Al igual que La Desolación
de Smaug, como que las segundas partes de la Saga de la Tierra Media tienden a
estar llenas de acción, aventura y sobrevivencia mientras se explora otras
regiones y pueblos con nuevos personajes ingresando al panorama. Sin embargo la
filmación de Las Dos Torres se benefició bastante de la novela en contraste con
la segunda precuela al tener que expandir el material con los manuscritos o
inclusive de referencias.
Qué emoción, aún recuerdo
cuando comencé a leer El Hobbit hace un par de meses y finalmente he llegado a
la tercera y conclusiva novela pero antes tenemos que atravesar la que
considero es la mejor adaptación de la trilogía y hasta quizás de las seis
porque desde su primer minuto te engancha hasta culminar en la asombrosa
batalla de Helms Deep y ni se diga del conmovedor discurso de Sam Gamgee que
podría inclusive usarse en esta pandemia.
A diferencia de la película
de Peter Jackson, el autor J. R. R. Tolkien divide la historia en tres actos, la cual inicia
con la muerte de Boromir donde en seguida Aragorn, Legolas y Gimli deciden ir a
rescatar a Merry-Pippin, reencontrándose en el bosque maldito con Gandalf quien
los lidera hacía Rohan para apoyar al Rey Theoden con la batalla de Helms e
irse de paso a Isengard hasta enfrentarse al traicionero Saruman y correr a defender
Minis Tirith.
Vaya, hablando de tomar de
las tres novelas a la vez, de ahí la segunda historia es la de Merry y Pippin
con los Ents hasta vincularse con Gandalf y Aragorn tras la batalla de
Isengard. Cada una sucede por separado y no se entrecortan por lo que nos toma
dos tercios de la novela hasta dar con Frodo y Sam en su ida a Mordor. Incluso
sucede lo de la Araña donde Frodo es capturado y Gollum derrotado.
La lectura sigue siendo intensamente descriptiva en su
narración, lo cual benefició a la cinematografía de Peter quien aprovechó para
agregar sus propias mejoras. Sí nos es por esos ajustes y la eliminación de los
poemas, la película hubiese sido cansada como la original por lo que fue ideal
trabajar por encima de lo escrito. A pesar de saberme la historia, el libro te
obsequia datos adicionales que le dan sentido y respaldo a ciertos simbolismos
en las películas.
Los diálogos siguen siendo
su mejor elemento ya que en momentos uno quiere ir corriendo en la lectura,
pero es disfrutable a pesar de que en momento uno se siente cansado por ser
dramática y poética. Es un libro complejo que se necesita de tiempo para
comprender el trasfondo y reflexionar en las acciones tomadas de muchos
personajes, aunque no se mete en cuestiones de políticas aunque si resulta
anticlimática.
Entre los cambios
destacables están cuando Frodo corre el riesgo de ser atrapado por los
guardianes de la Torre Negra al tratar de ayudar a Sam, imagino que fue
necesario para compensar la ausencia de la araña. La psicología y actuación de
Andy Serkis como Gollum se merece un rotundo aplauso porque eleva la tensión
entre Sam y Frodo, ese crecimiento y distanciamiento es notable en todos los
presentes.
Creo que se manejó mejor lo
de Faramir, la novela le quita suspenso mientras se le atribuye a la película
porque su forma en que conecta con el sermón la hace que cierre con un
verdadero entendimiento. También atravesar Osgiliath con la presencia del Señor
de los Nazgul, aunque no puedo evitar sentirme un poco decepcionado que no se
profundiza en los villanos, se habla de un terrible mal pero sólo lo vemos en
números.
Eso sí emociona imaginarse
las locaciones como el pantano, Rohan y el Bosque de Fangorn. Nunca le presté
atención al vestuario por lo que ciertamente se tendrá la fuente para generar
un correcto guión pero se necesita demasiado para cobrar vida y hasta el
momento he sentido mejor la proyección cinematográfica y por supuesto la música.
En cuanto a los eventos del
este, Gandalf siempre se la pasa ocupado. Inicia travesías sólo para abandonar
a sus acompañantes a su destino, tal como lo hizo en la del Hobbit. El modelo
de El Imperio Contraataca influyó en la cinematografía y desenlance, por
explorar el factor humano. Ambas interpretacions de Gandalf contra el Balrog
están presentes, los Ents decidieron ir a la guerra desde la primera y no al
ser persuadidos por Pippin, la edad de Aragorn sólo es mencionada en la versión
extendida al igual que cuando cae en el lago.
Es un hecho de que Aragorn
nunca se separa de Rohan hasta tomar los senderos de la Muerte en la tercera
parte. Esa vulnerabilidad es lo que siento que le suele hacer falta a sus
personajes, aunque lo de la araña fue narrativa contagiosa de entusiasmo. Incluso
debilitar a Theoden para darle la última palabra a Aragorn al final, una sabía
decisión al igual que desterrar a Eomer ya que en la novela estuvo en la
batalla de Helms, curioso porque los elfos no pelearon por estar ocupados en
otra. Son sólo menciones, de aquí Karl Urban llamó la atención.
Es interesante analizar que
sin J.R.R. Tolkien, Peter Jackson nunca hubiese tomado un riesgo con esta
trilogía y menos habría hecho historia. Las películas fueron acreedores de
Oscares importantes, ésta por Efectos especiales, y fueron grandes éxitos en la
Taquilla Mundial. En cierta manera fijó un antecedente para las adaptaciones
medievales de fantasía y a su vez una forma de ahorrar en costos al filmarse a
la vez.
Si te gusta bastante la película
y quieres saber un poco más, adelante, consigue la novela y sólo déjate llevar.
Ten paciencia y disfruta como yo lo hice porque en verdad Las Dos Torres
resulta ser una experiencia especial y en parte porque Aragorn es mi personaje
favorito y no puedo evitar sentir que pese a estar descrito al mismo nivel del
elenco, Viggo Mortensen luce en parte a la importancia que la el director en compañía
de Ian McKellen y Orlando Bloom.
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