lunes, 30 de septiembre de 2024

Ridley Scott y El último Duelo

 


A dos meses del anticipado estreno de Gladiador II, me encontré con la necesidad de hablar de un título desvalorado en la filmografía del director Ridley Scott. A decir verdad, uno de varios que no han recibido la suficiente atención dado a que los críticos tienden a ser duro con él a pesar de éxitos como Alien, Blade Runner, Gladiador, Hannibal, La Caída del Halcón Negro, Cruzada, Un Buen Año, American Gangster, Robin Hood, Prometeo, The Martian y sobre todo El Ultimo Duelo (The Last Duel) en el cual he decidido enfocarme por ser de esas joyas juzgadas a simple vista.

Ridley Scott no es ningún extraño cuando se trata de adaptar producciones medievales, y más cuando llevan religión y política en su narrativa. No serán históricamente acertadas pero este incomprendido genio ha dejado claro en varias ocasiones que no está interesado en hacer documentales sino en contar historias que nos pongan a cuestionar sobre la naturaleza humana a partir de personajes complejos en cualquiera de sus diferentes entornos.

Scott se inspira en ciertos sucesos verídicos y se deja llevar por su tremenda visión, cosa que ha sido altamente criticado hasta el grado de quererlo retirar cuando obviamente el señor aún cuenta con la capacidad de no sólo darnos más sino de ponernos a pensar en todo lo que nos rodea a nuestro alrededor y de cómo percibimos la realidad a la que se nos ha inculcado con el paso del tiempo.

Por eso mismo decidí tomar El Ultimo Duelo como el ancla de este análisis por desenvolverse mediante tres puntos de vistas de los cuales no están tan alejados de lo que sucede hoy en día. Muy en especial sobre la situación de la mujer debido al patriarcado establecido desde los tiempos bíblicos. Algo que no se puede negar de Scott, es que tiende a dirigir mujeres empoderadas en sus películas y muchas de estas actrices le deben sus carreras por ser descubiertas, entre ellas, Sigourney Weber, Eva Green, Marion Cotillard, Noomi Rapace y recientemente Jodie Comer.

Cualquiera que haya trabajado con este controversial “director y productor”, se expresa maravillas de éste y Matt Damon no es la excepción al haber recurrido de nuevo a él trayéndose a Ben Affleck al convencerle de dirigir su guion, que al lado de Nicole Holofcener, cobró valor e impacto por la manera en que la mujer es representada en este periodo situado en el año de 1386. Sumisa, callada y obediente a todo momento y bajo el mandato de los hombres. Más que una mujer, formaba parte de la propiedad del padre para comercializar el legado de la familia a través de los hijos varones.

Lo repito de nuevo, han pasado más de 600 años y algunas cosas nada más no parecen cambiar, por eso mismo concuerdo con Ridley en que este relato era necesaria de contarse y más por lo que tuvo que luchar la dama Marguerite de Carrouges al poner su propia vida en la línea por un crimen del cual muchas mujeres callaban por encontrarse en un mundo en donde el poder de los hombres era lo único que importaba, y sigue importando si uno se puede a revisar. Por decir que tampoco la Iglesia ayudaba con sus creencias tan arraigadas, tan fácil era condenarlas por su vestimenta liberal y comportamiento tanto dudoso como coqueto.

Eso de imposible concebir en una violencia por no haber amor o ser culpada al no darle hijos a su esposo por no sentir placer en el acto. Hasta es doloroso reírse al considerar que ya porque una mujer te sonría sea considerado un coqueteo cuando en sí sólo estaba siendo amable. La escena en donde una de las amigas opta por perjudicar a la otra al tergiversar sus palabras con tal de quedar bien con el marido, me resulta familiar incluso en mis tiempos.

Por ende es impactante ver a esta protagonista que no se deja caer en dilemas, sino desde el principio decide decir la verdad, buscar justicia para que al final se arrepienta al darse cuenta que podría perder la vida sin siquiera darse el lujo de pelear por ella debido a que su defensa recae en su esposo cuya intención principal era recuperar su honor por la rivalidad que se venía sembrando con su supuesto mejor amigo.

La escena donde la joven está cargando a su bebito es conmovedora al revelar su arrepentimiento por no haberse quedado callada al desconocer que su hijo podía quedar huérfano y condenado. No tanto por morir quemada, sino por poner la vida de su hijo por encima de ella como una madre haría. Más no todo es malo, esta travesía tenía que suceder para así relatarse en la poderosa metodología de Scott que sin importar que haya sido un rotundo fracaso en taquilla, personas como yo no podemos dejar que pase desapercibida y mucho menos con Gladiador II cerca de estrenarse.

Inclusive, ciertos estereotipos y prejuicios se nos son mostrados de los cuales terminan por asombrarnos y más desde la perspectiva de Jodie Comer, a quien aplaudo su interpretación como Marguerite porque las dos versiones de la violación fueron tan incomodas de ver y emocionalmente desgarradoras. A pesar de haber sido ensayadas, se puede percibir cierto realismo en sus gestos y temblantes expresiones. Me fue imposible mantener los ojos abiertos, a cada rato los cerraba porque es algo que sigue sucediendo hasta la fecha al ser disfrazadas de seductoras interpretaciones (la típica frase de que ella se lo busco).

Su historia siendo referida como la Verdadera, nos aterriza en el plano serio tras habernos adentrado en las otras dos. Como si se tratase de los testimonios del juicio, Matt Damon como Jean de Carrouges se nos presenta como un buen hombre, que se preocupa por su honor, cuida de su esposa, es leal al Rey y cumple con las normas sólo para que sea una y otra vez traicionado por su supuesto mejor amigo Jacques Le Gris, cuya participación de Adam Driver nos hace odiarlo por lo cabroncete que es. Durante la secuencia final, me hallaba aferraba a mi asiento por lo invertido que me encontraba en el destino de Marguerite.


