Un hombre despierta en un tren de pasajeros teniendo en frente a una mujer quien lo conoce con el nombre de Sean Fentress, pero este individuo no tiene la menor idea de dónde se encuentra y qué está ocurriendo hasta que al paso de los ocho minutos, una explosión lo hace “supuestamente” regresar a la realidad.
No cabe duda que este suspenso de ciencia ficción es una clase de experimento limitado sobre el viaje al pasado. También es flexible en cuanto a explorar los distintos escenarios de una posible memoria de grabación en forma de portal como se nos explica durante la trama. Este estilo de ejecución viene inspirado de la tecnología implementada en los videojuegos modernos donde por más que los vuelves a jugar, las situaciones u obstáculos difieren de lo establecido.
Debido a lo anterior, este ambiente no te cansa ni te frustra porque las acciones suelen variar tanto en el interior como en el exterior del tren de pasajeros. Lo que agrada de esto, es que siempre hay un dato nuevo por observar y aprender, refiriéndome especialmente a los pasajeros de quienes en un principio tiendes a sospechar de cada uno por la saturación de los detalles.
Básicamente no te golpeas la cabeza por su esquema sencillo, de por sí el filme lleva una duración de sólo 90 minutos y las explicaciones se dan en su debido tiempo. Inclusive se nos habla en nuestro registro haciendo omisión a los tecnicismos. Por esta razón, se trata de un buen guión cuya sencillez brilla en la pantalla y cuyo factor variable le da un veloz y en ocasiones divertido ritmo.
Tras impresionarnos con sus novedosas acrobacias en El Príncipe de Persia, Jake Gyllenhaal asume un papel más serio y determinante como el soldado Colter Stevens. Esencialmente es dejarse llevar y apoyarse en sus sentidos, puesto que no es una producción que requiere un alto estándar de actuación; sin embargo adorna las escenas con adecuadas dosis de sus distintas emociones en los momentos precisos. Entre sus mejores momentos, podría señalarse la llamada telefónica.
Tratando un nuevo género, Michelle Monaghan hace a un lado las persecuciones y se dedica a improvisar naturalmente con el resto del reparto a bordo del tren. Su persona es de por sí agradable y su vestimenta la hace mostrar enérgicamente bella. Junto con Gyllenhaal comparten una sublime química lo cual podría decirse que si no fuera por ello, la película no tendría sentido alguno.
A pesar de salir poco, Vera Farmiga se convierte en un personaje notable y a la vez contrasta la actitud de Jeffrey Wright. Exitosamente ambos nos logran extraer sentimientos de compasión y ambición. A pesar de que sus actuaciones no contaron con el paradigma libre. Cabe destacar a Michael Arden quien sobresale espléndidamente en dos secuencias. Para tratarse de un actor no muy familiarizado con el cine, demuestra potencial.
El director Duncan Jones se apoyó principalmente en el desarrollo de los obstáculos a resolver por el protagonista y lo disfrazó con una especie de misión tensa y sorpresiva. Incluso le insertó el sentimiento humano y en su proceso convirtió la adaptación en una obra consciente. Podemos encontrarle muchas enseñanzas o reforzar nuestros modos de vida.
En general, el contexto no varía, podría sentirse el movimiento pero es debido a la perfecta construcción de los hechos y sintonía en que se encuentran las variantes. La información y revelaciones se dan exactamente en los momentos indicados provocando que la historia avance. Entretanto, nosotros no nos despegamos del suspenso ya que nos encontramos inmersos en este mundo debido al contagio humano.
No encuentro razón de choque ni inconsistencia alguna con la teoría proporcionada, las piezas del rompecabezas parecen encajar perfectamente. El final podría despertar ciertas inquietudes pero ninguna que no pueda ser fácilmente contestada por nuestra propia o compartida lógica. En cierto modo, es un una recomendable película por su excelente equipo de producción.
Como nota adicional, la encuentro bastante similar a Los Agentes del Destino (The Adjustment Bureau).
Un Suspenso Humano Perfectamente Construido.
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