donde el químico Will Rodman está
tratando de encontrar la cura del Alzheimer para ayudar a su padre y
temporalmente logra provocando a su vez la propia exterminación de la
humanidad.
Las
escenas entre Will y César son bastante conmovedoras que es inevitable no
derramar una lágrima justo en el desenlace, o inclusive en el intermedio cuando
César es encarcelado y hace un berrinche del que debía ameritarle la nominación
a Serkis, eso o su intensa línea de ¡No!
Sin duda a muchos nos hizo brincar de nuestros asientos.
Pese a
ser un drama, primeramente, sus secuencias de acción no decepcionan, muy en especial
la ruta del puente de San Francisco. A parte de que los antagonismos de Brian
Cox, Tom Felton y David Oyelowo nos ayudaron bastante para preocuparnos de los
papeles interpretados por Freida Pinto, John Lithgow y del pobre James Franco,
cuya carrera hoy se encuentra en mal estado a gran diferencia de este designado ¨segundo aire¨.
Con una
recaudación de $ 172.4 millones de dólares en Estados Unidos y $ 481.8 millones
a nivel mundial, es más que suficiente para declararse un éxito por su
presupuesto de $ 93 millones. Nadie sabía lo que pudiera venir en la secuela la
cual tardó 3 años en estrenarse. Tiempo necesario viendo la obra maestra que se
tornó El Amanecer del Planeta de los Simios o simplemente referida en
México como Confrontación.
Verla en
el cine fue una experiencia poderosa porque se posiciona a la misma altura de
El Imperio Contrataca al desarrollar a los personajes y ponerlos en su punto de
quiebre, en especial la rivalidad entre César y Koba, este último lo vemos
dispararse con un tremendo antagonismo por parte de Toby Kebbell.
Honestamente, nunca me cansó de verla por la fascinante y profunda que
llega a ser su narrativa y por cómo terminan las cosas. Me temo que la barra
quedó en alto y se notó en su taquilla al quedarse en los $ 700 millones. A
parte de que tuvimos nuevos personajes humanos y el tiempo transcurrido fue de
una década (¿inspirado en El Ataque de los Clones?) y no se diga que fue
acreedora de la categoría de efectos especiales. Categoría bien merecida por
parte de la Academia que a su vez no tuvo vergüenza en descartar a Andy Serkis
como Mejor Actor.
Me
sorprendió bastante el nivel de calidad interpretativa en la que se desenvuelve Jason
Clarke, un actor a quien considero desvalorado y con mucha razón tras haber
suplantado a James Franco con éxito. A parte de que Gary Oldman nunca falla en
convertirse en ese anti héroe mientras que Keri Russell y Kodi Smit-McPhee
tienen una buena presencia en pantalla.
Me
hubiese encantado verlos de nuevo en La Guerra del Planeta de los Simios,
pero entiendo que nomás no podía ser porque esta trilogía le pertenecía a César
y justamente debía terminar con su muerte, una muerte justificada y potente a
pesar de haberse quedado por debajo de las anteriores por no cumplir con las
expectativas que generaba su título.
Para
tratarse de la guerra prometida al final de la antecesora, yo hubiese creído
que Koba volvería para un segundo round posterior de su enfrentamiento
memorable, pero sólo lo tuvimos en los sueños muy oscuros de César como
parte de su remordimiento al haber decidido romper su regla de que un simio no mata
a otro simio.
Woody Harrelson hace lo posible por hacerse
odiar y medio lo cumple, lo que pasa es que sentí que le hizo falta más a su
personaje de Coronel. La pequeña Amiah Miller nos conmueve con sus expresiones, es lo que nos sumerge a ese tono emocional, pero si se me figuró un descuido la
participación de Gabriel Chavarria porque por un momento creí que sería el
Jason Clarke o el James Franco de esta película, y nada que ver.
Lo más
cercano que tuvimos a una guerra fueron los primeros 15 minutos, de ahí es
tragedia, drama, venganza, esclavitud y finalmente concluir con una batalla que
te deja sin aliento, mas carece del tono emocional de las otras. Si no
fuese por el final, esta entrega se hubiera colapsado, pero no fue al caso.
Sino hasta le dejaron espacio para retomarse con una nueva generación como lo
veremos con El Reino del Planeta de los Simios la cual ahora si se sitúa en el
contexto original de la producción de 1968.
Y tomando en cuenta su taquilla de $ 490 millones a nivel mundial, entonces fue evidente que el interés declinó, aunque no lo suficiente para detener su continuación, y me da gusto porque esta reciente trilogía se percibe como de esas joyas extrañas y desvalorada en la industria del cine ya que a duras penas suele escucharse o siquiera recomendarse.
