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En mayo de 2022, Helen Mirren y Harrison Ford fueron elegidos para protagonizar dos temporadas de 1923, la segunda serie precuela de Yellowstone del todologo Taylor Sheridan, la cual seguiría la saga familiar Dutton que comenzó narrativamente con 1883.
He sido seguidor no sólo de Yellowstone sino de cualquier serie que suele sacar Sheridan, pero 1883 le abrió el camino a la que considero la mejor serie de la saga. Así es, 1923 no tardó en convertirse en un éxito instantáneo tras lanzarse el primer episodio en diciembre de 2022 y que recientemente ha llegado a su fin hace un par de semanas con su décimo quinto y décimo sexto episodios.
Dada la temática del mes, que consiste en hablar de esos actores que mejoran con la edad, inmediatamente pensé en esta inusual pareja que curiosamente tenían desde 1986 que no actuaban juntos. Un año significativo para mí, así que lo tomaré como buena señal. Incluso recuerdo bien lo emocionado que estaba al saber que estarían juntos en una saga tan popular e importante como lo son las producciones del universo de Yellowstone.
Helen Mirren lo ha hecho todo y siendo lo mejor de ello, el no haberse quedado encasillada con el papel de la Reina Elizabeth. Al contrario, tras ganar el Oscar por Actriz Principal en 2006, comenzó a participar en producciones como Tesoro Nacional 2, RED, La Deuda, Monsters University, RED 2, Un Viaje de 10 Metros, La Dama de Oro, Rápidos y Furiosos 8-10, El Buen Mentiroso, Alas Blancas e incluso fue la voz de la narradora de Barbie.
Al igual que Harrison Ford, no se ha detenido en lo absoluto y mucho menos tras su retorno como héroe de acción en Indiana Jones y la Calavera de Cristal. Desde ese 2008, se ha aventurado en 42, Vaqueros y Aliens, El Secreto de Adaline, Los Indestructibles 3, Star Wars: El Despertar de la Fuerza, Blade Runner 2049, El Llamado a lo Salvaje, Indiana Jones y el Dial del Destino y recientemente Capitán América: Un Nuevo Mundo.
Como se podrán dar cuenta, este señor y esta señora han conquistado cualquier género que se les presente, ya sea drama, comedia, acción, incluso romance y fantasía, no hay nada ni nadie que los detenga de comerse el escenario tanto en la gran pantalla como en el formato televisivo. Ambos actores son la evidencia de que la edad va más allá de un número, es un estilo de vida para disfrutarse y nunca limitarse a seguir haciendo lo que tanto les gusta hacer.
Así como Tom Cruise confesó que ver a Harrison Ford interpretar a Indiana Jones en sus ochenta años, él ahora se sentía seguro de seguir haciéndolo como Ethan Hunt más allá de la “conclusiva” Misión Imposible: Sentencia Final. No se diga de Helen Mirren quien ni siquiera Toretto puede frenarla en las carreras de máxima velocidad. No hay duda de lo grandes que son y más cuando se optó por darles el centro de la atención en esta segunda serie precuela de Yellowstone.
A pesar de ser promovidos como los principales de las dos temporadas de 1923, ambos actores se desenvuelven al mismo nivel y tiempo del resto del elenco porque todos sin excepción conforman un ensamblaje y de los mejores vistos en televisión. Aprovecho para aplaudir el trabajado de otro grande, Tymolthy Dalton, que a su edad de 79 años, resulta insoportable de verlo como el empresario Donald Whitifield, ya que sobresale en ese papel de sadomasoquista, dominador, manipulador y sociópata.
¿Quién lo hubiese imaginado? De mi parte me encuentro en shock porque el señor no se intimida para nada, ni al encontrarse rodeado de jovencitas desnudas, al contrario, se desenvuelve como todo un profesional que muchos jóvenes ya quisieran tener su potente presencia y dicción. Un villano intelectual y con educación, cuyos agarres con Ford y Mirren son de reconocerse, y espero lo sean en las próximas premiaciones.