Obvio que cada uno de estos caballeros trata de describirse de la mejor manera, y quizás tengas uno que otro punto a favor, Jean más que Jacques, porque el segundo no tiene perdón alguno tratándose de un crimen que suele ser desacreditado como sucedió con esta película, y en parte lo entiendo, malamente. No es lo que uno esperaría de este reconocido director, al menos en los escenarios de batallas porque solamente tenemos el duelo final y una que otra batalla mostrada en breves partes. Nada cercano siquiera a lo visto en Cruzada o Robin Hood, no que sea malo, aclaro.

Y es que la importancia aquí recae en el testimonio de Marguerite, lo que estaba en juego al denunciar su violación ante la Iglesia y ser tachada de culpable por provocárselo ella misma según los hombres de Dios. Los alegatos en la corte te hacen reír de tontas que estaban tales creencias. Eso sí, me pareció esencial que los rostros de las mujeres fuesen de un disgusto visible e incertidumbre ante el destino de su compañera a quien comprendían a pesar de no conocerla.

Incluso la escena en donde la madre de Jean regaña a Marguerite por poner la vida de su hijo en juego por no quedarse callada al revelar que ella misma también fue víctima de violación, pero a diferencia de su nuera, se quedó callada al igual que todas las mujeres de esa época por tratarse de un mundo de hombres, porque hablar sólo las condenaría no sólo a ellas sino a su familia, muy en especial a los hijos.

Sinceramente, esa escena es suficiente para haber repartido ciertas nominaciones entre el elenco, y no se diga lo asombrosa que resulta la puesta en escena, desde el arte hasta los vestuarios y la épica música. Sin importar que solo hayamos tenido un duelo a muerte, lo que estaba en juego impulsado por la construcción de los tres protagonistas fue suficiente para convertirla en una de las mejores adaptaciones de este director a quien a cada rato quieren retirar por no comprender la moraleja que imparte en cada una de sus adaptaciones, por incluir a NapoleónTodo El Dinero del Mundo y Alien: Covenant.

Ridley Scott no es un jovencito, considerando su edad es de esperarse que haya hecho comentarios controversiales al culpar a las generaciones de ahora, por lo que es parte de su frustración, aunque no ha sido de todo un fracaso ya que se dice que ha encontrado siento interés en las plataformas de streaming, así que de verdad espero con la llegada de Gladiador II, muchos decidan visitar su filmografía para que así puedan toparse con El Ultimo Duelo porque este es un duelo mental que no pueden perderse, nada más no pueden.

Como mención adicional: Ben Affleck sí que nos saca un disgusto como el Conde Piere, su química con Adam Driver es tan enfermiza que en momentos volteaba hacía otra parte ante la depravación tan visual. Hasta eso, el estilo es implícito por lo que no hay nada tan explicito en la pantalla. Me temo que ya depende de la mente de cada uno sí es que suelen imaginárselo a detalle. Por otro lado, el aspecto político sí que nos hace quejarnos porque es imposible no reconocer esa frustración que ocasiona cuando las personas en el poder hacen lo que quieren sin consecuencia alguna.

La verdad que me arrepiento de no haberla visto en los cines, dado que aún nos encontrábamos en pandemia, bien recuerdo lo difícil que era salir por el constante miedo de atrapar el virus ante la inexistencia de las vacunas. Napoleón no habrá sido de mi total gusto, por cuestiones del desarrollo personaje no tanto por la cinematografía, pero eso sí, la dirección de Ridley la aprecio a la misma altura de El Ultimo Duelo como seguramente será el caso con Gladiador II.

domingo, 29 de septiembre de 2024

El Último Reino: Primera Temporada (The Last Kingdom)


Un drama británica medieval que vale la pena de ver por su gran parecido a Gladiador,
Corazón Valiente y Rey Arturo.

Succession: Primera Temporada

Esto es lo que pienso de la Familia Roy en su primera temporada de #Succession.

Respira


La serie española #Respira da mucho de qué hablar pero al final se queda sin aire.

No Hables con Extraños (Speak No Evil)


Tuve la oportunidad de ver la readaptación danesa del talentoso #JamesMcVoy y esta es mi humilde opinión de este terror psicológico. 

Los Feos y El Juego Largo


En esta ocasión nos acompaña una doble función para pasar el fin de semana gracias a #Netflix.

La Pequeña

Al menos una película del Tour de Cine Francés 2024 tenía que ver y me alegra haber elegido #LaPequeña.

La Hija del Prisionero


Un drama importante e inolvidable de #KateBeckinsale y #BrianCox.

Héroes Legendarios: Harrison Ford e Indiana Jones


Un documental que te pone a pensar sobre la trayectoria de Harrison Ford antes, durante y
después de Indiana Jones.

Friends: The Reunion


Celebremos el 30 Aniversario de #Friends con su primera y última reunión.

Shadow Warrior


1 año después del lanzamiento del quinto episodio de la serie #Ahsoka y todavía sigue moviendo mi mundo entre mundos.

sábado, 21 de septiembre de 2024

Reconstruyendo Las Galaxias


En víspera del estreno de la miniserie de #LegoStarWars #ReconstruyendoLaGalaxia, he decidido proporcionar mi humilde análisis en compañía de #Thrawn #Ascendancy #ChaosRising de la cual he vuelto a leer tras su publicación en 2020. Así que dale clic y como siempre, que la Fuerza te acompañe.

domingo, 15 de septiembre de 2024

Entre Locos y Rebeldes!


