En realidad han pasado 18 años desde que salió la adaptación de
Brendan Fraser, todavía 9 años desde La
Tumba del Dragón Emperador. Confieso que ver estos reinicios tiende a ser
duros en un principio y muy en especial de esta franquicia que desde mi
adolescencia solía verlos repetidamente por ser y seguir siendo una de mis
favoritas.
Aún así haré mi esfuerzo de desligarme del pasado, evadir la nostalgia
y tomar esta apertura por lo que verdaderamente es: una gran oportunidad para
poner el universo de monstruos y dioses en marcha con historias frescas y
modernas. Lamentablemente Universal Studios empezó con el pie izquierdo
considerando su débil debut en la Taquilla, pero aún no es demasiado tarde.
Ambientada en la actualidad, el soldado Nick Morton y su compañero
Chris Vail accidentalmente descubren una tumba prohibida durante una de sus
misiones de reconocimiento. Tras aventurarse a lo desconocido, liberan a una
contenida fuerza del mal cuyo propósito es dominar al mundo como se le fue
arrebatado hace cinco mil años.
Dark Universe en definitiva juega un papel esencial mediante
Prodigium, funcionando como S.H.I.E.L.D. en el centro de la atención, resulta
lo más sensacional de esta adaptación. Sus técnicas, investigaciones, armas y
esencialmente en manos del Dr. Henry Jekyll, lo cual hace fascinante esta
cacería de lo sobrenatural tratándose de un monstruo icónico.
Russell Crowe termina robando como debía hacerlo, después de todo, esa
era la intención dada su influencia. Aunque siento que esa escena conflictiva con
Tom Cruise fue el justificante necesario. No me malinterpreten, este reinicio
comparte su buena dosis de sustos pero imprevistamente se desenvolvió bajo el
mismo tono humorístico de la trilogía de Stephen Sommers.
En cuestiones de Arte, cinematografía y efectos especiales, me temo
que la versión de 1999 sigue siendo la más épica seguida de la segunda parte.
Además de que se sigue extrañando a Fraser y Rachel Weisz como los O’Connells
explorando las tumbas en busca de reliquias, evadiendo trampas y en los años treinta,
cuando la tecnología no era como hoy en
día.
Cruise cumple con las expectativas y su química con Annabelle Wallis
es respetable, Sofia Boutella es fenomenal y Jake Johnson es un cómico con
participación limitada. Cada uno se esfuerza en entregarnos una entretenida
historia de horror y dentro de lo que cabe, lo lograron aunque haya sido más al
estilo del universo cinematográfico de Marvel.
El guionista y director Alex Kurtzman se respaldó en Inframundo,
aunque me hubiese gustado más profundidad en el desenvolvimiento de los
personajes. Demasiada risa no va de la mano con el suspenso u horror, además Londres
jugó un papel más fuerte que Egipto y La Momia en sí sólo sirvió de conducto
para posicionar a otro monstruo.
Tampoco concuerdo en que sea una basura como se ha estado reseñando.
En su defensa, me parece tremendamente divertida, contiene su dosis de acción
entremezclada con suspenso, hubo algo de innovación en el horror dándole sentido
de zombificación a las momias y ni se diga de las buenas actuaciones.
Dada la referencia al Libro de Horus, lo sucedido con Imhotep podría
formar parte de este nuevo universo porque no afecta en lo absoluto. Verdaderamente
son otros tiempos con otros personajes y he aquí el potencial, aunque Universal
Studios tendrá que prestar mucha atención en sus siguientes producciones porque
sacrificar la ambientación clásica la puso en la cuerda floja.
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