Posteriormente de ponerle fin a un traficante, Jack Reacher a la
acción mediante una relación del que nunca anticipó lo llevaría al núcleo de
otra conspiración. Costándole la vida a dos soldados y poniendo en
cuestionamiento la carrera de Mayor Turner, Reacher hará lo mejor que sabe
hacer para resolver esta situación, en conjunto con otro imprevisto familiar.
Para llevar a cabo esta adaptación, Tom Cruise se apoyó en el director
Edward Zwick cuyas producciones de Diamante de Sangre, El Ultimo Samurái y
hasta Amor y Otras Adicciones moldearan de una buena dosis de sentimentalismo a
esta trama. Los combates no suceden así nomás, están motivados y se percibe en
la coordinación del elenco.
Reacher
tiende a trabajar solo, en referencia al campo, quizás hizo falta el punto de
vista legal pero si fuese el caso, en su lugar hubiésemos tenido otra historia
idéntica a la primera. No será tan impactante en cuestiones del crimen pero
emocionalmente, esta secuela conecta en un punto humano situando a Reacher en
un plano humanista.
Dicho
lo anterior, el guión es estable y a su modo cumplió con las expectativas de la
cuales Jason Bourne no pudo el verano pasado. Obvio que se aleja de Misión
Imposible: Nación Secreta pero supera por mucho a las secuelas de Búsqueda
Implacable. En especial por su secuencia climática, aquella persecución por más
sencilla que parezca, te mantiene al borde de tu asiento.
Lo
que me encanta de Jack Reacher es su sencillez, no requiere de estruendosos
efectos especiales sino factores desenvueltos a través de un grandioso equipo
de guionistas y en mayor parte a la dirección de Zwick porque sabe iluminar una
atmosfera al aprovechar cada esquina de su contexto visual y no teme tampoco en
llevar a otro nivel a sus actores.
Tom
Cruise nunca falla y como Reacher sigue siendo el mismo aunque haber descubierto
su lado sentimental, por más que traté de ocultarlo, es un resalte como lo
apreciamos en Misión Imposible III. La sorpresa aquí es Cobie Smulders, quien
más que una acompañante, se torna en el corazón de este misterio y me da gusto
le hayan dado más que hacer a diferencia de Marvel.
El
carisma de Danika Yarosh como Samantha resultó otra revelación, complementa de
por sí al intenso evento y podría a su vez señalarse como la moldeadora del
comportamiento de Reacher. En cuanto al villano Patrick Heusinger, la secuela
no leo puso en la cima como al anterior mas eso no lo detuvo de sacar a flote
su otra personalidad y ni se diga de sus secuencias de acción.
La
recepción ha sido mixta como era de esperarse y su taquilla parece estar en la
misma trayectoria. Menciono aquello porque espero y ver una tercera entrega,
todavía hay mucho material por contar y hasta hoy, no me he sentido
decepcionado. De principio a fin, el suspenso te atrapa y así te mantiene
gracias a la brutalidad de su edición filmográfica.
Se quedará a un centímetro de
la grandeza narrativa de la original, pero la secuela no decepciona en lo
absoluto en presentarnos otro misterio inesperado, violento y conspiratorio del
famoso investigador militar. Para quienes les fascinó la primera, no veo el por
qué no vayan a querer esta considerando que los mismos elementos la respaldan.
Calificación: 4 de 5 estrellas