Alocadas y rebeldes producciones nos acompañan en este fin de semana con #RebelRidge, #DiscoIbizaLocomia, #LaParejaPerfecta, #LongLegs, #Cabrini, #LaTrampa y #Borderlands.
Entre las novedades: #Minecraft, #StarWars, #IanMcKellen, #JamesEarlJones, #El Pinguino, #Crepúsculo y #SpiderMan dan muchode qué hablar.
Y finalmente concluimos con #Friends al repasar la Décima Temporada. Todo esto y más en #EntretenimientoCasual Podcast.

domingo, 8 de septiembre de 2024

Misteriosa, Irrevocable y Sagrada

  No hay forma de saber qué provoca una reacción y no otra, qué lleva a qué, qué destruye a qué, o qué hace florecer qué, o morir, o tomar otro rumbo. ¿Y si soy indulgente conmigo? ¿Y sí me arrepintiera? Pero si volviera atrás en el tiempo, no haría nada distinto. ¿Y si esas cosas que hice fueron las que me trajeron aquí? ¿Y si nunca me redimiera? ¿Y si ya lo estuviera? Después de perderme en la selva de mi dolor, encontré cómo salir de este bosque. Ni sabía a dónde iba hasta que llegué, el último día. Gracias, pensaba una y otra vez, por lo que me enseñó el sendero, y lo que aún no podía saber. Mi vida como todas las vidas, misteriosa, irrevocable y sagrada, tan cercana, tan presente, tan sumamente propia. Qué salvaje experiencia era dejar que fluyera.

   Esta reflexión es con la que culmina la poderosa, cruda y conmovedora adaptación de Alma Salvaje (Wild) de la autora Cheryl Strayed cuyas memorias fueron llevadas a la gran pantalla por el director Jean-Marc Vallée (Dallas Buyers Club) y la productora-protagonista Reese Witherspoon (Walk the Line).

    Cabe destacar que en diciembre de este año 2024 se cumplirán 10 años desde su lanzamiento en cines resultando en un éxito moderado mundial de $ 50 millones de dólares con reconocimientos en los papeles interpretativos. Habiendo costado $ 15 millones, es la razón por ser referida como un éxito. No obstante, no puedo evitar sentirla desvalorada.

   Estando actualmente disponible en Disney Plus, es una tragedia que en ese entonces no haya trascendido ni tampoco lo esté haciendo en este instante, pero eso no quita la necesidad de hacerle recordar la importancia de reproducir este tipo de dramas independientes por lo mucho que nos enseñan sobre la vida misma.  

   Confieso que no es una historia fácil de digerir, su clasificación es evidencia de ello, aunque con sumo respeto. No hay nada nuevo que un adulto no haya visto, y con suerte, hasta podría identificarse con ciertos escenarios de los cuales nos ayudan a poner en perspectiva nuestro pasado, para entender mejor nuestro presente y por consiguiente anticipar lo que nos podría deparar el futuro si permanecemos cerrados a cambiar los patrones con los que nos movilizamos.

   La primera vez que vi esta película, me sorprendí de Reese por lo brutalmente honesta en que se nos mostró como la senderista Cheryl. De estar acostumbrada a verla tan guapa y glamurosa, para luego adoptar un aspecto sucio y caprichosamente vulnerable al momento de llevar a cabo escenas incomodas e inesperadas para una actriz de su reconocimiento.

   Lo digo porque por más fácil que parezca estar caminando frente la cámara entre la tierra y piedras, emulando sentimientos de dolor conforme escalaba montañas, cruzaba ríos, se adentraba entre la helada nieve, el intenso calor y la acechante tormenta, no, para nada es fácil y Reese lo dejó claro en una entrevista al referirme a este como un papel desafiante por todo lo que demandaba.

   Tan así que tenía que madrugar cada día para obtener las mejores locaciones y la adecuada iluminación del día, para luego regresarse con todo y los equipos porque nada más había ciertos lugares donde no podían pasar la noche por el peligro que correrían tanto ella como la tripulación a cargo de rodar esta producción.

   Nada de filtros ni maquillaje para conservar la imagen impecable de la actriz, al contrario, Reese al natural en todos los sentidos y su caracterización es evidencia de ello. Por esa razón, no puedo evitar sentirla como un amor platónico cuando no deberían ni serlo por lo imperfectas que se muestran tanto actriz como autora.  

   Sin duda, Reese supo interpretar el material con audacia y valentía como la misma autora demostró en Junio de 1995 al llevar a cabo el Sendero de la Cresta del Pacifico la cual le tomó 95 días en completarlo consiguiendo así convertirse en una sobreviviente de su propio destino porque no hay peor enemigo que uno mismo y eso es lo que nos hace entender a través del libro en que se basó esta adaptación. 

   Fue tanto mi asombro, que después de las casi dos horas de duración, sentí la necesidad de leer el libro y me tomó una década en poderlo hacer porque en ese entonces, nada más no contaba con el tiempo dado que me encontraba en una época bastante oscura. Y no en cuestiones físicas ni de tragedias de alto impacto como hoy en día parece ser el caso para que dichos problemas sean identificados de tal magnitud y no como boberías al compararse indebidamente con asuntos de estado. Demasiada política diría, incluso exceso de superpoderes.  

   Se puede estar al borde la muerte, no sólo literalmente sino también psicológicamente hablando. El manejo de las emociones, cómo percibimos ciertos sucesos o la incomprensión a nuestro alrededor, la falta de respeto, la frustración, el estrés, o imponer mi derecho sobre los demás al exigir el mejor trato sin dar el ejemplo o siquiera ofrecer el beneficio de la duda...

   He visto mucho disgusto en las calles, intolerancia, prejuicios… somos una sociedad que primero juzga y destroza bajo el concepto de empoderamiento y derecho, lo entiendo, uno tiene que hacer lo que tiene que hacer. Así que, no hay nada mejor que jodernos al prójimo y es por eso que vi ese despertar de la conciencia en Alma Salvaje.

   Sobre todo, la esperanza porque todos sin excepción somos salvajes por dentro, y requerimos de senderos para reencontrarnos y darle un sentido a la vida. No digo que tengamos que salir huyendo al bosque del dolor, sino de hacer una pausa y pensar duramente en por qué estamos como estamos y por qué sentimos lo que sentimos, sin importar lo que digan los demás.

   Hagas las cosas bien o las hagas mal, siempre vas a ser altamente criticado, e incluso por ti mismo. Sea bueno o sea malo, a veces tienes que dejar que fluya para aprender la lección sí es que no la has aprendido por las buenas. La ventaja es que de todo aprendes, aunque sea por las malas, y no por eso, debería ser considerado malo.

