Meses después de la traición de Teresa en manos de WCKD, los últimos
de los Gladers se encuentra en una encrucijada por rescatar a Minho. Consciente
de los riesgos, Thomas se enfrenta a los Cranks con tal de llegar a la Ultima
Ciudad donde una vez adentro se encontrará con un aliado inesperado en esta
confrontación final por la salvación de la humanidad.
A diferencia de la segunda, esta tercera y conclusiva entrega tardó
cerca de dos años en culminar debido a una fuerte fractura que sufrió el
protagonista continuada por un retraso en la ejecución de los efectos
especiales de los cuales cabe señalar su justificación porque a diferencia de
Crepúsculo, Divergente y Los Juegos del Hambre, Maze Runner 3 cumple con una
épica batalla.
Visualmente hablando te engancha desde su primera secuencia en el
desierto, similar a Rápidos y Furiosos 5 o Mad Max. De ahí un poco de trama para situarse el
reto, exploración, infiltración para concluir con un tercer acto rodeado de
intensa adrenalina, lluvia de balas, explosiones, persecución, traiciones y
muertes inesperadas.
Wes Ball se puso como meta cerrar con broche de oro y el equipo
técnico no titubeó en ponerse a la par considerando la edición implementada en
su genial cinematografía. Hasta el uso de armas y vestuario, ni se diga las
localizaciones de la Gran Ciudad. No perdieron el tiempo en cuestiones
políticas o de relleno como sucedió en Leal o Sinsajo Parte 1. Por eso la hace
la mejorcita.
Ciertamente no tuvimos una explicación del virus o su seguimiento al
anti-virus. Quiero asumir que para eso están las precuelas. Viendo la taquilla
modesta que han recaudado, el autor James Dashner podría darle seguimiento y
terminarían siendo quizás más leales al contenido, porque me sirvió no haber
leído la novela tras haberme decepcionado con Las Pruebas del Fuego.
Entonces el guión de T.S. Nowlin va directo a la acción desencadenada
por los personajes. No nos presentan nada nuevo, aquí se trata de cerrar el
capítulo de la trilogía con lo mejor que se tiene. Por otro lado su desenlace
queda abierto y era de esperarse en pleno sentimentalismo. No creí decirlo pero
dan ganas de volver a ver la primera, sólo por nostalgia.
El crecimiento de Dylan O’Brien y Kaya Scodelario es notorio tras
haber liderado producciones por su cuenta. O’Brien sufrió una fractura pero eso
no lo detuvo de regresar con una mejor personificación de Thomas. Su química
con Thomas Brodie-Sangster es de la mejor de la serie y el director aprovechó
esto para entregarnos una de las mejores escenas del filme.
Sin duda Rosa Salazar será la siguiente heroína de Hollywood, Ki Hong
Lee como Minho sigue estable al lado de Dexter Darden, Giancarlo Esposito,
Barry Pepper y aunque no sea necesario Will Poulter hace un buen retorno.
Referente a Patricia Clarkson la sentí débil en comparación con Aidan Gillen quien
lleva el suspenso y antagonismo a otro nivel.
Realmente el elemento sorpresa aquí es Teresa, y en manos de Kaya
Scodelario, su propósito nos hace cuestionarlos en que quizás sus acciones eran
las mejores por ir más allá del bienestar de sus amigos. Scodelario no teme en
explorar ese conflicto interno mediante su vulnerabilidad humana. Cada escena
es fuerte y más al lado de O’Brien, necesarios polos opuestos.
En conclusión, una película de acción que nos entretiene con unas
increíbles e imparables secuencias de acción. La trama te deja a desear mucho
pero para ello están las antecesoras, ya hasta me dieron ganas de volver a ver
la segunda en víspera de que se me olvidó lo leído en la novela ya que en sí
nunca la siguieron siquiera al 50 y se vale.
Calificación: 4 de 5 estrellas
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