Bastante similar a Guerra de Papás 2 por emplear la misma fórmula de
la original, añadir personajes reconocibles de reparto, reducir el papel de los
niños y enfocarse en el entorno navideño mediante las relaciones complicadas
entre madres e hijas de una forma divertida y emocional ya que su cierre se
torna catártico y todo ello para tratarse de una secuela.
El elemento sorpresa ya se perdió y como que la evolución de
personajes se quedó en el mismo plano dándole el peso al trío nuevo que sin
duda entran para hacernos reír. Me hubiese gustado un seguimiento a la escuela,
más interacción entre las abuelas, el ambiente laboral pero a pesar de ello no
resultó tan mal.
Los avances me la hacían creer que sería vulgar y lo es en ciertos
momentos, igual no hay nada tan terrible de ver. Las groserías están presentes,
la desnudez está un poco controlada pero no la creo tan irrespetuosa,
simplemente es sarcástica a su propia manera y nos hace pasar un buen rato,
justo la dosis necesaria para una semana dura en la oficina.
Los directores llevan en sus
créditos comedias como Cuatro Navidades y la trilogía de Qué Pasó Ayer, así que
se entiende la misma naturaleza como su claro éxito en la taquilla tras cruzar
los $ 100 millones nivel mundial con un presupuesto de $ 28 millones. Aquí si
puede suceder una tercera y algo me dice que podría llegar a ser mejor aunque
no como la primera.
El guión en sí funciona, Amy estresada como cualquier madre durante la
época navideña, decide tomarse todo a la ligera con sus hijos y sus amigas,
sólo para verse en complicaciones ante la llegada de su madre cuyo propósito es
hacer que su hija entregue la mejor navidad aunque eso provoque que la navidad
perfecta sea un desastre.
Como su género lo indica, es una comedia y la veo como tal, cumple con
su propósito gracias a las dinámicas entre Mila Kunis, Kathryn Hahn y Kristen
Bell. Cada una se comporta de acorde a su papel y al lado de Christine
Baranski, Cheryl Hines y Susan Sarandon, se podría asegurar que es imposible no
dejar de burlarte de las ocurrencias desatadas.
Obvio es una película liderada
por mujeres pero los actores como Jay Hernandez, Justin Hartley y Peter
Gallagher pudieron haber tenido más respaldo que sólo de porristas, por así
mencionarlo ya que su misión es respaldar a las protagonistas. Inclusive Wanda
Sykes y Christina Applegate necesitaban de mucho más tiempo en pantalla viendo
como lucen en cuadro.
No hay mucho por comentar, si uno vio la primera ya sabes que esperar
al respecto y lo vuelvo a repetir, se trata de una comedia por lo que debe
verse como tal, aunque contenga cierto sentimentalismo en el tercer acto del
cual podría servir para comprender a las madres y por qué a veces actúan de esa
forma con sus hijas.
Calificación: 3½ de 5 estrellas
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