    La vida es vida y todas son importantes, así que dejemos de vernos como números y veámonos como los seres vivos que somos en este único planeta que habitamos. Diferiremos en lenguajes o costumbres, pero al final somos de carne y hueso, aunque sea en diferentes proporciones.

   Psicológicamente, todos nos encontramos peleando la batalla más grande de nuestro mundo. No se puede ver porque justo la tenemos en nuestra mente y bajo silencio, pero siempre tenemos la alternativa de procesarla en nuestro entorno real. Tal y como lo llevó a cabo Cheryl al cargar con Monstruo, por nada llamó de ese modo a su mochila.

   El recorrido por la Cresta del Pacifico se nos narra de forma lineal, más no las vivencias compartidas de Cheryl, esas se dan conforme se va desinhibiendo la narradora. Esencia que se conserva en la adaptación de la cual aplaudo por no caer en el melodrama. Eso sí, el libro es más literal mientras que ciertas secuencias son puestas de forma indirecta porque se entiende por lo que está atravesando Cheryl.

   Nadie está inmune de sufrir un punto de quiebre, no existe una edad en especifico y nunca se sabe que lo pueda detonar. La terrible verdad es que nadie nunca está preparado para ello, y por más cristianos o puritanos que seamos, es inevitable que nunca nos hundamos en la oscuridad. Es parte de la humanidad, y la esperanza es lo que nos mantiene a flote, aunque sea a duras penas.

   En el caso de Cheryl fue su madre Bobbi, interpretada fenomenalmente por Laura Dern, conocemos a esta madre que fue victima de violencia familiar, salió huyendo para evitar que sus hijos pasaran por lo mismo y pese a toda esta desgracia, nunca dejó de sonreír, amar y aspirar a cumplir con sus sueños con lo poco que tenía.

   Para Bobbi, el sólo hecho de seguir con vida y con sus hijos poco a poco prosperando, era suficiente para considerar que había encontrado oro puro. Cosa que Cheryl no lo captó hasta que su madre tuvo que morir repentinamente de cáncer provocando que cayera en una crisis que la haría tocar fondo al tomar decisiones autodestructivas.

    Por más fuertes que intentemos convencernos de ser, la cruda realidad es que cualquiera de nosotros puede ser repentinamente golpeado por la propia vida hasta el grado de casi destrozarnos por dentro. Lo que me impacta de Cheryl, es que ella no se juzga como lo juzgaría cualquiera que viera o leyera su historia o adaptación. Las cosas pasan y por más terribles que sean a la vista ajena, lo que importa es la gran lección que obtuvimos a cambio (crecimiento, madurez y comprensión).

   No nos convertimos en los sobrevivientes que somos de un día para otro, algunos les toman meses, otros años e inclusive a muchos les toma una vida entera. Lo importante es seguir caminando, se vale parar y hasta se vale rendirse, el punto es retomar cual sea el camino que queramos recorrer porque tarde o temprano encontraremos la salida.

   Tal como lo cité al inicio, la vida es Misteriosa, Irrevocable y Sagrada, y hay que dejarla que fluya por más salvaje que sea la experiencia.

Pasado, Presente y Futuro


En víspera de todo lo que se ha dicho de #StarWars en estas recientes semanas, opté por hablar del pasado, presente y futuro de esta Galaxia Muy Muy Lejana con la novela de #DarthPlagueis, la mitad de la Segunda Temporada de #YoungJediAdventures, la cancelación de #TheAcolyte y las futuras producciones de #Mandalorian&Grogu, #Andor2, #Ahsoka2, entre otras más.

domingo, 1 de septiembre de 2024

El Guardian Invisible: 7 años después

   En el río Baztán, situado en el norte de la Comunidad Foral de Navarra, es hallado un cuerpo de una joven que pondrá en evidencia el retorno de un asesino serial que solamente la inspectora de la sección de homicidios Foral cuenta con la capacidad de resolver, pero para ello, tendrá que enfrentarse a su pasado al regresar a su pueblo natal del cual se la ha pasado huyendo toda su vida.

   No es mi intención ponerme nostálgico, pero es que me pesa saber que han transcurrido 7 años desde que la adaptación de la primera novela de la Trilogía del Baztán salió en los cines. Siendo una producción española, la única forma que tuve oportunidad de verla fue gracias a que Netflix la incluyó en su catálogo a finales del año 2017. Siendo tan sólo el principio tras anunciarse que las siguientes serían producidas e igualmente estrenadas bajo la misma plataforma.

   Más emocionado no pude haber estado porque este género me fascina en el sentido de que el énfasis recae más en el contexto y en sus protagonistas, y no tanto en los psicópatas como otras adaptaciones tienden a justificar sus monstruosas intenciones para que el público romantice con estos. Lo cual desde un punto personal no ayuda, pero al final de cuentas es entretenimiento así que no puedo ser tan severo. 

  Es lo que es y con esta sinopsis, yo creo que cualquiera podría encontrarle interés y en cierto modo podría consolidarse como un desafío mental para intentar desenmascarar al verdadero asesino porque no tenía ni la más mínima idea de lo cerca que se encontraba de Amaia, hablando de la misma familia, familia que es dura con la propia inspectora y es justo esta subtrama lo cual nos tiene enganchado desde el primer minuto.

   Obvio que no se trata de la primera vez que la veo, tal como lo especifiqué al inicio, decidí regresar a este crimen tras haber recibido el libro de la autora Dolores Redondo. Impresionante descubrir que haya sido galardonada por los Premios Planeta 2016 y Bancarella 2018.

    Agradezco a una compañera de trabajo por este bello obsequio, así que me puse de objetivo leer cada novela para así ir volviendo a ver las películas para comentar en mis humildes palabras lo que me han parecido cada una de estas, empezando con El Guardian Invisible.

