El director Darren Aronofsky trae de nuevo otro suspenso psicológico al estilo de Requiem Por Un Sueño y El Luchador. En esta ocasión se centra en la producción del Lago de los Cisnes donde se requiere de una nueva bailarina principal que interprete a un cisne blanco y un cisne negro.
Natalie Portman encaja perfectamente en el papel del cisne blanco mientras Mila Kunis se asemeja al cisne negro. Pero sólo se requiere de una que haga el papel de las dos. He ahí donde comienza una intrigante y perturbante travesía por lograr y mantener ese papel. Actuaciones demandantes exitosamente logradas por el Director.
Aronofsky comentó que siempre quiso hacer una historia de un luchador y una bailarina, pero decidió por separar las historia porque sería demasiado para una película. Por ende el llama El Luchador como acompañante del Cisne Negro. De hecho comparten temas como la edad, drogas, bulimia, el contexto, la muerte, alucinación, sexo y la profesión.
Existe mucha similitud entre la lucha y el ballet, obvio la segunda opción sigue siendo más prestigiosa que la primera, pero fracasa en la popularidad debido a su tipo de público. En ambas producciones, se puede notar cómo ambos protagonistas utilizan su físico para expresarnos sus sentimientos y vender la obra.
Natalie Portman encarna a Nina con tanta fragilidad y emotividad. Es difícil no sentir empatía por las circunstancias en que se encuentra. Introvertida y obsesionada con la perfección que eventualmente va formando parte de su perdición. Una frustración que muchos probablemente sentimos cuando intentamos lograr nuestro objetivo. Considerando los magníficos y psicóticos gestos faciales, Natalie Portman nos entrega la mejor actuación de su carrera al transformarse en el cisne negro. Coreografía que dominó con excelencia al entrenar constantemente por seis meses haciendo ballet, natación y cross-training.
Entre el reparto, Mila Kunis (El Libro de Eli) también entrenó por seis meses. Además tomó clases de cardio y pilates siendo sujetada a una dieta de 1,200 calorías por día. Al iniciar la filmación, ella había perdido 20 libras. Su interpretación fue más relajada, liberal y espontánea. En momentos misteriosa y amenazante. En pocas palabras, ella interpreta lo que Nina necesita convertirse.
También contamos con la breve presencia de Winona Ryder (El Dilema) cuya participación podría ser reflejo del ambiente. El actor Vincet Cassell (Ahora son Trece) representa la disciplina, sensualidad y la aprobación, elementos que agrega a su personaje convirtiéndolo en el clásico director. Por último tenemos a Barbara Hershey (La Última Tentación de Cristo) quien interpreta a la mamá de Nina con dulzura pero en veces su sobreprotección puede asustar. Después de Portman y Kunis, está actriz es una figura de atracción por sus asuntos pendientes.
La temática manejada en el guión es sin duda interesante, porque en cierta manera se trata de la exploración del artista. Ver de qué es capaz de hacer por lograr su cometido aunque le produzca repulsión. No todo es placer ni fama, y la historia lo emplea notoriamente en este contexto. Verdaderamente es otro enfoque para analizar por un tiempo.
La edición podría molestar a algunos debido a que la cámara no está fija en la mayoría de las escenas. Siempre está en movimiento siguiendo la coreografía como un documental. Lo anterior no significa que tiemble alteradamente como las secuelas de Bourne. Un movimiento de cámara notorio es cuando la actriz se queda estática y el fondo se encuentra en transición, como si se estuviera transportando. Este conforma una firma del director ya que suele emplearlo en la mayoría de sus filmes.
Por quinta ocasión el director se reúne con el compositor Clint Mansell a quien recocemos su trabajo por la melodía de Requiem Por Un Sueño. En esta pieza, decide apoyarse en el clásico número de ballet de Tchaikovsky agregándole notas de tensión y oscuridad. Por esta razón, el soundtrack no obtuvo nominación por la falta de originalidad.
La cinematografía no es atractivamente bella porque las intenciones son mostrar lo riguroso que suele ser esta atmosfera. Sin embargo, el vestuario, maquillaje y coreografía de la secuencia donde aparece el Cisne Negro son fenomenales por su sencillez y expresividad en los ojos de Natalie Portman.
En conclusión, un suspenso psicológico que a veces es confuso por no distinguir la realidad de los escenarios. Un guión que no cuenta con todas las explicaciones, pero sin duda podría tratarse de un reflejo. La demandante dirección de Aronofsky y la extraordinaria actuación de Natalie Portman convierten esta producción en una obra nominada al Óscar.
En resumen:
CATEGORIA | DESCRIPCIÓN | CAL. |
Dirección (Centrada en el Director) | Otro suspenso psicológico triunfante cuya fortaleza radica en sus demandantes actuaciones de primera clase. | 9.5 |
Actuación (Reparto en Gral) | Natalie Portman nos entrega la mejor actuación de su carrera. Mila Kunis, Winona Ryder, Vincet Cassell y el resto conforman un fuerte reparto. | 10 |
Edición (Sonido, FXS, Música) | Movimiento leve en los encuadres, música decente y buenas secuencias filmadas de las coreografías. | 8.8 |
Guión (Historia y Personajes) | Una exploración intensa del artista. Casi un reflejo que debe ser analizado. En veces suele confundir por la falta de explicaciones y escenas psicológicas. | 9.0 |
Cinematografía (Escenografía, Arte, Vestuario, Maquillaje) | El vestuario, maquillaje y coreografía del Cisne Negro son fenomenales por su sencillez y expresividad. Aunque la cinematografía no lo sea. | 8.0 |
PRESENTACIÓN FINAL 9.1
*RECOMENDABLE PRINCIPALMENTE POR LA ACTUACIÓN DE NATALIE PORTMAN*
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