Durante la semana del
cine de arte 2013, estuve esperando el estreno de esta drama-comedia de
Stéphane Robelin pero por razones desconocidas nunca apareció en cartelera. Recién
ahora hizo su debut en nuestras salas descubriendo que esta producción
francesa-alemana tiene una larga historia ya que desde el 2011 hasta la fecha ha
estado obteniendo mercados, quizás este impulso se deba al reciente
reconocimiento de Daniel Bruhl por Rush:
Pasión y Gloria.
Obviamente no será de
un humor para todos ya que su trama es profundamente madura por enfocarse
enteramente a las personas de mayor edad. El guion se concentra en estudiar a
los ancianos a través de sus enfermedades crónicas, problemáticas sociales,
sexualidad, privacidad, sus relaciones decadentes con sus hijos y
principalmente nos pone a pensar sobre cómo pasaríamos los últimos años de
nuestras vidas.
Este relato es
ingenioso y por tanto encuentro sabiduría en sus tópicos, además uno como joven
adquiere conciencia al escuchar sobre este modelo de vida a la cual aspiramos a
llegar a algún día. Es inevitable, pero como hemos visto en Antes de Partir y
Last Vegas, siempre es mejor tratar de estar juntos que solos, porque todo
parece indicar que el asilo no es la gran maravilla que creemos, o eso asumo
por la forma en que lo describieron en esta secuencia.
Jane Fonda actúa tan
viva que uno la siente joven en espíritu, es sumamente directa y siempre está a un paso adelante del resto. Su perspectiva
de no preocuparse me intriga
considerando la fuerte situación en la que se encuentra su personaje. Su
interacción con Bruhl es formidable además de compartir excelentes conversaciones.
Pierre Richard es lo opuesto a ella, carece de energía y su mente está perdida
en el pasado. Un factor que pondrá nostálgico a algunos por ser una
representación real.
Geraldine Chaplin es
la más reservada y de carácter fuerte del grupo. Nunca puede faltar quien se
oponga a prestar su casa para que vivan todos, es comprensible, aunque
inesperado que comparta un mismo secreto con dos integrantes. La dinámica con
Guy Bedos es pasional y probablemente sea un fuerte identificador sentimental. En
cuanto a Claude Rich, es un caso especial cuyo controversia forma de vida es
rescatable por su carisma.
Indudablemente fue
una buena forma de crecer entre actores veteranos para el talentoso Daniel
Bruhl.
Debido a que este
personaje Dirk es el forastero y el jovencito del grupo, Bruhl se convierte en
el factor identificable por los jóvenes; no sólo nos motiva a comprender a este
grupo; a través de él aprendemos a escuchar
y en cierto modo a analizar nuestra situación para dirigirnos a nuestro
verdadero objetivo.
En un aspecto
negativo, la película tarda casi la mitad para cumplir con lo propuesto en su
título. Por ello la dirección de Robelin se siente pesada al principio por desarrollar a los personajes por separado
y lejos de sí mismos. En lo opuesto al segundo acto, el cual se siente fugaz.
Curiosamente distinguí problemas al tratarse del humor, ya que no se siente
espontaneo como debería. En cambio su drama es su fuerte ya que nos deprime en
el buen sentido.
No la descarto en lo absoluto,
esta adaptación sigue siendo una fuente valiosa de información y arte. Mi único
factor comparativo es El Exótico Hotel de Marigold, donde la vejez se energizó
resultando en altas esperanzas de disfrutar los últimos años mientras que aquí se
retrocede al desconsuelo.
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