    Tomando como base el contexto circunstancial, las localizaciones y la mitología vasca, no hubo forma de que me las pudiera perder en ese entonces y mucho menos ahora tras haber leído la primera novela. En parte los avances ayudaron bastante a atraer el interés pese a la controversial recepción que le acechaba al ser demasiados duros con esta, porque lo fueron.

   Por decir que la película permanece impresionante, confieso que la encontré superior a la novela por no sólo mantener la esencia sino por darle su propio enfoque y dinamismo cultural. Siendo sincero, la narrativa de Dolores es demasiada pausada, ordenada y sin ritmo a gran diferencia de la dirección inyectada por Fernando González Molina, quien la pone a la altura de El Silencio de los Inocentes o eso intenta al abrazar el aspecto sobrenatural porque termina por inquietarnos aparte del caos que habita en la mente de Amaia.

   Cabe resaltar que González es reconocido por sus trabajos como Tres Metros sobre el Cielo, Tengo Ganas de Ti y Palmeras en la Nieve. No cualquiera pasa de dirigir dramas juveniles a dramas de asesinatos, que ni fueron las típicas por la importancia que le da al desarrollo de los personajes, y aquí tampoco fue la excepción.

   Marta Etura es perfecta como Amaia Salazar, ya que logra capturar esa capa de misterio que rodea a esta calificada agente que de repente empieza a perder la cordura. No puedo evitar comparar su actuación con la de Clarisse de Jodie Foster, lo cual sería un cumplido y bien merecido por destacar entre sus compañeros.

   Elvira Mínguez como Flora es intensa pero no tan intensa como se describen los pleitos en el libro, aparte de que le restaron importancia a su papel viendo que es ella quien descubre y se encara al antagonista. Y no podía ser de otra manera, porque eso es lo que termina por debilitar la historia de Amia, por encontrarse siempre a un paso atrás y nunca adelante. Y lo digo de principio a fin, literalmente hablando, el título podría referirse más a Flora que al Basajaun.

   Francesc Orella como Fermín Montes da justo en el clavo y a pesar de quedarse corto en tiempo, se defiende en compañía de Itziar Aizpuro que como la Tía Engrasi aprovecha la extensión de su papel mientras que Patricia López se desvanece en el fondo como Rosaura. Entre las sombras, Quique Gago hace todo lo posible por vendernos la monstruosidad en Victor y lo logra mediante el énfasis de su discurso revelador.

   Lamento decirlo, pero el libro de El Guardián Invisible es puro hablar y hablar sin dirección entre sus participantes, escasa acción, leve suspenso y una atmosfera que se aleja de lo sobrenatural a diferencia de la adaptación cinematográfica en donde predomina hasta el grado de hacernos creer que de verdad existe y es la mera causante de dichos asesinatos.

   La identidad del Basajaun sólo se menciona por texto más tenemos la dicha de verla y hasta escucharla mediante el silbido en escenas que trascienden a nivel visual, mientras que el asunto de la madre de Amaia y su niñez sigue siendo lo mejor que nos describe la autora Dolores que para haber sido la primera novela de esta trilogía, aun así es de aclamarse por su originalidad y enriquecimiento cultural.

   Si no fuese por su atrevimiento, Fernando y compañía no hubieran tenido siquiera la oportunidad de hacer esta historia invisible en una claramente visible e impactante desde diversos sentidos, y no sólo físicos sino psicológicamente hablando. Por tanto, yo la pensaría dos veces antes de escuchar a los críticos porque esta entrega lo vale cada minuto de nuestra atención. En cuanto al libro, ahí si la pensaría dos veces, pero dependerá de ver cómo resultó la segunda parte.

La Saga de Alien + Romulus

En el espacio nadie puede escucharte gritar…

   7 años antes de que yo naciera… sin duda me hubiese vuelto loco con la generación de ese entonces porque tras perder la cabeza con Star Wars en 1977 tuvieron la fortuna de toparse con lo que se convertiría en una de las mejores sagas de horror porque 45 años han pasado y Alien sigue estando igual de viva y ahora más con el reciente estreno de Alien: Romulus y próximamente la serie televisiva.

   Por esa razón sentí la necesidad de hablar sobre la saga porque, aunque les cueste creerlo, nací en el año en que Ellen Ripley regresó al planetoide LV-426. Ya conforme fui creciendo, mi madre me introdujo en este contexto de horror donde yo fascinado veía las primeras dos porque para entonces me quedaba dormido para cuando se reproducía la tercera.

   La razón era porque solían hacer una maratón anual en Sky, una plataforma de video por cable por la inexistencia de los servicios de streaming. Como tal, acompañaba a mi madre cada año hasta que conseguí la trilogía en VHS y posteriormente pude asistir a la función de Alien: Resurrection tras semanas de estar suplicando y suplicando de que me llevaran por ser menor de edad.

   Tan clavado estaba de Alien que llegué a tener pesadillas, por lo que fue cuando decidí ponerla en pausa definitiva y olvidarme de esta hasta que sucedió Alien Vs. Predator, y no se diga de la salida en plena navidad para ir a ver Requiem. No es algo que me haga sentir orgulloso, pero empecemos primero por el inicio que nadie nunca vio venir excepto Ridley Scott y compañía.

   Con grandes nombres como Tom Skerrit, John Hurt e Ian Holm porque Sigourney Weber era una desconocida que gracias a Alien fue puesta en el mapa convirtiéndose en una heroína de acción lo cual era raro de verse por esos años en Hollywood, así que si por ahí escucharon que Jennifer Lawrence asumió esa designación histórica con Los Juegos del Hambre en 2012, me temo que existe una gran diferencia de 33 años al respecto.

   De acorde a los documentales, parte del elenco terminaba ansioso al desconocer en que momentos iba a salir la imponente criatura, y es que se les nota en sus rostros al pegar unos gritos y hasta casi caerse de lo inesperado. Para ser un tiempo que no existían los efectos por computadora, los sets prácticos eran de aplaudirse y más tras ser retomados por Fede y el propio Scott en Romulus.

