Quiero iniciar comparando
primero la trilogía del Hobbit con la primera novela de J. R. R. Tolkien, donde
sin duda se benefició bastante de la Comunidad del Anillo porque las
referencias de ese pasado se ven reflejadas que hasta pareciese que hubiesen
existido antes de su lanzamiento en el 2001.
Lo anterior lo digo porque detecté
la referencia del dragón donde Bilbo dice que no han existido desde hace
décadas (Smaug), el mapa de Lonely Mountain donde sucedió su primera y
aparentemente último aventura ya que en 60 años no tuvo otra salida, el Consejo
Blanco que tanto se menciona en la novela de la Comunidad es puesto en escena
en la primera y tercera precuela y no se diga del Necromancer y el exilio de
Sauron a Mordor.
Inclusive la escena en
donde Frodo está muriendo ante la cortada de uno de los nueve, se puede ver con
claridad las estatuas de los Trolls que Gandalf congeló con el sol mientras
Bilbo ayudaba a ganar tiempo para salvar a sus compañeros enanos. Hasta se me
había olvidado de que Bilbo narra está anécdota a los niños, incluso tener en
cuenta la estable interpretación de Martin Freeman le da un respaldo emotivo a
Iam Holm en su vejez.
Eventos que fueron
mencionados brevemente en las escrituras pero que no aparecieron en la gran
pantalla, son llevados a cabo con el tiempo merecido dándole así un tremendo
respaldo a la trilogía clásica, aunque en momentos su humor, exceso de CGI y
sobre todo la excesiva duradera Un Viaje Inesperado le restan entretenimiento
al tornarse repetitiva y demasiado pausada. Se redime al explorar la Desolación
de Smaug con el retorno de Legolas y la presencia de Bard quien brilla en la
Batalla de los Cinco Ejércitos, cuya descripción se da en un par de páginas.
Peter Jackson la pone a la
altura de Helms Deep y Minas Tirith, hasta en un descuido considerarse la mejor
por su duración al ser la primera que no pasa de las 3 hrs. La versión
extendida la pone en 2 hrs y media y lo valen. La Desolación es una aventura
que no para a la Dos Torres pero la última precuela deja todo listo para La Comunidad
del Anillo y a pesar de que no haber estado de acuerdo en que partiese en tres,
hubo material que lo respaldo a pesar de que la primera necesitaba
desesperadamente reducir a sólo 2 horas.
Pareciese que El Hobbit se
hubiese filmado mucho antes de la Comunidad a pesar de haberse inspirado en las
precuelas de Star Wars al preferir los efectos por CGI en su abundancia. Por
decir que los orcos ahora eran animados por computadora. Sin importar esta
preferencia, Peter Jackson le saco provecho a todo el material tanto de las
novelas como de los apéndices para poner en alto las precuelas que me gustaron
mucho más que las clásicas hasta ahora que me he puesto a revivir el clásico.
El Hobbit era aventura de
principio a fin, centrada en Bilbo y los enanos, incluso la acción es mínima
por decir que la Batalla de los Cinco Ejércitos sólo sucede en tres páginas. Se
aprovecha para desenvolver con mejor tiempo a Bart quien es mencionado al lado
del Pueblo del Lago. Legolas es una bienvenida adición y ahora comprendemos el
respeto que le tenía a Aragorn aunque vaya que su padre decidió brincarse a
diferencia de Elrond.
Tenemos cierto conocimiento
del poder limitado de Galadriel y su desvanecimiento tras agotar sus fuerzas a
desterrar a Sauron y a la vez la ambición de Saruman. Gandalf sigue siendo el
mismo, tanto el de la novela como el que protagoniza Ian McKellen. Un mago
poderoso que conecta el pasado con el presente al reunirse con Bilbo y tomando
a Frodo como el futuro de esta aventura. Eso sí, tenemos mucha más información
de Gollum aunque el prólogo al principio es grandioso dado que se carece de eso
en el libro.
Conforme vas leyendo vas comprendiendo
las circunstancias, ayuda que las películas hayan sido fieles a pesar de
realizar masivos cambios como agregar una batalla al final considerando que la
desintegración de la comunidad y la muerte de Boromir suceden al principio de
la segunda novela (Las Dos Torres). Lo de isildur es bienvenido, incluso la secuencia
de la caída de Sauron. Eso sí se aprovecha el humor y suspenso porque la novela
es demasiado seria y descriptiva.
Ahora entiendo lo que
muchos decían, lo mejor son los diálogos y las conversaciones porque están en
su totalidad en el guion de la película, lo cansado es toparse con una
detallada descripción de los contextos conforme avanzan hacía Mordor.
Demasiados sinónimos y poemas que Jackson hizo bien en omitirlos. Uno quiere
irse a la acción y el guión supo justificarlo hasta el grado de no detenerse en
lo mismo.
Peter Jackson supo
sacarle provecho al enfoque de Tolkien sin hacerle perder la esencia sino
ayudarla a pasar al siguiente nivel al agregarle magia y ritmo a su historia. A
duras penas Las Crónicas de Narnia llega a la mitad de su enorme taquilla
cuando las de Hobbit siguen cerca del billón. Es tan extenso este legado que hasta
una serie por Amazon está en planes para basarse en la Segunda Edad de la cual
aquí se habla a la brevedad.
Pippin entra tarde a
la escena y en la película ambos entran luego luego en la fiesta de Bilbo
haciendo de las suyas. Otro es el paso del tiempo ya que aunque no lo crean,
Gandalf tardó como 7 años en regresar por el anillo, hecho que es de un par de
meses en la versión de Jackson. La razón
fue que no se trataba de ir sólo a Minas Tirith sino capturar a Gollum con
ayuda de Aragorn. Mejor leerlo que verlo porque de por sí me hubiese gustado
restarle 30 minutos a esta entrega que al igual que la primera precuela, excede
en su pausada introducción de los hechos y personajes.
Jackson le dio
importancia a la espada de Narsil porque a diferencia de las películas, en la
novela inicia con la espada siendo reconstruida y sin relevancia por lo que se
hizo con ella en la Segunda Edad. Otro
cambio es Arwen al ayudar a Frodo e invocar a los caballos del agua, en la
novela esto lo hizo Glorfindel con ayuda de Gandalf y Elrond. Es interesante que
las mujeres no tengan tanta participación pero esto se debe a que en la época en que vivió Tolkien,
los hombres eran quienes iban a la guerra y he ahí su mensaje de la camadería.
No puedo evitar
sentir una inspiración en Star Wars, especialmente en el modo en qué George
Lucas contó la historia. La única diferencia es que Jackson obtuvo mucho más
crédito y en parte eso me hizo enojar como fan. Pero tras 20 años de haberla
visto y ahora finalmente haber leído la novela me doy cuenta de lo especial y
poderosa que suele ser. Un clásico superior a Juego de Tronos cuyo autor quiso
pasarse de listo de criticar a Tolkien cuando las épocas eran diferentes y sobre
todo que el equipo de Jackson contaba no sólo con la historia concluida sino
con los apéndices a diferencia de David Benioff y D. B. Weiss quienes tuvieron
que ingeniárselas porque en los ocho años en que se estuvo produciendo la
serie, George R. R. Martin nunca tuvo la iniciativa de concluir su historia.
La Comunidad del
Anillo hace una buena transición de novela a película, ambas se complementan
entre sí sin alterar la historia sino dándole suspenso y acción. La música de
Howard Shore es épica y tremenda al engancharnos con la oscuridad e iluminación
de tanto personajes como locaciones. Una lectura recomendable, ahora sí toca el
turno de la favorita de las tres o seis, La Dos Torres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario