jueves, 19 de enero de 2012

Crítica de La Cosa del Otro Mundo (The Thing, 2011)



La precuela a La Cosa de 1982 de John Carpenter resultó como un buen complemento a la franquicia y mayormente por haberse inspirado en el estilo de Alien. Es desafortunado que no haya adquirido la tan necesidad atención para una futura trilogía; como se puedo notar, era o sigue siendo el sueño de algunos seguidores, pero para su defensa, la antecesora tampoco lo fue en la taquilla.

Directo al grano, la historia inicia cuando un grupo de exploradores descubren una nave espacial enterrada por debajo del hielo Antártico, acompañado de un espécimen congelado que inmediatamente pone en traslado a un grupo de científicos americanos quienes se integran al equipo de investigación de Noruega para descifrar este nuevo descubrimiento. Por lo visto, suena genérico pero de igual modo, atrayente.

Para quienes vieron la primera, se alegraran de contar con más información sobre los orígenes de la cosa, pero sin llegar a los rasgos trascendentales. Se mantiene el mismo nivel de desconfianza, las emociones humanas y las maniobras de supervivencia. No es del todo terrible puesto que algunos ya sabemos como actúa esta cosa alienígena, pero su grado de disturbo se compensa con las imágenes de metamorfosis.

Por otra parte, existe un adecuado desarrollo de personajes y el suspenso se va armando de menor a mayor, por esta razón es fácil detectar su estructura basada en Alien, la única diferencia es que ubicamos a la protagonista y en cierto modo la comparamos con Ellen Ripley. Si hubieran optado por hacer a todos protagónicos, entonces este horror resultaría fenomenal por el absoluto desconocimiento de la importancia de los involucrados. De por sí, el suspenso es sensacional porque en veces distingues a los infectados de los sanos. Al igual que la antecesora, nunca sabemos el cómo y cuándo se da este contagio. Lo anterior contribuye a la tensión, pero uno se queda pensativo al respecto.

No cabe duda que visualmente está dura de ver por sus escenas gráficas tales como mutilaciones, situaciones horrendas, sufrimiento, deformaciones, sangre, muerte y seres quemados. Unos buenos sustos si te llevas si eres de los se ponen nervioso, o quizás una imagen se te quedé en la cabeza porque si la hay. En general, es un clásico guion que cumple con su objetivo de conectar un evento previo al actual, inclusive la secuencia durante los créditos produce esa necesaria transición y a la vez invita a los no seguidores, a rentar el clásico de horror protagonizada por Kurt Russell.

Hecho está la efectividad del horror, pero ello depende primariamente de las actuaciones: Mary Elizabeth Winstead demuestra potencial como la heroína de acción, la actriz es segura de sí misma y fácilmente nos ponemos en su lugar, queremos que de verdad sobreviva al lado de Joel Edgerton, quien es más frío y cortante que el resto del reparto. No malinterpreten, así es su papel pero el poco tiempo entre estos dos, no llega a ser suficiente para engancharnos en su relación. De ahí el resto del reparto se desenvuelve con terror, misterio y expresiones genuinas. Realmente en nadie puedes confiar.

El director Matthijs Van Heijningen Jr. demuestra su pleno conocimiento porque los escenarios concluyen con lo poco visto en la sucesora. Asimismo tiene un buen sentido de coordinar las escenas de horror y atribuirles ese impacto con efectos realísticos. Innovó el concepto pero se mantuvo fiel al contexto original, no buscó superar a la original sino simplemente pulirla. Hoy en día, este género ha decaído mucho por lo que se le agradece su dedicación hacia lo tradicional de la ciencia ficción y horror.

Esperemos y no se traté de su última producción dentro de este género ya que su creatividad es necesaria en esta industria porque para tratarse de una precuela, resultó bastante entretenida. Aprovechando las siguientes menciones: la edición de video es estable mientras el sonido sobrepasa algunos límites, la música es tensa pero el tono final es clásico por hacernos recordar. La cinematografía será sencilla pero esencial ya que se logra explorarse y aprovecharse al máximo.

En conclusión, no será mejor que la primera pero sirve de respaldo y homenaje a una de las grandes películas de horror.

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