Después de que la milicia Estadounidense fuese llamada a combatir a la
tribu inteligente de simios, César se ve envuelto en una peligrosa rivalidad
con el Coronel cuya Facción Alpha-Omega tiene como propósito su total exterminio
para asegurar a la raza humana como la única especie dominante en lo que resta
de la Tierra.
Esperaba algo distinto más eso no quiere decir que no me haya gustado
lo visto dada la inspiración en la trilogía del Caballero de la Noche. El
director Matt Reeves hace una grandiosa labor en seguir manteniendo el
desarrollo de los protagonistas en primer plano mientras toda consecuencia o
acción es insertada en el fondo durante los momentos claves.
La trama se maneja al mismo ritmo de las anteriores, pausada y
metódica conforme se exploran las nuevas circunstancias. Tanto principio como
desenlace lucen por sus explosivas batallas de guerra. Bastante sugestiva la
forma en que fue editada, visualizada y protagonizada considerando el enorme
realismo en que se desencadenan los sucesos.
Reeves fue la perfecta elección porque no hay nadie como él para
ilustrar héroes conflictivos, en especial tratándose de animales. Al lado del
guionista Mark Bomback promovieron el sentimentalismo aunque no temieron en
llevar a César en los mismos pasos de Koba. Esta oscuridad nos brinda otra
perspectiva con respecto a la línea del bien y el mal.
Quizás la intensidad haya carecido de valor ante la ausencia de un
antagonista como Koba y un aliado tan potente como lo fueron Will y Malcom. De
igual forma Andy Serkis se sigue robándose la función como ya estamos
acostumbrados y su confrontación con El Coronel es altamente satisfactoria
gracias a Woody Harrelson quien viene siendo más un obstáculo psicológico.
Esta vez no contamos con factor emotivo desde dos enfoques y quizás
algunas referencias para el futuro de esta franquicia porque indudablemente
muchas cosas pueden suceder de aquí en adelante. Reeves tiene mucho amor por
esta serie, se percibe en la calidad invertida en estas 2 horas 20 minutos de
las cuales uno se las pasa con agrado y cierto humor.
Serkis es la razón del éxito que ha acumulado esta trilogía aunque las
nuevas adiciones de Harrelson, Gabriel Chavarria, Steve Zahn, Amiah Miller,
Karin Konoval y hasta Toby Kebbell como Koba, terminan enganchándonos por las
nuevas aportaciones que nos entregan a través de la tecnología y también
físicamente hablando.
La cinematografía sigue siendo impresionante, los contrastes entre las
localizaciones, los colores, la oscuridad, la luz radicada en los contextos;
los efectos especiales lucen no sólo en la escenas de guerra sino conforme se
van explorando su contexto. También ayuda mucho la música de Michael Giacchino
porque nos pone vulnerables por su contagiosa melodía.
En conclusión, Confrontación
sigue siendo mi favorita seguida de cerca por la primera y esta tercera
entrega. No puedo evitar sentir que el factor humano perdió peso al igual que el
antagonista. Obvio que está película le pertenece a César porque prácticamente
es su travesía y una muy buena que no podemos dejar de apreciar.
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