Basada en las novelas aclamadas de la escritora J.K. Rowling, Warner Bros ha logrado adaptar exitosamente las siete novelas. Cada una de éstas, excluyendo la segunda parte de la séptima, ha tenido una dichosa carrera en la taquilla doméstica e internacional. Se calcula actualmente una suma impresionante de $ 6 billones de dólares, más aún faltan números por añadirse.
Considerando que esta franquicia consistirá próximamente de 8 películas, se optará por dividirse esta entrada en dos partes para comentar a rasgos generales el detrás de la magia de la filmografía de Harry Potter. No cabe duda de que ha sido una década sumergida de aventuras, emociones y largas esperas para los seguidores, lectores e inclusive para los nuevos reclutas.
Inevitablemente el fin está rondando cerca pero en esta situación especial, sólo estamos iniciando con los orígenes de:
Harry Potter y La Piedra Filosofal
Durante el año 1997, el productor David Heyman recibió la copia de la primera novela de J.K. Rowling. Disgustado por el título de la obra, fue convencido de leerla por la recomendación de una secretaria dentro del área del trabajo. El entusiasmo adquirido le consiguió los derechos de filmación de las primeras cuatro novelas por tan sólo $ 2 millones con la condición de que el reparto fuera integrado por actores ingleses con la excepción de uno que otro irlandés.
Rowling no buscaba vender por completo los derechos por miedo de perder el control de sus personajes y el resto de las historias, porque eso les daría permiso al estudio de elaborar secuelas sin su consentimiento.
Steven Spielberg fue de los primeros en entrar en negociaciones para dirigir la adaptación, pero su visión sólo lo enfocaba en un relato de animación donde el actor americano Haley Joel Osment prestaría su voz para darle vida a Harry Potter. A última hora, sólo comentó que las expectativas eran de dinero y ello no le motivaba.
Tras una larga búsqueda, Lorenzo di Bonaventura anunció a Chris Columbus como el director citando sus obras clásicas de Mi Pobre Angelito y Mrs. Doubtfire. Steve Kloves fue puesto a cargo del guión y confesó tratarse de una tarea dura. En vez de conformarse con la sinopsis, decidió comprar la novela convirtiéndose inmediatamente en un fan. Afortunadamente, ambos colaboradores recibieron el apoyo de la novelista en lo referente a la dirección creativa.
Siete meses después, Daniel Radcliffe fue descubierto por el productor Heyman y el guionista Kloves, durante una obra de teatro. El productor confesó que Radcliffe se encontraba sentado detrás de ellos y al percibirlo, le encontraron curioso, divertido y enérgico. Había más que sus ojos azules sino su aspecto físico indicaba ternura, generosidad y un hambre por el conocimiento. Sin perder el tiempo, Heyman convenció a sus padres de dejarlo audicionar.
J.K. Rowling quedó fascinada tras ver su video de ensayo y aseguró que no había nadie mejor que él para el papel. En cuanto al resto del trio: Emma Watson y Rupert Grint salieron victoriosos de un monstruoso casting donde asistieron miles de niños. En cuanto a su experiencia actoral, sólo habían participado en obras escolares.
Se eligió el Estudio Leavesden como localización principal, se usó la estación del tren Goathland, los Castillos Alnwick y la Catedral Gloucester para representar algunos interiores de Hogwarts. La Universidad de Oxford cedió sus espacios para la sala del Hospital y la librería de Humfrey. No se descartó el Zoológico de Londres y la Casa Australiana como el banco Gringotts.
Debido a que la versión americana es distinta a la inglesa, las escenas cambiaban entre el uso de los términos filosófico o hechicero. El horario de los niños consistía en cuatro horas de filmación y tres de escuela. Incómodamente, Radcliffe tuvo que usar lentes de contacto verdes porque sus ojos eran azules en contraste con su personaje. En algunos casos, se optó por alteración digital.
Afortunadamente la adaptación recibió un 80% de aprobación y debutó con $ 90 millones en su primer fin de semana a mediados de noviembre. En total, la película recaudó $ 317.6 millones en los Estados Unidos y Canadá. Mundialmente se consagró con $ 974.7 millones. Hoy en día se conforma como la más taquillera de la franquicia, pero ese título podría ser finalmente traspasado.
Harry Potter y La Cámara Secreta
Posteriormente del gran comienzo triunfal, los nervios se esfumaron e inmediatamente se comenzó la producción de la secuela a los tres días del estreno de la primeriza. Esta vez el lugar a filmar fue en Surrey Inglaterra y la Isla del Hombre. La recepción crítica incrementó al 83% de favorabilidad y entre los comentarios sobresalientes estuvieron las palabras: fenomenal, intrigante, madura, oscura y fidelidad.
Existió un notable avance en los efectos visuales y la calidad de los encuadres, para empezar su presupuesto aumentó y se le dedicó más calidad en varios de sus aspectos técnicos a gran diferencia de Crepúsculo cuyo error fatal es el uso del maquillaje. Quizá un error en Harry Potter pudo haber sido su prolongada duración y las extensas secuencias de acción.
