Básicamente no me animé este fin de
semana a ver Hansel y Gretel: Cazadores de Vampiros no por las críticas mixtas
sino porque había algunos títulos que había dejado escapar. Fueron cinco las elegidas
y para variarle, he optado por analizarlas desde una perspectiva personal. Especifico
que se trata solamente de mi punto de vista con ninguna intención de ofender a
nadie, bueno quizás un poco.
Primeramente Las Palabras (The Words) ponen nervioso a uno si se trata de la
profesión de un escritor. Como algunos sabrán no es una garantía triunfar en este
medio porque siempre se está en constante sufrimiento. Ninguna Casa Editorial
te acepta si eres un desconocido y menos se atreven a leer tu material. Si es
un intensivo drama existe una posibilidad pero si es ciencia ficción, mejor se
realista por así decirse. Interesantemente es el caso de México donde la
preferencia recae sobre las obras intelectuales y de narcotraficantes que nadie
lee a diferencia de la Saga de Crepúsculo y Harry Potter, cuyas colecciones vienen encabezando las listas desde sus estrenos
en los cines.
Pero qué sucede cuando encuentras
una novela espectacularmente apasionante, una obra a la cual aspiras a creer,
ese sentimentalismo de contagio inmediato. Sólo para tener un poco de esperanza
y sentir esa pasión, decides adoptarlo como tuyo y en su proceso obtienes la
gran oportunidad que siempre has buscado. Entonces estamos ante la esencia de
The Words y pese a la ausencia de un final, este drama sobresale principalmente
por Bradley Cooper y Jeremy Irons.
Para quienes creemos que Estados
Unidos cuenta con la mejor educación del mundo, los invito a rentar Won’t Back Down. Es el claro ejemplo a
seguir y a su vez sirve como una autocrítica porque existen padres y madres que
luchan por la buena educación de sus hijos pero desafortunadamente no reciben
el verdadero apoyo por la desinformación. Los sindicatos se vuelven corruptos,
los profesores sólo enseñan por dinero y el sistema frustra a los niños.
Algo esencial que aprendí de esta
adaptación basada en hechos reales es que nunca hay que rendirse ni tampoco
debes aceptar lo que digan los demás. Sinceramente no he hablado de mi problema
del habla desde que analicé El Discurso del Rey y tras observar como la
dislexia suele ser tratada de la fatal manera, ahora comprendo que nunca debí
haberme avergonzado de mí. Obviamente era un niño y no podía hacer nada al
respecto ante las burlas constantes. Simplemente uno se apaga, acepta la
irrealidad y se limita a un sufrimiento eterno. Aun así, avanzas porque o te
vuelves aplicado para compensar el defecto o simplemente te pasan para ser el
problema de otros. Un terrible motivante en la primaria pero no tuve opción.
Aun así mis supuestos amigos de la
preparatoria me dijeron que nunca podría mejorar, mis compañeros de la
universidad me recomendaron no participar en las grabaciones, que me conformara
con sólo estar detrás de las escenas. Ni siquiera me consideraban de relleno
vocal en las clases de radio y si lo hacían editaban mi voz para hacerla más
grave. Por tanto, me volví temporalmente en un ser frustrante, inseguro y melodramático.
Sonara divertido pero en realidad es trágico ver el terrible daño que se
ocasiona, en vez de ayudar sólo nos destinan a la perdición porque el respeto y
la buena educación han sido bloqueadas no sólo en las escuelas sino en el
núcleo familiar.
Procediendo a un cambio de género,
esperaba una travesía traumatizada en La Casa de Al Lado (House at the End of the Street). Obviamente no se compara con el
horror de no poder pronunciar la R pero debo admitir que me gustó mucho el
papel de Jenifer Lawrence. Es tradición que las nominadas al Oscar participen
en una entrega de suspenso como se está viendo con Jessica Chastain en Mamá. En
mi caso me sorprendió ver la calidad narrativa en el guion. Existe un giro que
uno podría predecir, pero en conclusión la parte buena está al final y sin duda
no te decepcionas. En cuanto a la frase “Las cosas no son los que parecen” yo
diría que esta película es un claro ejemplo de ello.
Posteriormente de ver The Paperboy, concuerdo con muchos analistas
en que Nicole Kidman debió haber obtenido una nominación al Oscar. Nunca la
había visto actuar tan controversialmente. Pese a un relato contado con una no
tan convincente edición, la confusión es compensada con las extraordinarias actualizaciones
de Zac Efron, John Cusack, David Oyelowo y Matthew McConaughey. En la tradición
de Kidman, cada uno rompe con su estereotipo y se desenvuelve sin miedo alguno.
Moraleja: por más arruinada que consideres sea tu vida, siempre puedes aspirar
a algo mejor. Aunque creas no merecerlo, de verdad mereces lo mejor.
Como referencia final: El Cuarto Quinto (The 5th Quarter) no
es muy usual ya que se filmó durante el 2008. Estados Unidos la estrenó en 2010
y creo al año llegó a la renta en México. No lo niego, la primera media hora es
un paseo emocional de genuina dinámica actoral. Sin embargo, la carencia de un
drama lineal y el fracaso de no posicionar a un protagonista en conjunto con el
pobre desarrollo de los personajes secundarios complican la total apreciación
de esta conmovedora historia real.
No me malinterpreten, considero que
tiene corazón y el mensaje está bien dicho, pero el detalle fue que el estudio
perdió la fe. Cómo que no supieron como moldearle, darle esa forma o ese
sentido de vida. La identificación personal no es exacta porque siempre se
brinca de personaje en personaje omitiendo la verdadera profundización. No sé
quizás me hubiera ubicado en la existencia de Luke en lugar de abrir con su
tragedia. Sin un respaldo simplemente la catarsis no se desenvuelve como
debería.
Por tanto este el sistema de
calificación:
Won’t Back Down con 3 ½ de 5 estrellas
(La lucha por la buena educación)
La Casa de A Lado con 3 de 5 estrellas
(No todo es lo que parece)
Las Palabras con 3 de 5 estrellas (Usar
nuestras palabras y no la de otros)
The Paperboy con 3 de 5 estrellas (Merecemos
lo mejor aunque no lo creamos)
El Quinto Cuarto con 3 de 5
estrellas (Siempre hay que seguir adelante)
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