Hasta
cierto grado podría compararse en el nivel artístico de Dune por su ciencia
ficción sólida y visualmente de acción a la Avatar. Fue un gusto volver a
visitar esta franquicia, incluso la original, en preparación de la cuarta
entrega porque presiento que lo vale y bastante.
Sigan
atentos porque seguiremos viajando en el tiempo…
domingo, 5 de mayo de 2024
Crónicas de Bad Batch y del Imperio
Reinterpretando La Amenaza Fantasma
sábado, 4 de mayo de 2024
Especial Fuerza Rebelde: Comentario episodios 12 al 15 de la tercera tem...
viernes, 3 de mayo de 2024
Corazón Valiente y El Planeta de los Simios
Era una mañana como cualquiera; mejor dicho, no como cualquiera porque me encontraba en mi fase de adolescente por lo que no existían las plataformas de streaming ni las redes sociales como las conocemos hoy en día. En parte creo era un gran alivio no tener que depender de un celular, viendo que a cada minuto tenemos que usarlo para sentirnos mejor. Lo cual llega a ser cansado y más cuando las personas a tu alrededor dicen prestarte atención con esa cosa en sus caras.
En fin,
la televisión por Cable era el entretenimiento por excelencia en casa y
debíamos adaptarnos a lo que fuese que trajera su programación de acorde al
paquete seleccionado. Eso sí, debíamos aventarnos los comerciales, lo cual no
era tan malo por usarlos como descansos para ir por una botana o a
cortar flores.
Tratándose
de nuestras series televisivas favoritas, lo mejor seguía siendo comprar las
temporadas completas en formato físico ya que por lo regular nunca transmitían
los episodios en orden, sino solían brincarse o repetirse. Era lo que te tocara en ese momento y de
acorde a la festividad; para mi suerte, solía aventarme una hora diaria de Friends
seguida de The Big Bang Theory concluyendo con Two and a Half Men, y todo gracias a se bendito Warner Channel.
A pesar de no tener libertad para ver lo que yo quisiera cuando quisiera, no puedo negar que fueron buenos tiempos después de todo. Cada madrugaba del sábado y
domingo, incluyendo los periodos de vacaciones, solía aventurarme a la sale con
mi gran vaso de leche y mi docena de galletas con chispas de chocolate. Ahora, la sala suele estar agendada cada tercer o cuarta semana, y al menos cambié la chatarra por una ligera y nutritiva.
Uno no valora lo que tiene hasta que desaparece, y a su vez, no nos damos cuenta de que el tiempo pasa y no regresa, jamás. Un
día eres tan sólo un pequeño yendo al cine para toparse con La Momia y 25 años
después eres un adulto a punto de revivir La Amenaza Fantasma en su 25
Aniversario. Por más que se quiera vivir algo como la primera vez, es imposible y tal vez sea lo mejor.
Es curioso ver lo desesperado que suele
estar uno por convertirse en adulto, y como se te dice que disfrutes de tu
niñez, hasta apenas creo llegar a entenderlo. Esto lo menciono porque veo lo complicado que suele ser que uno se dé cuenta de que nunca se volverá a ser un niño. Físicamente hablando ya que en cuestiones de
emociones se le agradece a la nostalgia y a la memoria el poder regresarnos en
el tiempo, aunque sea mediante una imagen visual o un sueño pasajero.
En
este caso, fue más que nada ese recuerdo de encontrarme solo en mi casa. Mis
padres y mi hermano se habían ido a trabajar. Creo rondaba entre los 17 años, apenas era un
adolescente como cualquiera preparándose el desayuno y enseguida tomando asiento en
la sala para disfrutar de lo que fuese que hubiese entre los canales
disponibles.
Por obra del destino, me topé con los
últimos veinte minutos de Corazón Valiente. Aquel drama de época
dirigida por el ganador del Oscar Mel Gibson, la cual consiguió 10 nominaciones
en los Premios de 1995. Entre estas se acreditó la Mejor Película, director,
Fotografía, Sonido y Maquillaje.
Nada mal, considerando que Randall Wallace y
James Horner debieron hacer sido galadornados por guion y música. Me cuesta
aceptar que esa hermosa melodía en la introducción y en los créditos no haya
logrado enamorar a los miembros de la Academia. Cualquiera que la
escuche sabe exactamente de lo que hablo porque fácilmente está a la altura de
Gladiador, Star Wars, Tiburón, Regreso al Futuro, Titanic… Uno sabe a lo que me
refiero.