Y es que lo maravilloso de 1923 es ver cómo las personas de la tercera edad, no son discriminadas sino puestas en lo más alto para que funcionen como líderes e inspiren al resto a seguir los mismos pasos como sucedió gracias a Ford y Mirren. Ya sea por separados o juntos, son una fuente eterna de inspiración y una garantía por lo cual la Familia Dutton, que hasta apenas conocíamos por su hermano en la serie de 1883 y por su nieto en Yellowstone, se convierte en un atractivo a estudiar por las siguientes décadas.
Helen Mirren como Cara Dutton, la matriarca de la familia, interpreta a una mujer fuerte que no pudo tener hijos pero que eso no la detuvo para cuidar de sus sobrinos. No es la típica esposa sumisa sino tiene su carácter, es amorosa con su esposo e hijos cuando debe serlo, disciplinaria cuando se dejan llevar por el impulso, cuestionadora de la modernidad y defensora del patrimonio de su familia hasta el grado de agarrar una escopeta o un rifle para proteger a defenderse de lobos y personas.
Harrison Ford como Jacob Dutton, el patriarca de la familia, comparte el mismo liderazgo de su esposa y para nada se ofende sino al contrario le da su lugar a la mujer, es duro y honesto, se desenvuelve bajo los mismos valores y es justo, trabajador y un buen hombre. Incluso lo he encontrado más sensible que Mirren sobre todo en los últimos momentos en que debe acompañar a la esposa de su hijo conforme agoniza.
Podría decirse que Ford y Mirren tienen la primera y la última palabra porque durante el final de temporada, vemos a los dos disfrutando de su compañía, analizando el grave peligro que acaban de experimentar y lo que les depara en el futuro, un futuro contado con los dedos de las manos en víspera de su avanzada edad, lo cual lo denotan en sus expresiones conforme se toman de las manos para darse ánimos de seguir adelante y afianzar su alianza inquebrantable. Un matrimonio ejemplar, no cabe la menor duda.
Estos dos maestros de la actuación comparten unas miradas de eterno amor, que no necesitan decirse nada porque en los gestos uno como espectador puede percibir su historia, las tragedias y su esperanza. Se siente la nostalgia en el aire y el deseo de saber más. Por decir que Helen Mirren trae cortito a los jóvenes mientras que Ford los deja lucirse sin miedo a pasarse al segundo plano. Así de dadivosos son, que su mutua química es lo que nos detona un par de sonrisas y carcajadas por como se vacilan entre ellos. Es difícil no sentirnos identificados con ciertas vivencias y hasta desearlas.
Enterarnos del anhelo de Cara por conocer a su nuera o al cachetear a la otra y pedirle que se comporté como una mujer debido a una situación de inyecciones por prevenir la rabia, nos demuestra lo valiosa que es gracias a Helen mientras que Harrison la reconoce por ser una mujer única y bella por dentro y fuera como lo era su nuera, lo cual me parte el corazón porque nunca imaginé verlo interpretar a un hombre de rancho vulnerable y listo para tirar la toalla y retirarse.
Efectivamente, no hay nada que los detenga y no deberían, aunque ronden en los 80 años. La edad no es excusa para quedarse rezagado o ser ignorado, al contrario, es para aprovecharse al máximo. Me atrevo a decir que ambos son el bello ejemplo de que no se ocupa rejuvenecer digitalmente para seguir dejando huella en esta industria que suele discriminar la vejez. Por tanto, tomaré esta participación como una lección para seguir creciendo no sólo en edad sino en espíritu, en lugar de dejarme limitar o limitarme ante todo lo que la vida puede ofrecerme como lo sigue haciendo todavía con esta hermosa y talentosa pareja.
Como dato adicional:
Harrison Ford se ha expresado de la vejez con la siguiente frase: "Fui joven y ahora disfruto siendo viejo" y Helen Mirren ha comentado que: "La magia de la edad es que a medida que envejeces, aprendes a apreciar la vida aún más".
Dicho esto, es evidente que ambos no sólo se encuentran en los mejores momentos de sus carreras sino lo aprecian y lo disfrutan tal como se puede percibir en los 16 episodios de 1923.
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