Inclusive, siento que se le dio mucho tiempo a Hagrid, este personaje secundario pudo tener su gran redención pero Dumbledore no pudo tener su gran funeral. Curiosamente lo primero nunca sucede en la novela mientras lo segundo permanece como un hecho esencial de la sexta novela.
Un dato importante está relacionado con el papel de Gilderoy Lockhart, el actor en mente para interpretarlo era Hugh Grant pero por choque de agendas, terminó en manos de Kenneth Branagh quien recientemente creó cierta incomodidad por haber rechazado dirigir la secuela de Thor. Entre otros, Richard Harris tampoco regresó a las secuelas debido a que falleció poco después de concluirse la filmación.
El retorno en los cines se dio en noviembre 2002 compitiendo en un año dominado por Spider-Man, Star Wars Episodio II y El Señor de los Anillos: Las Dos Torres. Su apertura disminuyó a $ 88 millones y su total doméstico se sitúo con $ 261 millones. Mundialmente se compensó con $ 879 millones de dólares. Casi $ 100 millones menos que la primera, pero aun así ya muchas secuelas quisieran tener esta cantidad.
Harry Potter y El Prisionero de Azkaban
La producción se extendió a 18 meses con el propósito de darle a más tiempo del que requería. Chris Columbus decidió no regresar a la silla del director y en su lugar, la tomó Alfonso Cuarón. A pesar de ello, su compañía 1492 y él se quedaron a bordo para producirla.
Curiosamente Guillermo Del Toro estaba entre los candidatos favoritos, pero rechazó la película por tratarse de un filme brilloso y feliz, por otra parte Marc Forster hizo lo mismo pero con la razón de que no quería dirigir más producciones sobre niños, posteriormente de haber realizado Descubriendo el País de Nunca Jamás. Al final del día, Cuaron firmó el contrato tras haber leído las novelas.
El montaje de fotografía comenzó en febrero 2003 en algunos lugares de Escocia. J.K. Rowling le permitió a Cuarón hacer cambios mínimos siempre y cuando se mantuviera fiel al espíritu de la novela. Existen varias pistas que hacen referencias a las últimas tres películas, esto lo comentó la escritora. Tras la conclusiva filmación, Cuarón expresó que su trabajo conformó sus mejores dos años de su vida y ansiaba contar con la oportunidad de volver a dirigir otra.
Los efectos generados por computadora fueron colocados en tercer plano, debido a que el director buscaba más realismo en los contornos y criaturas como los Dementors. Sin embargo, hizo la excepción con la secuencia del autobús nocturno.
El status crítico fue altamente del 91% de positivismo, entre los términos populares se dictan: complejidad, desarrollo intenso de personajes y tonalidad bastante oscura. Para muchos, incluyéndome, una de las mejores secuencias es el viaje al pasado. Esto por su calidad empleada y su gran innovación al agregar ciertos elementos que le dan otro giro a lo escrito.
Esta tercera parte permanece la única en debutar en el mes de Junio y al final de su trayectoria, adquirió $ 249.5 millones en los Estados Unidos mientras que mundialmente incrementó a $ 795.6 millones. Actualmente permanece como la mejor calificada de la saga, pero también como la menos taquillera.
Harry Potter y El Cáliz de Fuego
Para el guionista Kloves aquí fue cuando verdaderamente comenzó su jornada más difícil. Dado que las primeras tres novelas llevan una duración inferior a las 400 páginas; desde la cuarta hasta la última incrementan por arriba de las $ 650 páginas. Tantos subtemas tuvieron que cortarse y desafortunadamente, el desarrollo de los personajes tuvo que sacrificarse para darle énfasis al torneo. Se tenía planeado realizar dos partes de la misma novela, pero el estudio rechazó la idea por motivos de que no quería extender más la saga de lo que ya se encontraba.
La positiva recepción disminuyó al 88%, considerada aún superior para tratarse de una cuarta parte. Entre lo analizado fue el contraste de los tonos, básicamente se intenta adoptar el mundo colorido durante el desarrollo del torneo, pero alrededor se emplean los tonos oscuros para indicarnos la amenaza oculta y a la vez, prepararnos para el futuro.
Muchos lectores no apreciaron el buen monto de comedia incluida y la saturación en los efectos especiales. En cierto modo se siente un episodio llenó de acción a diferencia de la sencilla y compleja aventura de la anterior. No obstante, entretiene y le da otra frescura a la franquicia. Un estilo por apreciar, es que el director Mike Newell considera ciertos elementos empleados por Cuarón, como las tonalidades y naturalidad de las criaturas.
Experimentando en el territorio de julio, ingresó con $ 102 millones de dólares en su primer fin de semana. Un nuevo record personal; de ahí se impulsó a los $ 290 millones domésticamente y globalmente $ 896 millones. Una cantidad motivadora para encontrarse exactamente en medio del recorrido.
Si quieres saber más profundamente sobre estas cuatro adaptaciones de las novelas y películas de Harry Potter, eres bienvenido de visitar los siguientes links:
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