Entonces, me sentí valiente para verla a
pesar de que fuese el final, yo yacía seguro de que no me iba a quebrar por no
llevar la carga emocional de su primera hora. Y resultó que ahí estoy yo
llorando, desconsolado, todo por esa frase desgarradora que grita William
Wallace sobre ¡Libertad! Rehusándose a pedir misericordia a un Rey ilegitimo de
Escocia.
El próximo año se cumplirán 20 años desde
que debutó en los cines y por petición de mi madre, decidimos volverla a ver
gracias a que la tenía en una versión remasterizada en Blu-ray porque solamente
se encontraba disponible en Disney Star y no tenía para costear el servicio.
Para mi sorpresa, lloré como en tres escenas: el asesinato de Murron, la
decepción de William cuando es traicionado y no se diga de su tortura insuperable.
Nada más no pude librarme de ese dolor que
parece como si fuese ayer cuando la había visto por primera vez, y quizás el
olvidarme de detalles puede que no sea tan malo después de todo. Lo decía al sentir la esencia de disfrutarla como si fuese la primera vez sin anticipar lo
esperado. En la actualidad, Ridley Scott parece ser el único en apostar por
este género y aún así suele ser criticado con dureza, esperando y su suerte
cambie de nuevo con Gladiador II como le pasؚó a Tom Cruise con Top Gun 2.
Más que soñar, cruzo los dedos porque quiero
creer que la existencia y el éxito narrativo-visual de Corazón Valiente sirvió
de inspiración y lo sigue haciendo por lo poderosa que se ha mantenido gracias
a las frases como: “Todos terminamos muertos. Es solo una cuestión de cómo y
por qué”, “Todo hombre muere. No todo hombre vive realmente”, “Pueden quitarnos
la vida, pero nunca podrán quitarnos nuestra libertad” y muchas otras más.
A parte de que Mel Gibson, Sophie Marceau,
Angus McFayden, Patrick McGoohan, Brendan Gleeson y el resto dieron sus mejores
actuaciones, todo con el objetivo de respetar la inolvidable historia de
William Wallace. Desconozco cuando tenga la oportunidad de volverla a ver, mas como siempre, la seguiré disfrutando por lo hermosa que es
y no solamente por su físico sino por lo que lleva muy en su interior, y con
eso me refiero a su alma.
Cambiando de panorama, me cuesta creerlo y bastante de que El Planeta de
los Simios está por cumplir 60 años dentro de 4 años debido a su año de
lanzamiento en 1968; y es que cómo olvidarnos de la memorable línea de: ¨Quita
tus sucias pezuñas de encima mono asqueroso¨.
Ahora que
lo recuerdo, existe una secuencia en Big Ban Theory en donde los muchachos con
tal de escapar de un Sheldon griposo, aprovechan una maratón del Planeta de los
Simios portando esas icónicas máscaras de las cuales Bruno Mars emplearía después
en uno de sus divertidos e ingeniosos videos.
Es justo
cuando Charlton Heston recupera su habla que deja escapar esta línea que
impacta a todo el mundo, y es que el cine se encontraba evolucionando en
cuestiones de relatos de ciencia ficción, y para un actor prestigioso, tomando
en cuenta sus protagonismos en 10 Mandamientos y Ben Hur, sabía bien en
lo que se metía, y siendo sincero, esta adaptación luce bien a pesar de su contexto
cinematográfico en el que fue filmado.
Cabe
señalar que recibió un reconocimiento honorifico por el maquillaje ya que no
existía aquella categoría en los Premios de la Academia. Tanto banda sonora y
vestuario fueran nominadas, me parece extraño que la fotografía no haya sido
considerada porque en momentos su ambientación me parecía en el mismo tono de Alien.
El final
en donde vemos la estatua de la Libertad medio enterrada entre la arena ha de
haber dejado a muchos con la boca abierta. De ahí le siguieron cuatro secuelas de las
cuales debió haberse terminado con la segunda a petición de Heston, cuyo papel
pasó a ser secundario al no tener interés alguno en inmortalizarse en este
planeta de los simios.
En sí no
es la típica producción de Hollywood, y creo que ninguna lo ha sido incluyendo
la última trilogía. Inclusive la encuentro superior al reinicio de Tim Burton que aún recuerdo el
dolor de cabeza que sentí en sus dos horas de duración. Lo mejor siendo la
música. Espero y la referencia a esta nave pérdida en el espacio sea explorada
en las futuras entregas de la nueva trilogía ya que sólo nos quedamos con la
breve mención en La Rebelión del Planeta de los Simios, y aprovechando la
mención, es momento de hablar de esta resucitada franquicia.
Lamentablemente tendrán que esperar…