   Tenía un par de años sin volver a ver Alien, fue una lástima que no la hayan reestrenado en los cines de mi ciudad por su 45 aniversario porque me hubiese encantado ver el interior del Nostromo en la gran pantalla. Hasta la fecha, me sigue sacando uno que otro susto y es que la atmosfera claustrofóbica me pone de puntas, en especial la secuencia de los ductos.

   Entre los rincones oscuros y el xenomorfo, no se diga el facehugger, sigue siendo una experiencia poderosa de visualizar dado que por más sencilla que sea su narrativa sigue siendo culturalmente impactante porque tiene un significado que nada más no pasa desapercibido. Es ingeniosa desde sus diseños, su música, edición, sonido y tecnología.

   Son de esas películas que nunca me canso de ver y más cuando sucedió Aliens, la cual consideraba a la misma altura de la original o inclusive un poco mejor por la adición de los Colonial Marines, un territorio más amplio como lo fue la LV-426 y la presencia de decenas de aliens topándonos por primera vez con la reina.

   En el año que yo nací (1986) se estrenó Aliens, después de haber estado en conflictos internos por siete años ya que resultaba inusual en los ochentas apostar por las secuelas. Ver a Sigourney Weber regresar como Ellen Ripley y convertirse en una heroína de acción durante el tercer acto sigue siendo una sensación inolvidable.

   Me cuesta trabajo saber que han pasado 37 años y el niño que solía verlas ahora es un adulto que pese a la nostalgia desatada por revivir esa escena en donde los Colonial Marines se topan con las criaturas y no se diga del escape en los ductos de ventilación, como Ripley rescatando a Newt y la confrontación con la Reina como cuando pisan por primera vez esta colonia, sin duda que esta secuela ha envejecido con elegancia.

   Con un presupuesto de $ 18 millones, sí que nos ofreció toda una travesía de horror y sobrevivencia notándose en su taquilla final de $ 131 millones superando por $ 30 millones a la anterior. Es una lástima que en su estreno se hayan removido como 20 minutos de valioso material que por suerte viene incluido en la edición especial que logré adquirir cuando existían las Blockbusters. 

   Es importante señalar que Weber recibió la nominación a la Mejor Actriz siendo esto muy inusual porque la Academia no solía valorar este género, también destacar las participaciones de Michael Biehn como el intrépido Hicks, Paul Reeiser como el cobarde Burke, Lance Henrikson como el sugestivo Bishop y Bill Paxton como el miedoso Hudson, que en paz descanse.  

   Hace 10 años aproximadamente salieron dos audiodramas oficiales: Out of the Shadows cuenta la incontable historia de Ripley quien es interrumpida de su crio sueño 37 años después de la destrucción del Nostromo, sólo para verse de nuevo envuelta con los xenomorfos en compañía de la tripulación del Marion debido a que Ash la desvió hacia ellos para cumplir con su misión de traer una criatura intacta ahora que se ha insertado en los computadores como la inteligencia artificial a mando.

   La novela escrita por James A. Moore y dirigida por Tim Lebbon resultó asombrosa y aún más con River of Pain al relatarnos cómo fue que cayó en desgracia la colonia Hardley’s Hope. Olvidando todo lo ocurrido en el Marion tras haber sido despertada, Ripley debe enfrentarse con la compañía mientras la tragedia comienza a desatarse hasta culminar con la llegada de los Colonial Marines.

   Definida como la Titanic de Aliens, este audiodrama es un regalazo para cualquier amante de la saga de la cual espero en un futuro la adapten a una serie porque nada más no me cansó de escucharla por estar fielmente ambientada con lo que caracterizó a las dos primeras películas.    

    Nunca entenderé el por qué toda esta ganancia de calidad fue tirada a la basura con Alien 3, entiendo que James Cameron haya dejado la barra en alto, pero a su vez había dejado una guía para continuar no sólo la historia de Ellen sino de Dwayne y Newt, pero no, decidieron mejor hacer una especie de reinicio, enfocarse en la original y garantizar la muerte de Ripley tal como lo presenciamos otros siete años después.

   Alien 3 estuvo en manos de David Fincher, difícil de creer que no sólo los seguidores de la saga odiaron esta supuesta conclusión sino también el propio director. Fincher confesó que desde el principio tuvo conflicto con los productores por haberse cambiado la historia abruptamente. Que desastre de tercera parte viniendo de una secuela maestra en donde todo apuntaba a la llegada de los Aliens al planeta Tierra.

   Y es que matar a los acompañantes de Ripley, confinarla a una prisión, remover las armas y enfocarse en un drama que no aporta al contexto ni a la propia protagonista sólo terminó por perjudicarla a pesar de haber recaudado $ 160 millones a nivel mundial. Ni siquiera la persecución en los túneles, la rapada de Ellen y su sacrificio fueron lo suficientemente fuertes para justificar el debilitamiento de su peso narrativo.

   Weber hizo lo que pudo dándonos una interpretación desaprovechada en todos los sentidos, por decir que Charles Dance no tuvo oportunidad de lucir a su personaje Clemens mientras que Charles Dutton fue sobresaliente como Dillon sólo para empezar a mostrarse en el acto final. No me gusta hablar mal de las películas y es que volver a verla, me produjo tristeza por el potencial desperdiciado que sigo esperando que opten por hacer borrón y cuenta nueva.

   Al menos Alien: Resurrection fue mucho mejor, obvio que sigue distante de las primeras dos, pero lograron reparar un poco el daño al traernos de vuelta a Sigourney como un clon de Ripley, pero no cualquier clon sino uno mezclado con la genética de los xenomorfos. El elenco secundario me tuvo sin cuidado, le echaron ganas, pero no lo suficiente para que me importasen a excepción de Ron Perlman y Winona Ryder.

