Referida también como
Sentido y Sensibilidad, la novela de
Jane Austen es magnífica por su enfoque en las relaciones sociales,
formalidades, economía y aristocracia. Debo confesar que encuentro superior a Orgullo y Prejuicio, ya que las primeras
100 hojas me resultaron un poco agotadoras por el exceso de personajes, la
descripción detallada y la redundancia en algunas situaciones.
Es a partir de la
página 200 cuando la prosa se torna adictiva e intrigante; en mayor parte uno
se enamora de los personajes de Elinor y Marianne. Dos hermanas que coinciden
en su forma de sentir con la excepción de que una oculta sus sentimientos mientras la otra se
los grita al mundo. Es por eso el título de Sentido y Sensibilidad.
El guion de Emma
Thompson le hace justicia a la novela, principalmente por la fidelidad a
ciertos hechos. De un golpe directo simplifica las circunstancias, aprovecha la
limitación para profundizar en los cuestionamientos y acciones de los involucrados
dándoles ese desenvolvimiento personal. No se requiere redundar para
verdaderamente comprender su fondo histórico.
Era de esperarse
algunas diferencias, pero aún así cualquier lector debe sentirse satisfecho del
trabajo final de Thompson. Razón por la cual ganó un Oscar por el guión. La
muerte del padre de Elinor y Marianne se resume a la brevedad. Margaret es
empleada como la niña frustrada e impaciente en una sociedad de etiqueta. La
geografía y la relación entre Margaret con Brandon y Edward no está descrito en
la novela. De hecho ninguno socializa con la niña, ni mucho menos juega.
Los personajes de
Lady Middleton y los niños en conjunto con la hermana de Lucy son omitidos. Los
hombres no se ven como figuras autoritarias sino su compasión, elegancia y
pasión los compensa de cualquier formalidad ya que nunca sabemos la razón
detrás de sus herencias o la falta de una directa profesión. En el caso de las
mujeres, se entiende su modo de sobrevivencia y a la vez se nos es explica al
igual que la novela.
La presencia de Edward
sólo se reduce a cuatro escenas de las cuales solamente la primera excede de
los cinco minutos. El Coronel Brandon es uno de los más recurrentes gracias a
la conservación de la relevancia de sus actos. Willoughby aparece en el
intermedio y subsecuentemente sale del cuadro hasta hacer una especie de cameo
justo cerca de los créditos. En la novela, Willoughby tiene la oportunidad de
explicarse, aquí simplemente se conforma con la primera impresión y el
descubrimiento de su futura esposa durante el baile.
Asimismo no existe
tal carrilla hacia Elinor sobre su enamoramiento con Edward, fue un buen toque
que Lucy lo haya notado aunque fue excedente porque con dos menciones hubiese
sido suficiente. Tampoco recuerdo que la madre y hermanas se hayan encerrado en
sus recámaras tras la partida deprimente de Willoughby mientras Elinor se queda
seria escuchando sus lloriqueos mientras disfruta de una taza de té. Fue cómico
e innovador.
Me fascinan las
temáticas de Clase, Sociedad, la música, el arte, el comportamiento de etiqueta
y los papeles de ambos géneros (masculino-femenino). Todavía no comprendo al
100% esos asuntos de herencias o estados y ¿de dónde surgió el origen de este
sistema? Aunque obviamente sólo están de paso tanto en la novela como en la
película. Lo esencial aquí es su historia romántica en conjunto con su
exquisito melodrama.
A pesar de la
diferencia de edad, Emma Thompson encajó a la perfección como Elinor. Lo mismo
podría decirse de Kate Winslet como
Marianne. Aquí sirvió demasiado el contraste entre juventud y adultez, porque
la madurez es a lo que tendemos a aspirar. Probablemente la liberalidad expresiva
de Winslet la puso en camino a Titanic. Por otra parte, Thompson tenía tres
años trabajando en la adaptación por lo que no había nadie como ella que
conociera profundamente a Elinor para caracterizarla.
Siento que Hugh Grant
sólo sirvió para posicionar a Edward Ferrers como un galán. A diferencia de Alan
Rickman quien le dio ese tono maduro al Coronel Brandon. El verdadero estrella
fue Greg Wise quien en el papel de John Willoughby resultó un verdadero
encanto. Además su giro controversial nos hace cuestionarnos su actitud a
diferencia de sus compañeros establecidos.
Tampoco nos olvidemos
de Elizabeth Spriggs, Hugh Laurie e Imelda Staunton, quienes brindaron una
excelente dosis de humor. La atmosfera tiende a oscurecerse en el intermedio
pero gracias a este trío lo compensan con grandes personalidades, siendo lo
mejor de todo, su cercanía a los personajes descritos por la escritora.
La dirección, vestuario,
cinematografía, diseño artístico y composición musical se sienten en sintonía
con la esencia narrativa. Estos aspectos tiende a ser de doble filo porque o
endulzas lo que es una buena película o la destrozas. Afortunadamente, aquí
sirvió para bien, de lo contrario no hubiese competido y ganado en múltiples categorias.
Cabe destacar que
Austen tuvo que pagar al editor para que publicaran este libro, incluso otorgó
un tanto por ciento de sus propias ventas. La novela salió a la venta en 1813
en tres volúmenes. Desde entonces ha existido un sinfín de adaptaciones ya sea
desde teatro hasta cine. Hasta la fecha la película de Ang Lee, dos veces ganador
del Oscar por Secreto en la Montaña y La Vida de Pi), sigue siendo una de las
más aclamadas, especialmente por sus siete nominaciones al Oscar, Incluyendo
Mejor Película.
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