   El guion de Joss Wheddon tuvo un acierto en la construcción y exploración de esta nueva Ripley, lo de siendo instalaciones científicas en el espacio y tratando de amaestrar a los aliens como la escena de los siete prototipos fue genial como la secuencia debajo del agua. En sí, la primera hora te engancha por desenvolverse más como ciencia ficción que como horror, hecho que nunca llegué a sentirla como tal porque las muertes fueron algo tontas, dicho con respeto.

   ¿Quién en su sano juicio se arriesga tanto por un arma, siendo el líder y separándose de los demás? Y el acto al final con la Reina Alien dando a luz a una cría semi humana para que perciba a Ripley como su madre, sigo con sentimientos mixtos sobre este giro.

   Es cuando comienza el horror que se desploma este esfuerzo y pues es lo que es. Aún recuerdo lo emocionado que estaba por irla a ver, siendo el año 1997, estuve rogando y rogando a mis padres porque en ese entonces era un pequeño de nueve años y al final se me concedió mi deseo, y la disfruté, no voy a mentir, aunque siempre sentí esa espinilla, más  el daño ya estaba hecho y Jean-Pierre Jeunet y Whedon hicieron lo que pudieron con lo que tenían. Al menos recaudó $ 161 millones de dólares mundialmente.

   De 1997 a 2004 surgieron pláticas con James Cameron y Ridley Scott para llevar a cabo la siguiente entrega, desafortunadamente Paul W.S. Anderson fue seleccionado de la nada para llevar a cabo el primer crossover con AVP: Alien Vs. Predator. Por el 2002 la primera adaptación de Resident Evil se había vuelto un éxito moderado por lo que eso motivó al estudio para confiar en éste y pese a brindarles homenaje a ambas franquicias al recurrir a sus elementos y traerse al veterano Lance Henriksen, el gravísimo error cometido fue situarla en el planeta Tierra con un antecedente que deshonra lo que Scott había introducido con la original.

   A pesar de ello, me agradó la primera media hora, la construcción de los nuevos personajes antes de matarlos de repente, Sanaa Lathan le echó ganas en el protagonismo, pero haberla emparejado con un depredador como una especie de equipo eso fue algo tonto como la trampa o ritual llevado a cabo cada siglo.

   Honestamente, se les pasó la olla y pese a que el horror se desenvuelva dentro de una pirámide cuyo interior cambiaba cada diez minutos, para nada nos puso nervioso y ni un susto pudo extraernos por sentirse más en un tono de superhéroes.

   Considerándose apenas un éxito taquillero por recaudar $ 177 millones de dólares, una secuela fue aprobada en manos de los hermanos Strause quienes prometieron darle horror puro y confieso que cumplieron, aunque la historia siguiese siendo insalvable. Lo mejor fueron las muertes, pero fue ejecutada demasiado rápido que de plano se percibía pérdida a cada momento. Exceso de personajes, desalmados, todo se sentía sacrificable y lo fue desde el principio. Sin querer queriendo, la sentí una copia de Resident Evil: Apocalipsis.

   ¿Qué les costaba haberla situado en el espacio como sucedía originalmente en los videojuegos? Confieso que crucé a San Diego en plena navidad para irla a ver y me entretuvo en lo que cabía. Culpable. Recién la acabo de volver a ver y sigo prefiriendo Alien Resurrection y hasta Alien 3, aunque me duela compararlas entre estas.

   Otros cinco años tuvieron que pasar para que el estudio recurriera a nada menos que a Ridley Scott, el creador de la saga por así decirlo, quién desde un principio hizo lo que se tenía que hacer a pesar de haber generado una tremenda controversia al optar por hacer algo completamente distinto a lo esperado.

    Así es, en el año 2012 vimos los orígenes por así decirlo de los xenófobos gracias a la primera precuela simbólicamente titulada Prometeo, y pese a desviarse del horror, logró a su manera justificar la dirección aventurera, el tono luminoso y el contexto científico como el avance tecnológico.    

   Tratándose de una expedición “científica” en busca de respuesta sobre nuestros creadores, tiene sentido que esta nave difiera del Nostromo en cuestiones tecnológicas. Teniendo a Weyland a bordo, cobra sentido que este transporte sea mucho más avanzado. Independientemente del resultado, la moraleja sigue siendo la misma para quien busca poder como para quien busca respuestas.  

   Personalmente la encontré fascinante al no enfocarse en los monstruos sino al presentarnos a los responsables de su creación, los ingenieros, logrando así conectar con la versión de 1979 mediante un escenario familiar. Desde un inicio se sabía que no era el sitio al que descendió la tripulación del Nostromo, aunque eso suponíamos cuando presenciábamos la caída de la nave durante el primer avance, una secuencia de acción histórico por lo que representa, esa y la de la Doctora Shaw pasando por una cirugía. 12 años después y sigo cerrando los ojos porque es demasiada intensa.

    Explorar el nuevo planetoide con un elenco de estrellas como Noomi Rapace, Charlize Theron, Idris Elba y Michael Fassbender, entro otros, se torna emocionante y bastante entretenido y es que cada uno de ellos logró engancharme con sus personalidades y más dadas las circunstancias presentadas. Lo que aprecio es que sus muertes no hayan sido tan tontas, ayuda que se le haya concedido tiempo e importancia, uno lo percibe en sus diálogos e interacciones.

   Michael Fassbender como el androide es otro de los elementos sobresaliente, cada una de sus líneas es sublime e incluso memorable. Me encanta como a través de este robot, se aprovecha para cuestionar a la raza humana y seguir su mismo patrón sobre crear vida mediante la destrucción como fríamente lo expresa.

   De sólo imaginarme, se me quitaron las ganas de algún día formar parte de un grupo de colonos ante el miedo de encontrar con esta amenaza letal. A parte de que logra replantearnos los temas de religión, inteligencia artificial, la inmortalidad, la creación de armas y la búsqueda de respuestas a nuestra creación, Ridley Scott hizo con Prometeo lo que George Lucas hizo con La Amenaza Fantasma y fue extendernos el universo de Alien en cuestiones narrativas.

   Finalmente hizo lo que muchos no quisieron hacer con las secuelas y tuvo la oportunidad de volverlo a hacer con Alien: Covenant tras haber posicionado a Prometeo en los $ 400 millones mundiales. Lamentablemente Covenant sufrió un descenso al conformarse con $ 240 millones trayendo como consecuencia de que Alien: Awakening fuese temporalmente cancelada, y recalcó temporalmente porque tengo la esperanza de que con Romulus, Disney opté por aprobar la pendiente historia con la cual conectaría directamente con la original al reintroducirnos a los Ingenieros en su búsqueda por la venganza por el caos que desató David.

   Cruzo lo dedos para que no sólo esa suceda sino también se retome el retorno de Sigourney Weber como Ellen Ripley. Entretanto, Covenant sirve de puente para acercarse a la cinematografía y a la música que tanto hemos llegado a apreciar. A su vez, nos responden a la pregunta sobre la creación de los xenomorfos cuya respuesta cobra vida en la mente siniestra de David mediante sus escalofriantes experimentaciones con el cuerpo de Shaw.

   Que mejor que un androide diseñado en la imagen de Weyland para dejarse llevar por el complejo de dios y esparcir su odio hacía la raza humana mediante su aniquilación. El prologo sí que nos pone a pensar seriamente como la repentina muerte del capitán del Covenant.  Y yo que creía que dormir en los crio tubos era completamente seguro.

   El guion de John Logan y Dante Harper consigue darle sentido al trasfondo mitológico al enfocarse en una tripulación colonial que se topan con el planeta de los Inegnieros sin tener la menor certeza del horror que les depara y no sólo en manos de los monstruos. Katherine Waterston como Daniels es toda una luchadora mientras que Demián Bichir y Billy Crudup dejan su huella. Obviamente Michael Fasbender termina por robarse la función y doblemente por así decirse.

   Secuencias de horror tan desagradables de ver…, es una decepción que nos quedemos sin saber qué fue lo que ocurrió en Origae-6 sí es que logran aterrizar en víspera de que David se ha hecho del control de la nave colonizadora, asegurándose de resguardar sus muestras para mantener intacta la creación de sus bellas criaturas.

   Ahora, no nos queda más que meternos de lleno a Alien: Romulus y en mi humilde opinión, la he encontrado asombrosamente genial. Hacía buen rato que no pegaba brincos en mi asiento porque a pesar de no ser una película que dé miedo, el suspenso te mantiene al acecho debido a la ingeniosa, perturbadora y asquerosa ambientación.

    Debo confesar que me sentí bastante aliviado de que Prometeo haya sido referenciado al momento de explicarnos la existencia de esta especie a través de ese misterioso e inestable patógeno. En efecto, cualquiera puede ver y entender su narrativa al funcionar como una adaptación independiente, pero para aquellos, incluyéndome, que hemos visto todas, es inevitable no emocionarnos ante el fan service proporcionado de cual muchos críticos sobre exageraron.

   A parte de homenajear a toda la saga, sirve de puente porque estar situada entre Alien y Aliens, y confirmarse con los restos del Nostromo y la captura del xenomorfo, Romulus hace que lo sucedido en Prometeo cobre bastante relevancia y nos llena de esperanza de la posibilidad de algún día suceda la secuela de Alien: Covenant, que hasta la fecha me sigue encantado.

   Después de espacios abiertos, volvemos a los confines oscuros de una abandonada estación de investigación de Weyland-Yutani en donde un grupo de jóvenes llegan con la finalidad de conseguir una mejor vida. Entre ellos sobresale Rain y Andy, una hermandad que llega a conmoverse tanto que se convierten en el corazón de esta odisea de terror. Por tanto aplaudo a Cailee Spaeny y a David Johnson por acercarse al nivel en que se desenvolvieron Sigourney Weber y Lance Henriksen en Aliens.

   Incluso sus historias podrían continuar en víspera de cómo culminó el tercer acto, un acto plagado de constante acción, acido, explosión y el surgimiento de una criatura que te hará temblar de lo espeluznante que es. A diferencia de los haters, Romulus si aporta a la mitología al darnos explicaciones y por conectar el pasado con el futuro. Incluso las muertes no se sienten tontas sino al contrario, llegan a doler por bien en que se desenvuelven Archie Renaux, Isabela Merced, Spike Fearn y Aileen Wu ya que son personajes fueron construidos con fortaleza.

   Fue asombroso ver la situación en la que se encuentran estos jóvenes, la colonia infernal en ausencia de un sol, el deseo de viajar y serles imposible por una compañía tan dura, creo que esto nos ayuda identificarnos y bastante. Tener el cameo de Ian Holm como Ash, que en paz descanse, me resultó emocionante y quiero creer que recurrieron a las grabaciones originales. La ventaja de tener a Ridley Scott como productor.

   La cinematografía en Romulus es nostálgicamente aterradora. Tan familiar que nos hace querer visitarla de verdad, y confieso que los facehuggers recibieron el mejor uso todavía. Fede Alvarez sí que ama esta saga y lo demostró al entregarnos una sólida dirección porque todo se siente autentico. Espero y su interés por producir AVP se vuelva viable al igual que la tercera precuela de Scott entré en proceso tras el retorno triunfal de su taquilla.

   Me da gusto haberme dado el tiempo de haber visitado la Saga porque al final todo brindó frutos y si eres un apasionado de este terror espacial, entonces la función IMAX debería ser tu formato para verla porque la calidad en la que se desenvuelve lo vale cada minuto. Siendo mejor, no conformarse con haberla visto una vez sino al menos 2 veces para así, removiendo el misterio y la tensión, poderla disfrutar y emocionarse aunque terminas por asustarte por lo asombrosamente editada que esta. 

Con una posibilidad de cerrar en los $ 300 millones mundiales, espero y el estudio se anime a retomar las producciones pendientes de Alien: Awakening y las rumoradas readaptaciones de AVP y Alien 3-4.